Las otras reglas de la alianza del litio: SQM designa al gerente general y Codelco al gerente de finanzas
Esto es lo que no incluía el memorándum de entendimiento, pero ya fue acordado. La nueva empresa será una SpA que tendrá dos series de acciones: Codelco tendrá la serie A y SQM, la B. La cuprífera estatal tendrá una acción más. El primer directorio tendrá seis integrantes. SQM designará al máximo ejecutivo y Codelco, al encargado de finanzas y el control. Durante los primeros años, la política de reparto de dividendos alcanzará al 100%. La unión incluirá también una planta que SQM compró en China. Y las ganancias del potasio que se extraigan del salar de Atacama se las llevará SQM hasta 2030. El royalty seguirá un camino aparte.
Si días después de Navidad, el 27 de diciembre de 2023, Codelco y SQM acordaron los términos de una alianza que dará vida a una nueva empresa de litio en el salar de Atacama, días después del Año Nuevo, este miércoles 3 de enero, las partes volvieron del receso para dar forma específica a esa alianza y sus innumerables detalles.
Dirigidas nuevamente por Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, y Ricardo Ramos, el gerente general de SQM, un ejército de abogados se reunió a mitad de semana para hacer una enumeración de las cosas que debían tratar. Y la lista es larga, larga. En el memorándum de entendimiento suscrito hace diez días, Codelco y SQM establecieron que firmarán, a más tardar el 31 de marzo, un acuerdo definitivo y completo que detalle los objetivos y propósitos de la unión, y un calendario de trabajo con miras a iniciar la asociación a partir del 1 de enero de 2025. Como resume una parte involucrada, los términos económicos del pacto están resueltos: ahora faltan los otros detalles.
El memorándum enumera cuatro documentos definitivos por suscribir en el primer trimestre de 2024.
El primero es el acuerdo de asociación, el que incluirá declaraciones y garantías, condiciones para el cierre de la alianza y lo que ocurrirá antes del 1 de enero de 2025. Es el acuerdo marco.
Otros dos textos aluden a la nueva empresa que nacerá, probablemente, de una fusión entre SQM Salar, la filial de SQM que explota el salar de Atacama y que aportó el 80% de sus ventas consolidadas de 2022, y Minera Tarar, la filial que creó Codelco para desarrollar este negocio y que evitó, con ello, la incómoda tramitación legal de una nueva empresa estatal. Lo que se sabe es que esa empresa tendrá dos series de acciones y que por esa vía SQM tendrá el control, con una mayoría de los votos en las juntas de accionistas y la opción de resolver empates en votaciones de directorio relativas a la gestión del negocio. El directorio tendrá un número par y cada parte poseerá la mitad, Codelco tendrá la presidencia y SQM, la vicepresidencia. A partir de 2031, el directorio será impar y ahí mandará Codelco.
El último documento alude a algo que ha pasado desapercibido. “Modelo de acuerdo de offtake de productos de potasio del salar de Atacama a precio de mercado”, dice el memorándum. Es que del salar de Atacama no se extrae sólo litio: también SQM saca de ese yacimiento derivados del potasio. Las partes acordaron en la negociación que el margen de ganancia que se obtenga del potasio que salga del salar será de SQM hasta 2030. Después de esa fecha, ese potasio será de la nueva sociedad. Con ello, impensadamente Codelco entrará a otro negocio: la explotación del potasio, que se emplea como fertilizante.
Además del memorándum de entendimiento divulgado (MoU, por sus siglas en inglés: Memorandum of Understanding), las partes habían acordado ya algunas cosas específicas del acuerdo que quedarán plasmadas en el acuerdo. A continuación, lo que está y lo que falta.
Sin nombre, dos series y gerentes
La nueva compañía tendrá dos series de acciones para poder fijar en el papel una mayoría accionaria simbólica perseguida por el Estado, entregando a SQM los derechos políticos del pacto.
Codelco tendrá la serie A. Es que no podía quedar relegada a un segundo plano. SQM, así, tendrá la serie B. Y la serie A tendrá una acción más que la B. Al principio, será una sociedad por acciones (SpA), una figura que otorga más flexibilidad de administración. Pero Codelco pretende que a partir de 2031 sea una sociedad regida por la Ley de Sociedades Anónimas: habrá una sóla serie de acciones y Codelco tendrá mayoría.
Hasta ahora, no se ha discutido el nombre de la nueva empresa. Se asume que algo con el apellido SQM no será aceptado por Codelco. Y viceversa, lo mismo. De seguro se buscará un nuevo nombre y hasta se considera para ello la contratación de empresas especialistas en branding. Y un concurso.
El directorio tendrá en el primer período, desde 2025 a 2030, seis integrantes, con tres para cada parte. Codelco designará al presidente de la nueva empresa del litio. No está resuelto quien ocupará ese lugar, pero entre los negociadores se dice que el propio Máximo Pacheco ha manifestado informalmente su intención de ocupar ese lugar. Hoy SQM Salar tiene cinco directores.
SQM tendrá el derecho, por pacto de accionistas, a nominar al gerente general en el primer período que termina en 2030. Nadie en la futura alianza imagina otro nombre posible que el de Carlos Díaz, hoy vicepresidente ejecutivo de la poderosa división litio de SQM. Lleva casi 12 años en SQM.
Codelco tendrá una facultad compensatoria y un contrapeso: designar el futuro gerente de finanzas de la nueva compañía. Es que bajo ese cargo se ven asuntos de suma relevancia para el negocio, desde presupuestos hasta cifras de venta y precios.
A partir de 2031, la nueva sociedad operativa tendrá siete directores: cuatro para Codelco y tres para SQM.
Dividendos y un pie en China
El pacto suscrito entrega a Codelco el mejor de los mundos en los próximos seis años: recibirá, en total, utilidades por el equivalente a casi un año de producción de SQM, 201 mil toneladas de carbonato de litio. Y no afectará su endeudamiento. El MoU determina que para financiar las nuevas inversiones, la sociedad operativa “sólo se financiará con instituciones financieras, sin garantías de los accionistas”. Pero en caso de que aquello no ocurra, SQM y personas relacionadas podrán otorgar préstamos que serán pagados a partir de 2031.
No está en el MoU, pero para ese primer período, las partes pactaron algo que será beneficioso para Codelco y SQM: una política de dividendos que considere el reparto del 100% de las utilidades.
Tampoco está explícitamente en el MoU, aunque sí indirectamente: la sociedad operativa deberá tener “todos los activos, personal y demás recursos para efectivamente poder desarrollar íntegramente las actividades productivas y comerciales necesarias en relación a los productos que se derivan de las pertenencias”.
Y uno de esos activos está en China: una planta de refinación de hidróxido de litio de 20.000 toneladas métricas que SQM compró hace tan sólo un año en US$ 140 millones, en la que se tratarán sulfatos de litio que se extraen desde el salar de Atacama. Así, Codelco también pondrá un pie en China.
Lo que se dejó fuera es todo el ambicioso plan que SQM tiene en Australia, donde se asoció con el grupo local Hancock para comprar la productora de litio Azure.
Los contratos con Corfo
Fue la herramienta de negociación secreta de Codelco. A las negociaciones, la minera llegó en el último tramo con una noticia: tenía un acuerdo con Corfo para ser el nuevo arrendatario, entre 2031 y 2060, de las 16.384 pertenencias en el salar de Atacama que arrienda SQM hasta 2030. Aquello se gestionó de modo reservado entre Corfo y Codelco. SQM pensaba que aquello se negociaría en conjunto con Corfo. Pero Codelco se le adelantó.
El Consejo de Corfo, que preside el ministro de Economía, Nicolás Grau, lo aprobó el 5 de octubre. Pero no hay un documento firmado aún. Aunque la negociación finalizó, la suscripción de los contratos entre Tarar y Codelco “está sujeta a diversos procesos y autorizaciones previas, como la realización de un proceso de consulta indígena respecto de aquellas medidas administrativas susceptibles de afectar directamente a los pueblos indígenas”, dice el MoU. Ese contrato tendrá efecto a partir del 1 de enero de 2031 y en él Corfo intenta promover el cambio tecnológico para pasar de la evaporación a la extracción directa, para salvaguardar el ecosistema del salar.
Ese contrato determinará otra cosa: la duración de la nueva empresa que formen Codelco y SQM, un asunto que se establece en los estatutos de una sociedad. Puede fijarse hasta 2060 o hasta el término del contrato de Corfo-Tarar, por si aquello ocurre antes, por algún imprevisto.
Pero las partes también deben reescribir el contrato de 2018 entre SQM y Corfo, en un importante asunto. Aquello, porque en esa fecha, Corfo amplió la cuota hasta 2030: permitió subir la extracción y venta en el equivalente a 1.860.671 toneladas de litio carbonato. Pero Codelco y SQM quieren conseguir de Corfo una ampliación adicional de 300 mil toneladas.
Otro asunto estará en discusión: en el actual contrato suscrito con SQM Salar, Corfo exigió que SQM fuese aval de las obligaciones de su filial. Y ahora que Codelco será accionista de la nueva empresa, la cuprífera podría tener que compartir esa condición de codeudor, lo que afectaría los balances de la compañía, hoy exigidos. Una opción es que Corfo renuncie a esa garantía. Mal que mal, el arriendo del salar de Atacama siempre ha sido pagado. Y con creces.
Un anexo de ese contrato establecía, además, un asunto especialísimo de gobierno corporativo. “El actual controlador Julio Ponce Lerou y sus relacionados hasta el segundo grado de consanguinidad no podrán ser directores, ni ejecutivos de SQM y sus filiales”, reportó Corfo a inicios de 2018. El actual vicepresidente de Corfo, José Miguel Benavente, ha dicho que esperaba que esa restricción se mantuviese más allá de 2030, año en que Ponce cumplirá 85 años.
Aquello, sin embargo, impone una dificultad: como recuerda un negociador de 2018, ello fue pactado con el grupo Pampa Calichera como accionista de SQM, ya que esta última sociedad no tenía legalmente la facultad de pactar quiénes serían sus directores, los que los eligen sus socios. A partir de 2031, la contraparte de Corfo ya no será SQM, sino una filial de Codelco. A lo más, cree alguien que conoce el caso, podría imponerle a SQM que no nomine a Ponce en la nueva empresa que formará con Codelco. Pero ya no podría impedir el regreso de un Ponce a SQM. Este tema no fue negociado ni conversado con Codelco. Para algunos, este no es en realidad un tema.
El royalty
En 2022, el mejor año de su historia, SQM pagó al Fisco más de US$ 5 mil millones. La cifra más abultada fue el pago de arrendamiento, que ascendió a US$ 3.272 millones. También pagó otros US$ 1.418 millones por impuesto a la renta. Pero el Fisco reclama más: el Servicio de Impuestos Internos exige desde hace años el pago del impuesto específico, el denominado royalty a la minería. Y aquello está siendo disputado en tribunales. En el MoU no hay una sola palabra sobre el impuesto específico a la minería.
La disputa se ha radicado en tribunales tributarios, para liquidaciones de los años tributarios 2012 a 2022. Aún falta la liquidación por el histórico año comercial 2022. SQM Salar estimó que el SII mantiene su criterio, para ese año y hasta septiembre de 2023 la contingencia alcanzaría la friolera de US$ 933 millones.
La alianza SQM-Codelco no ha discutido este tema. Una fórmula es radicar esas contingencias en SQM y que aquello no sea heredado por la nueva sociedad. SQM deberá seguir peleando con el SII hacia atrás. ¿Y hacia adelante, a partir del 1 de enero de 2025? El gobierno corporativo de la nueva empresa deberá definir qué decisiones adopta en materia tributaria. Otra esperanza es más pedestre: que la Corte Suprema resuelva esta controversia y así SQM y Codelco evitan la diferencia.
Si la nueva sociedad debe pagar royalty a partir de 2031, el Fisco ganaría aún más. Algunos calculan que la renta bruta que obtendrá SQM a partir de 2031 descenderá a cerca del 15%, considerando que el Estado se llevará además del canon de arrendamiento y el impuesto a la renta, el royalty minero y la mitad de las utilidades vía Codelco. Es decir, casi el 85%, calcula un economista. Un millonario negocio para el Fisco.
¿Y los trabajadores del salar? ¿Y los sueldos de los ejecutivos?
La nueva empresa nacerá con los activos del litio de SQM. Y eso incluye a los trabajadores, quienes pasarán a formar parte de la empresa a partir del 1 de enero de 2025.
Codelco cerró 2022 con 15.973 trabajadores propios: el 89,7% estaba sindicalizado. SQM terminó el tercer trimestre de 2023 con 7.591 trabajadores -el 77% está afiliado a cerca de 22 sindicatos, dice la memoria 2022 de SQM Salar-, pero es una de las empresas que más ha elevado su dotación en los últimos años, gracias al crecimiento de sus negocios, el litio en especial: en 2020 tenía 5.099 empleados.
El 41% de su dotación está en SQM Salar, la filial que opera el negocio del litio: a septiembre, sumaba 3.106 trabajadores. La integración de las filiales de Codelco y SQM adoptará de seguro toda la dotación de SQM Salar: habrá continuidad laboral y no se requeriría finiquitar a sus empleados.
Otra duda relevante serán los sueldos de los ejecutivos de la nueva firma: SQM, empresa privada, paga sueldos de mercado que suelen ser más altos que en una compañía del estado, más restringida en su escala de remuneraciones. Al 30 de septiembre de 2023, SQM Salar había pagado una remuneración global de US$ 8,3 millones a 53 ejecutivos principales. Pero como la nueva empresa será controlada por SQM los primeros seis años, aquello no será problema. Codelco se hace cargo a partir de 2031. ¿Tendrá que homogeneizar sus estándares salariales en la matriz y sus filiales? No necesariamente. Un actor de Codelco recuerda que la minera tiene empresas con socios privados -como Los Bronces, El Abra o Ecometales-, las que se manejan de modo independiente, con sus propios gobiernos corporativos y sus propias políticas.
El contundente ejército de trabajadores del litio que se emparentará ahora con los del cobre ya es visto como una oportunidad por algunos dirigentes sindicales. “Como a nivel de cúpula acaban de asociarse ambas empresas, los trabajadores también deberíamos conversar para unir fuerzas”, dice el presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre, FTC, Amador Pantoja, sobre el pacto acordado entre Codelco y SQM.
Y aunque Pantoja mira con algunas aprensiones la alianza -”En el litio hay mucha historia y no la más transparente y eso no le hace bien a una empresa pública del Estado”, dice-, escucharán a los ejecutivos y directivos de Codelco antes de hacerse una opinión definitiva.
Pantoja se abre también a una futura Federación de Trabajadores del Cobre y el Litio. De hecho, explica que, sin ser parte de Codelco, la FTC ya integra hoy también a sindicatos de trabajadores de Anglo American Sur, empresa que está asociada a la minera estatal en Los Bronces. Anglo tiene un consejero en la FTC, incluso. “No es algo descabellado pensar que esta cantidad de trabajadores pueda ser parte de la FTC”, dice Pantoja sobre sus pares de SQM Salar. “Esto se acaba de firmar y vamos a buscar la forma de relacionarnos”, agrega.
Aunque las condiciones laborales no son exactamente las mismas en una y otra empresa, hay asuntos que sí se asemejan. En SQM Salar las indemnizaciones por años de servicio no tienen topes de remuneración ni antigüedad, dice su memoria. En Codelco solo los trabajadores rol B y T tienen esa condición, unos 11 mil, calcula Pantoja. SQM Salar otorga dos días de vacaciones adicionales a los 15 legales. En Codelco, dice Pantoja, hoy se otorga ese mismo beneficio.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.