Satisfechos están en Jetsmart con su primer año en Chile. La apuesta low cost de la aerolínea, que comenzó a operar en el país en julio de 2017, ya la posiciona en el tercer lugar del mercado, con una participación de 12,5% y una tasa de ocupación de 92%, la más alta de la industria, destaca Estuardo Ortiz, CEO de Jetsmart. "El balance es positivo, ya estamos transportando 1,5 millón de pasajeros", cuenta el ejecutivo.
Hoy, la firma tiene en el mercado 27 rutas en venta gracias a sus cinco aviones; ahora, en el verano, la flota subirá a 11 y los destinos crecerán a 32 con la nueva apuesta de la compañía, que se apresta a potenciar su internacionalización con la apertura de cinco nuevos vuelos desde Chile hacia Argentina.
El nuevo destino entrará en operación en diciembre y enero próximos, con tarifas promocionales que irán desde los $ 6.000 por tramo más tasa de embarque para los vuelos que salgan desde el aeropuerto de La Serena hacia Mendoza. Y con pasajes que se inician en los $ 10.000 por tramo más tasas si parten desde Santiago hacia Buenos Aires. Con todo, la compañía apuesta a "más que duplicar" los pasajeros en el corto plazo.
Pero Jetsmart irá más allá, pues en el vecino país inició el proceso para obtener la aprobación del Cesa, Certificado de Explotador de Servicios Aéreos Argentino, lo que le permitirá añadir vuelos que operen dentro de Argentina y, desde allí, trasladarse hacia otros países de la región. Si bien se espera que el proceso tome un par de meses más, la compañía planea lanzar los servicios domésticos al otro lado de la cordillera a mediados de 2019.
La meta de la firma es transportar 100 millones de pasajeros hacia el año 2026, para lo que requieren sí o sí de la expansión regional, lo que se contraviene con una gran preocupación para la firma que lidera el fondo de inversión norteamericano Indigo Partners: el valor de las tasas de embarque tanto en Chile como en los países vecinos.
Chile, que ostenta la tercera tasa de embarque doméstica más alta de la región, ya anunció una rebaja, la que se esperaba comenzará a regir en septiembre, aunque aún se requiere del visto bueno de Contraloría.
Con la reducción, se proyecta que la tasa doméstica, que se aplica a vuelos que superan los 270 kilómetros, baje de los $ 7.406 actuales a $ 5.925. En tanto, en el pasaje internacional, más de 500 kilómetros, que tiene un cobro de US$ 30 por concepto de tasa de embarque, es decir, unos $ 19.500, se prevé que se reduzca a US$ 24 en dos años.
En Argentina también se está trabajando en un cambio en el valor de la tasa, con el fin de incentivar los viajes interregionales y subir a más gente a los aviones. En el país existen tasa de embarque para vuelos nacionales e internacionales, donde esta última llega a US$ 49, más US$ 20 por las tasas de seguridad e inmigración y un componente variable, lo que llega a un total de US$ 69.
En tanto, la nacional, que se aplica a vuelos menores de 300 kilómetros, llega a US$ 35. Y es ese el tramo que buscan cambiar, ampliando la distancia hasta vuelos de más de 1.000 kilómetros.
Preocupación
Si bien Estuardo Ortiz valora tal reducción, explica que la interconexión regional es una de las metas que tiene la línea aérea, y para ello se necesita profundizar aún más la baja en las tasas.
"El anuncio de la rebaja de tasas de embarque es un muy buen paso y claramente demuestra que el Estado vio que el mercado sí se puede estimular y que existe una función social importante en el mercado, que es que el viaje aéreo sea más barato", explica el ejecutivo.
Y destaca: "Pero el tema quedó para nosotros con una tarea pendiente, porque hay que revisar las tasas interregionales para que sean más bajas y realmente fomentemos que las personas puedan estar mejor conectadas y también que los vuelos regionales, particularmente con Argentina, sean tratados como domésticos".
Añade que Argentina y Uruguay ya tienen un acuerdo así, el que podría repetirse acá, indica. "Argentina es el mercado natural, porque es grande comparado con otros países de la región y se tiene una relación aeronáutica bien desarrollada", cuenta.
El tema no es menor, explica Ortiz. "Es que una familia que quiere hacer un "weekend escape" tiene que pagar US$ 24 por persona por tasa de embarque acá y US$ 60 del otro lado, en este caso Argentina. Solo en eso ya se fueron US$ 500 en puras tasas de embarque y con ese valor ya lo piensas dos veces antes de subirte a un avión", ejemplifica.
Por eso, cuenta, eligieron El Palomar como terminal para arribar a Buenos Aires, ya que es el primer aeropuerto low cost de América Latina, gracias a que cuenta con una tasa de embarque reducida de solo US$ 19,60, valor que permite un ahorro de US$ 30 versus los otros aeropuertos que existen en la capital transandina.
Concepción-Mendoza
En cuanto a la tarifa interregional, tasa que se aplica a los vuelos domésticos de menos de 270 kilómetros, distancia que cae en zonas cercanas como Concón, la idea de Jetsmart es ampliar los kilómetros, de la misma manera que lo está impulsando hoy Argentina.
"En Chile existen dos tasas de embarque, pero la segunda prácticamente no se aplica, porque la distancia es muy baja y nadie vuela esa distancia, por eso se deberían ampliar los kilómetros", señala Ortiz. Hoy, el valor de esa tasa es de $ 2.999, según la DGAC.
Y este tema perjudica a Jetsmart directamente, pues ellos esperaban lanzar también la ruta Concepción-Mendoza, la que hoy está suspendida, porque por el alto valor de las tasa de embarque la apuesta no sería beneficiosa para su público objetivo.
"Si se sale de Concepción hacia Mendoza, viaje que es de 596 kilómetros, por el lado chileno la tasa de embarque llega a US$ 29 y por el lado de Argentina, es de US$ 69, es decir, de entrada el valor de la ruta es de US$ 100 solo en tasas, y vemos una gran barrera de entrada a un vuelo de esa naturaleza, porque por muy barato que vendamos el boleto, no se podrá motivar el uso de la ruta", explica.
Añade que este potencial nuevo mercado podría traer beneficios para Concepción, pero "hoy está sujeto a una circunstancia que le impide poder hacerlo", indica.
Explica que si bien han abordado estos puntos con las autoridades respectivas, se requiere de una coordinación mayor para que a futuro se puedan implementar. El ejecutivo hace hincapié en que hoy es el momento de profundizar en estos dilemas.
"Esto era muy difícil de plantear un año atrás, porque el mercado low cost no existía en Chile, pero ahora que ya existen números de verdad, ya se puede conversar. Por eso este debería ser el siguiente paso", recalca Estuardo Ortiz, quien adelanta que espera prontamente volver a tratar el tema con el ministro de Economía, José Ramón Valente.