Las nuevas generaciones que se están tomando los family offices chilenos

Macarena Swett
Macarena Swett

El banco de inversión Credit Suisse calificó a Chile como el "campeón latinoamericano de la riqueza". Sesenta y siete mil personas a nivel local tienen más de US$ 1 millón. De ellas, 1.655 son parte del 10% más rico del planeta y 80 son parte del 1% más millonario del mundo. Muchas de las familias de alto patrimonio arman sus family office (u oficinas familiares), que son departamentos profesionalizados con ejecutivos financieros de primer nivel que manejan el patrimonio familiar a través de distintos instrumentos de inversión. En Chile, los family offices proliferaron con fuerza poscrisis subprime de 2008 y hoy, alrededor de la mitad de ellos, manejan fortunas que rondan entre los US$ 50 millones y US$ 500 millones. En ese entorno, los altos patrimonios están viendo emerger a sus nuevas generaciones detrás de las riquezas familiares. No solo en directorios de compañías, sino a cargo de administrar sus propias fortunas. Los jóvenes de las segundas o terceras generaciones toman protagonismo en los holdings familiares.


Macarena Swett (42): la encargada de los negocios familiares

Macarena es la hermana Swett Opazo que pasa más tiempo en la oficina del holding familiar, Costanera, ubicado en San Damián. Es que su hermana Carolina se mantiene al margen; su hermano Alfonso está dedicado a presidir la CPC, mientras que su otro hermano, Sebastián, destina su tiempo a la gerencia general de Forus, empresa familiar que representa una treintena de marcas en Chile, Colombia y Perú.

Macarena es directora de Costanera, la matriz que maneja activos por entre US$ 500 millones y US$ 1.500 millones, por lo que sigue día a día la marcha de las otras empresas del holding. Hoy, uno de los proyectos más grandes que lidera esta ingeniera comercial UC y MBA en IESE es la transformación digital de Forus. Un desafío de marca mayor en la era del e-commerce.

"En la evaluación de cada nuevo negocio está ella. Lo más reciente es real estate en EE.UU. a través de un fondo de terceros", señala un conocedor del holding. Un ejecutivo de otro family office agrega: "El próximo paso de Macarena a cargo de Costanera será iniciar las inversiones en venture capital, donde ya han estado mirando algunos proyectos".

Catalogada como cercana, sencilla, humana, metódica y organizada, Macarena monitorea de cerca la producción de las 1.500 hectáreas plantadas de olivos que tienen en Marchigüe con la firma Olisur, que constituye un 9% del grupo, y monitorea de cerca lo que ocurre con Elecmetal y Hortifrut, compañías donde los Swett son socios y que aportan el 21% y 7% del peso de los negocios familiares, respectivmente. El 22% restante se invierte financieramente, donde los instrumentos inmobiliarios tienen la mayor relevancia, mientras el resto de la cartera está abocada a posiciones conservadoras, con especial énfasis en la renta fija nacional e internacional.

A diferencia de su hermano mayor y su padre, Macarena cultiva el bajo perfil. De hecho -dicen conocedores-, el haber sido electa recientemente como consejera de Sofofa le incomoda justamente por la mayor exposición que implica.

Nicolás Eblen (37): desde Harvard a manejar el patrimonio

Es el delfín de su padre, Ramón Eblen, en los negocios. Ingeniero civil industrial con diploma en computación de la UC y un MBA en Harvard, desde que egresó de su posgrado -en 2010-, Nicolás Eblen tomó las riendas del family office Inversiones Andes, donde hoy es su CEO.

"Es una persona muy sólida en la parte numérica, muy inteligente, reservada y no muy locuaz. Sin embargo, cuando da sus comentarios es muy consistente", señala un cercano al directorio de Latam Airlines, del cual Eblen es parte desde hace dos años. Su familia, de hecho, tiene un 5,9% de la aerolínea.

El además simpatizante de Colo Colo y Palestino es quien lleva las riendas del negocio salmonero del holding familiar, que controla la empresa Granja Marina Tornagaleones. A ello se suma que está inserto en el mundo gremial, como director de Salmón Chile.

A la hora de manejar Inversiones Andes, quienes lo han tenido como contraparte lo catalogan como "muy analítico, bajo perfil y empresarialmente conservador". Le gustan los activos alternativos y la deuda privada, pero siempre tratando de mantener su perfil defensivo como inversionista, dado que el riesgo lo tienen en Latam Airlines y en los salmones, cuentan cercanos a la familia.

Los Eblen tienen proyectos inmobiliarios en Cachagua y extensas tierras agrícolas en la Región de La Araucanía, dedicadas a la crianza de wagyús, donde son uno de los principales productores del país.

Otra empresa que aporta flujos al family office es The Jeans Company (TJC), que representa a marcas como Levi's, Van Heusen y Dockers.

Eliodoro Matte Capdevila (39): construyendo iglesias

El mayor de los hijos de Eliodoro Matte Larraín está imbuido junto a su hermano Jorge en las inversiones familiares que se alojan bajo el nombre de Porto Seguro, y que son el resultado de los dividendos de los negocios que controla la familia, entre ellos la papelera CMPC y el holding financiero Bicecorp. A ambos hermanos se añade en la toma de decisiones Juan Luis Bulnes, ex Celfin, empresario inmobiliario y esposo de la periodista y exsocia de Cranberry Chic, Pilar Matte, hermana de Eliodoro y Jorge.

"Eliodoro chico", como le dicen en el mercado, es arquitecto egresado de la Universidad Finis Terrae, y si bien vibra con su carrera y la desarrolla a través de su fundación, donde refacciona iglesias a lo largo de Chile, conoce perfectamente del negocio financiero. Tiene un diplomado en finanzas de la Universidad Católica, trabajó en el área de renta variable en LarrainVial Corredoras de Bolsa y luego fue subgerente de la mesa de dinero de Bice Corredores. También ha participado en los directorios de Banco Bice, Industria El Volcán, Bicecorp y CMPC Papeles.

Conocedores del mercado coinciden en calcular que Porto Seguro manejaría activos por más de US$ 1.000 millones. Administran un amplio portafolio financiero, suelen tener importantes posiciones en bonos high yield en Latinoamérica y, en general, son proclives a la renta fija -donde cuidan no cruzar negocios con Bice- y también a estructuras con derivados. A ello se suma que participan en fondos que invierten en todo el mundo.

Catalina del Río (45): invirtiendo con impacto social

La ingeniera comercial UC Catalina del Río tiene un rol visible en Inder, la matriz de negocios que lidera su padre, José Luis del Río.

Catalina llegó a Inder hace cinco años y su pasión está en invertir en venture capital o capital de riesgo, con especial foco en las inversiones de impacto dentro del portafolio financiero. "Ella siempre está buscando invertir en empresas que contribuyan al desarrollo de la sociedad con un efecto multiplicador, es su sello", dice un cercano al grupo. Es así, por ejemplo, que decidieron entrar a través del fondo Austral en la start up de biotecnología chilena Andes, que busca la cura del cáncer; o en Capria, que es un fondo de EE.UU. que invierte en otros fondos que solo apoyan a firmas que generen impacto social.

Anterior a su ingreso al holding familiar, se desempeñó por nueve años en el Grupo Security, donde participaba en el área de planificación y estrategia. Inició su carrera profesional en Collect Estudios de Mercados, donde permaneció casi tres años, antes de irse a vivir a EE.UU. por un año y medio.

Inder busca inversiones activas, para lo cual necesitan generar liquidez, por lo que dedican parte de su portafolio a inversiones financieras líquidas e ilíquidas de alta diversificación. A la hora de entrar a la propiedad de compañías, van por el control. Es así como poseen cerca del 50% de la firma Aza -junto a la familia Matetic-, y el mismo porcentaje tienen en las centrales minihidro Anpac. Además, poseen poco más del 30% de la firma de seguridad Alto, y un 40% en Tecnofast.

A ello se suma el control de la pesquera Friosur y un porcentaje de Falabella.

Manuel Casanueva (45): siguiendo los pasos de su padre

Con el objetivo de diversificar el patrimonio familiar, que hasta ese entonces provenía en su totalidad de GTD, empresa de telecomunicaciones creada por Juan Manuel Casanueva, nació a fines de 2014 su family office, El Coigüe. En él participa toda la familia, es decir, su esposa y siete hijos.

El encargado de esa oficina es uno de sus dos hijos hombres: Manuel Casanueva de Landa, ingeniero civil de la PUCV, con estudios de máster en Ciencias en Telecomunicaciones en la Universidad de Colorado en Boulder, EE.UU. Manuel sigue la huella de su familia. Tiene siete hijos y es fanático del campo, igual que su padre. Además, dedicó un período al aparato público, luego de que en el primer gobierno de Sebastián Piñera fuera superintendente del Ministerio de Educación. Su padre trabajó un tiempo en el Ministerio de Relaciones Exteriores y su abuelo fue ministro de Agricultura.

Una vez terminado el primer gobierno de Piñera, Manuel se abocó a levantar la oficina familiar, que tiene un comité de inversión e incluso un protocolo, que establece cómo se tendrán que incorporar a la oficina las futuras generaciones.

El Coigüe en su portafolio real tiene inversiones en capital de riesgo y capital privado. En private equity participan en el centro de montaña y hotel Corralco, así como también en la embotelladora y distribuidora de aguas, jugos, cervezas y bebidas Emsa. La mitad de sus inversiones la alojan en activos reales y la otra mitad en activos financieros, siempre con el foco de diversificación y preservación de capital.

Isidoro Quiroga Cortés (31): cerrando el negocio del siglo en salmones

Es el primogénito entre seis hermanos, todos hijos del empresario Isidoro Quiroga Moreno. Ingeniero comercial de la UC, Isidoro Quiroga Cortés trabajó primero en LarrainVial antes de entrar a la oficina familiar: Inversiones Benjamín, nombre en honor al abuelo de Isidoro Quiroga Moreno.

En su debut en los negocios familiares, estuvo primero -por dos años- totalmente enfocado en la gestión y administración de la empresa salmonera Australis, que partió como una pequeña firma y en estos días se está vendiendo en más de US$ 900 millones a un grupo chino. El "negocio salmonero del siglo", le han llamado.

Todas las decisiones de negocio de Inversiones Benjamín son conversadas por el patriarca familiar, su hijo mayor y también por Benjamín (30), el segundo de los hijos que se está metiendo fuerte en las inversiones del grupo. "A todos los hijos de Isidoro les apasiona el mundo de los negocios, conversan todo el día de esto y todos leen sobre economía", indica un cercano.

Inversiones Benjamín maneja más de US$ 1.000 millones, con un portafolio con sesgo en inversiones reales, donde Isidoro Quiroga Cortés "ha sabido agregarles valor a los negocios", cuenta una fuente cercana. Ilustra lo anterior con la exitosa venta de Australis. Otro logro en su recorrido ha sido la inversión en Enphase Energy, una empresa californiana y listada en la Bolsa de Nueva York dedicada al diseño y fabricación de soluciones de energía doméstica impulsadas por software. Ahí, compraron alrededor del 9% de la propiedad pagando US$ 2,1 por acción. Hoy cada papel vale US$ 18,25.

Andrés Matetic (35): deportista y enamorado del mundo del vino

-Es un apasionado del mundo del vino, al cual está ligado su familia con la viña que lleva su apellido. Se trata de Andrés Matetic, quien entre sus otros intereses tiene la aviación, los deportes, la vida social y el emprendimiento.

Desde 2015, Matetic es el managing director de la matriz de negocios familiar, MH Inversiones, que invierte en negocios reales, como la propia viña, pero además en la firma aérea Aviasur, la compañía metalúrgica Aza, la faenadora de carnes Ñuble, la empresa de alimentos Campo Lindo, las inmobiliarias Santa Fe y Valle Hermoso, los hoteles Tierra Chiloé, además de las firmas hoteleras y de turismo Patagonia Camp y Latitud 90.

Exalumno del Colegio Santiago College e ingeniero comercial, con un máster en marketing, de la Universidad Adolfo Ibáñez, a Matetic le gusta el golf y participa en triatlones, como el Iron Man de Pucón. También es fanático del rugby y ha viajado a ver copas mundiales de esa disciplina.

En la parte política, es crítico del gobierno pasado de la Presidenta Michelle Bachelet y se identifica más con la derecha liberal.

Sebastián Ibáñez (37): pasión financiera e inmobiliaria

Al consultar a distintos ejecutivos relacionados al mundo de family offices por las figuras más promisorias dentro de las nuevas generaciones, el nombre que más se repite es el de Sebastián Ibáñez.

Es ingeniero comercial y magíster en marketing de la Universidad Adolfo Ibáñez, fue parte del equipo inmobiliario de Santander Investment, es socio de IFB, director de Anakena Wines, inmobiliaria Indesa, Clínica Meds y de Stars Investment, el family office que formó su padre, Felipe Ibáñez.

Sebastián, de hecho, es el hijo de Felipe que está a cargo de la oficina familiar y distintos ejecutivos financieros indican que hace muy buena dupla en el manejo de inversiones con Patricio Leighton, el principal ejecutivo de Stars.

A los casi US$ 500 millones que recibió Felipe Ibáñez con la venta de D&S a Walmart, Stars suma múltiples activos, que totalizarían cerca de US$ 2.000 millones bajo administración, coinciden fuentes del mercado de fondos.

Stars tiene uno de los portafolios más diversificados dentro de los family offices locales, con inversiones en negocios de desarrollo y renta inmobiliaria, inversiones líquidas y private equity. Algunas empresas donde tienen participaciones son Marsol, Viña Anakena, Clínica Meds, Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos y otras propiedades ganaderas y forestales en el sur de Chile.

El mundo inmobiliario es la pasión de Sebastián, quien vivió un tiempo en EE.UU., y ello se ha notado en la orientación de Stars, que tiene una veintena de edificios en ciudades como Londres, Cambridge, Nueva York, San Francisco, Denver, Washington, Boston y Oakland.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.