Las reglas de negocios de la familia Piñera sin Piñera
Fue una precaución casi premonitoria que adquirió sentido esta semana: hace justo un año, los hijos de Sebastián Piñera Echenique definieron cómo se tomarían las decisiones en sus asuntos patrimoniales. Sebastián Piñera Morel asumió el protagonismo en los negocios; los cuatro hermanos se hicieron directores de la sociedad común y el padre fue puesto como árbitro de sus divergencias. Pero se pusieron en el caso de que no estuviera. Tras su fallecimiento, cada hijo podrá retirar hasta el 2% del patrimonio, a partir de 2027.
Son normas, cláusulas y disposiciones que nadie quiere usar, pero que el sentido común indica que es mejor dejar por escrito por anticipado. Es lo que hicieron los cuatro hermanos Piñera Morel en 2023 al establecer las normas que guiarían la administración de su patrimonio en común. Hace justo un año, el 2 de febrero de 2023, los cuatro hijos de Sebastián Piñera Echenique y Cecilia Morel Montes: la historiadora y periodista Magdalena, la médico Cecilia, el ingeniero comercial Sebastián y el psicólogo Cristóbal, firmaron un cambio estatutario de Inversiones Bancorp Limitada, la sociedad en la que son dueños en partes iguales y a través de la cual controlan la otra sociedad donde está radicada gran parte de la fortuna familiar: Inversiones Odisea Limitada.
En ese cambio estatutario, los cuatro hermanos se dotaron de ciertas reglas de gobierno corporativo a futuro. Inversiones Bancorp, creada en 1999 como una sociedad anónima, tiene a partir de 2023 un directorio de cinco integrantes: cuatro asientos son designados por cada uno de los cuatro hermanos, los que pueden ser ocupados por ellos mismos o sus descendientes mayores de edad. Los cuatro tienen en total 14 hijos, pero sólo uno de ellos mayor de edad. En febrero de 2023, entonces, el nuevo directorio de Bancorp Limitada quedó integrado por los cuatro hermanos. El quinto director, dicen los nuevos estatutos, sería designado de común acuerdo, o por la mayoría de los cuatro socios, si no hay consenso.
En la primera designación de ese quinto director, los hermanos pusieron al abogado Fernando Barros Tocornal, asesor de su padre en temas de negocios desde hace más de 30 años, quien asumió la presidencia de Bancorp. La sucesión de nombres refleja la cercanía que, además, heredaron sus hijos con los amigos de su padre. A falta de Fernando Barros, el quinto director será Ignacio Guerrero, el socio de Piñera en CMB, que lo ha representado en diversos negocios y que lo acompañaba este martes en el fatal vuelo del lago Ranco. Y si falta Guerrero, el cargo lo asumirá José Cox Donoso, el otro socio de CMB, también amigo de Piñera desde los ochenta, cuando el expresidente fue su jefe en Citicorp Chile. De la casa de Cox en Ranco salió el helicóptero el martes.
Los estatutos de Bancorp establecen que el cargo de director será incompatible con el de gerente general, una decisión que permitió en esa sociedad establecer oficialmente quien estará a cargo de los negocios a partir de ahora: Sebastián Piñera Morel, 41 años, es el gerente general de Bancorp, está en el directorio de Inversiones Odisea, Inversiones Santa Cecilia y Bancard Inversiones, la sociedad en la que el fallecido padre era el controlador. Y en todas, Sebastián junior es el apoderado principal.
Si fallece el padre...
Las últimas reglas conjuntas que se dieron los hermanos establecían que, si había divergencias en el directorio en las que dos hermanos estuvieran en una posición minoritaria, los disidentes podían someter esa materia a la decisión del padre, lo que debían pedir por escrito vía correo electrónico dentro de los cinco días hábiles siguientes. “Este derecho se extinguirá al momento en que se produzca el fallecimiento de don Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique”, dice el estatuto.
No es lo único que estaba atado a la muerte del patriarca del clan: en sus estatutos se fijó que Bancorp tendría una duración de diez años a contar de la fecha de muerte del padre de los cuatro hermanos, plazo que se prorrogaría en quinquenios, a menos que uno de los hermanos declarara su oposición. Aquello garantiza la continuidad de la unión patrimonial familiar por un tiempo razonable: luego dependerá de la decisión de los hermanos si siguen juntos.
Lo tercero que estaba ligado a su padre es un asunto de liquidez patrimonial. Bancorp acordó distribuir todos los años a sus socios el 20% de las utilidades del ejercicio anterior o el 1% de su patrimonio, la cifra que resultare más alta. Pero en caso de fallecimiento del padre, los cuatro hermanos podrán retirar en total el 8% del patrimonio, pero recién en tres años.
“Una vez cumplido el plazo de tres años contados desde el fallecimiento de Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique, y por un período máximo de doce meses contados desde dicha fecha, cada uno de los socios tendrá derecho a solicitar a la sociedad que ésta le haga entrega en dinero o en especie de recursos equivalentes a un dos por ciento del patrimonio de la sociedad, determinado conforme al balance auditado al 31 de diciembre del año inmediatamente anterior”, dice el artículo noveno, número dos, de los estatutos sociales de Bancorp. Esa misma ventana de 12 meses se abrirá luego de nuevo cada tres años. Con esto, los Piñera Morel podrán pedir el reparto del 2% de su patrimonio a partir de enero de 2027.
El dinero y el sucesor natural
No hay una cifra exacta. Nadie la tiene, salvo los integrantes del grupo. La fortuna construida por Sebastián Piñera en sus numerosas inversiones supera, según estimaciones de cercanos, los US$ 3 mil millones y se acerca incluso a los US$ 4 mil millones. Pero la gran parte de esos recursos no serán heredados: ya están a nombre de sus hijos y su viuda. Tempranamente, Piñera traspasó recursos e hizo socios a sus hijos de las sociedades que fueron acopiando los dineros que multiplicó en sus inversiones. Lo decía así una declaración del grupo de 2017, cuando Piñera presentó una declaración de intereses y patrimonio al convertirse por tercera vez en precandidato a la Presidencia de Chile: “La familia de Sebastián Piñera E. ha participado como socia en las empresas del grupo familiar desde los inicios de su actividad y como tal ha sido beneficiada con el éxito de dichas empresas”, decía ese texto que precisaba el patrimonio declarado por Piñera y su esposa, un monto mucho menor a la fortuna familiar completa. “Sebastián Piñera, en conjunto con su señora, declararon un patrimonio superior a US$ 800 millones, el que, por metodología aplicada, subestima el valor económico del mismo”, decía una minuta explicativa difundida entonces. Con ello aludía al valor libro empleado para calcular sociedades o el avalúo fiscal utilizado en el caso de los bienes raíces.
Pero el patrimonio familiar era entonces, y ahora, muy superior. Solo en 2010 Piñera recaudó cerca de US$ 1.700 millones cuando vendió sus principales empresas al asumir su primer mandato: por la venta del 26% de Lan Airlines consiguió US$ 1.492 millones, cifra a la que se sumaron US$ 200 millones por la venta de participaciones en Clínica Las Condes y Blanco y Negro y el control de Chilevisión. Pero ya tenía una amplia cartera de inversiones financieras en renta fija y variable que había entregado en fideicomiso. Los productos de las ventas de 2010 fueron a engrosar las cuentas de las sociedades familiares: Nicolás Noguera, exgerente general del family office, estimaba más tarde que ese año sólo en el fondo Mediterráneo, dependiente de Odisea, los fondos superaban los US$ 1.000 millones.
La mayor parte de los recursos está en portafolios financieros, mayoritariamente en el exterior. Tras su salida de La Moneda por última vez, en marzo de 2022, Sebastián Piñera padre puso más atención a esas inversiones y estaba permanentemente al tanto de la evolución de la economía global y de los mercados financieros. Un gestor de inversiones recuerda haber recibido llamadas de Piñera en el último año. “Sabía todo lo que estaba pasando”, recuerda, haciendo un paralelo con lo que, como gobernante, ocurría con su gabinete: en cada bilateral con algún ministro, Piñera demostraba detallado conocimiento de los asuntos de esa cartera: lo mismo ocurría en sus inversiones. Conocía no solo las clases de activos en los que estaba invertido su dinero, sino que también los instrumentos específicos. En los últimos meses, el expresidente y su hijo homónimo participaban en reuniones con especialistas en administración de cartera a los que encomendaban fondos. Ahí quedó claro quién era su reemplazante en esos temas.
“No hay dos”, dice una de las personas más cercanas a Sebastián Piñera Echenique sobre el reemplazo del fallecido empresario en el manejo del patrimonio familiar, su hijo Sebastián. “Es el sucesor natural”, agrega un gestor de inversiones que ha sido contraparte de Odisea y Bancard. “Sebastián hijo es el CEO que reemplazó a Nicolás Noguera”, afirma sobre el rol que asumió tras la salida del gerente general de Bancard, luego Odisea, quien dirigió el grupo por casi veinte años y lo dejó para emprender en solitario en junio de 2022. Noguera no se fue del todo: hoy está en el directorio de Odisea junto a Piñera hijo y Fernando Barros. Sobre Piñera junior, contrapartes dicen que es tan rápido como el padre y que está encima de todos los temas. Ingeniero comercial de la Universidad Católica, trabajó en IM Trust como analista de finanzas corporativas y en Bancard, bajo el mando de Noguera, de 2009 a 2011, cuando partió a hacer un posgrado en Stanford. A su regreso, creó su propia empresa de asesorías financieras, la que hoy ya no está vigente. En los últimos años, volvió a la familia, ahora como jefe. En mayo de 2023, las sociedades relevantes del patrimonio familiar actualizaron los poderes y todas ellas pusieron, como el único apoderado clase A, a Sebastián Piñera Morel. Cada decisión relevante requiere su firma. Así lo hicieron el mismo 18 de mayo de 2023 Inversiones Odisea, Bancard Inversiones e Inversiones Santa Cecilia S.A. En esta última, el directorio estaba formado en 2023 por Fernando Barros, Ignacio Guerrero, Nicolás Noguera y los hermanos Sebastián y Cristóbal Piñera Morel. Bancard Inversiones Limitada era hasta ahora la sociedad donde se radicaba el patrimonio personal del expresidente. Por eso en su directorio estaban sus contemporáneos, Ignacio Guerrero y su hermano Pablo Piñera, además de su hijo Sebastián. Ahí está gran parte del patrimonio personal del expresidente que será ahora heredado por sus hijos y que el año pasado, tras el fin de su segundo mandato, recibió de vuelta, no del todo, de los fideicomisarios -Moneda, BTG Pactual y Altis- y que sumaba cerca de US$ 600 millones. Y que pasarán ahora por el proceso de posesión efectiva y que, de seguro, administrará el tercero de los cuatro hermanos Piñera Morel.
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