La persistente debilidad de la economía global, que amenaza con convertirse en recesión en los motores del mundo occidental, está empujando a las grandes compañías a ajustar cinturones en un lugar particularmente doloroso: el despido de trabajadores.
Este fin de semana, el Financial Times informó que el grupo financiero HSBC Holdings Plc planea recortar hasta 10.000 puestos de trabajo como parte del plan del presidente ejecutivo interino Noel Quinn para reducir los costos. Los despidos, indicó la publicación británica, se enfocarán principalmente en los roles mejor pagados.
Se trata de la última noticia de despidos, en medio además de una mala racha de datos económicos y de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En el sector tecnológico, el gigante de las computadoras HP, con sede en Palo Alto, California, anunció que reducirá su fuerza laboral hasta un 16% como parte de una amplia reestructuración destinada a reducir costos e impulsar el crecimiento de las ventas en medio del primer cambio de liderazgo de la compañía en cuatro años.
Además de un contexto económico desafiante, también hay firmas con problemas propios.
La semana pasada se conoció que WeCo, la matriz de la firma de arriendo de espacios de trabajo WeWork. estaba considerando recortes de empleos y que los puestos eliminados podrían llegar a miles. El negocio contaba con 12.500 empleados a fines de junio y la noticia se conoció luego de que fracasara una sonada apertura en bolsa de WeWork y que saliera su controvertido presidente, Adam Neumann.
Hace unos días, Telefónica y sus sindicatos firmaron en España un nuevo convenio para los empleados de las tres grandes filiales nacionales, Telefónica de España, Móviles y Soluciones, que suman cerca de 21.000 trabajadores, que apunta a un impulso al teletrabajo, pero que también se ha conocido como una vía libre para un plan de bajas que puede alcanzar las 4.000 personas.