“Estudié Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, pero siempre supe que quería trabajar en el sector financiero, relata Pablo Echeverría, considerado un personaje clave en el mercado financiero chileno. Mi primer trabajo fue en la mesa de dinero de la AFP Santa María, pero al poco tiempo me llamó Sergio Undurraga, quien junto a Antonio Cruz lideraban una sociedad de inversiones llamada IMCO (Invesment Management Company), y yo partí como el primer analista de inversiones. IMCO hacía conversiones de deuda externa chilena, mecanismo con el que se privatizaron algunas compañías, y crearon fondos accionarios, que eran una novedad en Chile, porque nadie miraba las acciones como inversiones de largo plazo”.

“Ahí viene la transición a la democracia y había un temor muy grande de que el país se iba a desplomar. Yo tenía una visión bastante más optimista y fui de los pocos de mis amigos del sector que votó por el “No” en el plebiscito. Y no me equivoqué. Cuando termina el gobierno militar, viene una confianza muy grande en Chile gracias una transición a la democracia muy bien hecha en los 90, con muy buenas políticas públicas, así que vinieron 10 años que fueron muy gloriosos para Chile”.

“En IMCO me toca liquidar fondos accionarios, que eran empresas distintas a Endesa, Telefónica, Papelera o Copec. Eran otro tipo de compañías, que nadie miraba, pero muy importantes en sus mercados. En ese momento, la visión de los socios era que íbamos a tener que hacer una pérdida al venderlas, pero yo comencé a hacer un plan tipo banca de inversiones, a promoverlas para generar interés. Ahí viene mi primera inquietud respecto de qué pasaba con estas compañías medianas, que se llaman small caps -Enaex, CristalChile o cementeras como Bío Bío, Polpaico, Melón- que todas transaban en bolsa, pero nadie miraba. Me puse a estudiar la bibliografía respecto de este tipo de compañías y lo que se concluía era que eran más rentables que las grandes, porque eran menos intensivas en capital, por ende, tenían altas tasas de retorno sobre capital, y porque cada proyecto marginal daba un salto muy grande en volúmenes vendidos”.

Nace Moneda

“En 1993, Undurraga y Cruz deciden formar Moneda y me invitan a participar. La idea era hacer private equity, pero les dije que mejor formáramos un fondo para invertir en small caps. Así, en 1994 nació Pionero, el primero en la categoría en Chile, y nuestras primeras inversiones fueron Enaex y Banmédica, y con el paso del tiempo se convirtieron en inversiones estratégicas, con participación en los directorios”.

“Este segmento llegó a ser un mercado de US$ 3 mil millones, del cual tuvimos el 40%. Hoy, con las políticas públicas que se han adoptado, se ha achicado unos mil millones y el fondo a unos US$400 millones, pero con una rentabilidad muy alta y consistente en los 30 años, 13,5% anual compuesto, que significa multiplicar el capital por cerca de 50 veces a los fundadores del fondo”.

Fondo de deuda latinoamericana

“Cuando partí trabajando en Moneda, el primer analista de inversiones que contraté fue a Fernando Tisné, la mejor contratación que he hecho en mi vida. Hoy somos socios. Pasó que las AFP empiezan a invertir afuera. Y ahí dijimos: bueno, hicimos Moneda para prestar servicios para inversionistas institucionales, entonces tratemos de acompañar a los institucionales en este proceso. Tisné decidió tomar el desafío de desarrollar este producto. Y ahí pasan dos cosas bien relevantes: uno, a través de las AFP llegamos a un contacto con la empresa de Nicholas Brady, exsecretario del Tesoro americano. Fernando partió a Washington, estuvo unos meses allá, aprendió mucho del plan Brady, que era la reestructuración de la deuda latinoamericana. Pero nuestro expertise estaba en el mundo corporativo, en evaluar compañías. Entonces, cuando mirábamos bonos soberanos, nos preguntamos: ¿queremos ir a competir en bonos con los bancos, o hacer un producto distinto? Y de ahí nace la idea de hacer el fondo Moneda Deuda Latinoamericana: nuestro segundo acierto muy grande”.

Pablo Echeverría, socio fundador de Moneda Asset Management, actual Moneda Patria Investment.

“Una cosa que nos caracteriza es que para invertir, hacemos mucho research, con trabajo de campo. Una pasión por entender las compañías: ir a una planta eléctrica, a una celulosa, a entender tecnologías, cuáles son las dos compañías que están en la misma industria, cuál lo está haciendo bien versus cuál lo hace mal. Eso es más usual cuando uno invierte en acciones, pero no en el mercado de bonos. Nosotros hacemos mucho trabajo de campo. Estamos viajando a todos los países, y no solamente nos juntamos con los gerentes generales, o de finanzas; nos gusta estar con la gente de operaciones, de comercial. Tengo un acercamiento un poco más de la ingeniería, que tiene que ver con mi background”.

La búsqueda de un socio

“El 2010, decidimos abrir una oficina en Nueva York, para diversificar nuestra base de clientes siempre con el foco puesto en América Latina. Comenzamos a desarrollar productos para atraer clientes globales a la región, para lo cual fue fundamental dar mayor liquidez a los productos. Igual, nos dimos cuenta que cada proceso de convencer al mundo institucional o al de fondos soberanos era muy largo. Y ahí dijimos, ¿por qué no buscamos un socio que tenga 30% o 40% de la compañía y que nos ayude en la distribución? Pero siempre queríamos mantener el control. Era el 2015 y recibimos tres ofertas, pero todas sobre el 60%. Es divertido, pero la oferta que más nos gustó, de una compañía de Boston, nos dice que felices se asocian, pero teníamos que quedarnos 10 años. Y me pareció eterno, lo que es una paradoja porque han pasado más de diez años de aquello”.

“La llegada de Patria es muy interesante porque ellos tenían inversiones en el fondo de Moneda Deuda Latinoamericana. O sea, eran clientes nuestros. A mediados del 2019, el chairman de Patria, Olimpio Matarazzo, anuncia una visita a Chile. El día anterior a la reunión se desploma el mercado argentino y nosotros teníamos un 20% del fondo en ese país. Pensamos que Matarazzo nos iba a matar. Fernando le empieza a dar todo tipo de explicaciones de qué nos había pasado en Argentina, de cómo nos habíamos cubierto, por qué no lo habíamos hecho mal. Pero él no venía a eso. Y entonces nos dice: mira, en Patria hacemos private equity, infraestructura, algo de real estate y ustedes tienen dos categorías de activos que no tenemos. Y queremos convertirnos con ustedes en un asset manager global latinoamericano en todas las categorías de activos. Quedamos muy entusiasmados, pero vino el Covid y la cosa se congeló hasta fines de 2020, cuando comenzamos a tener conversaciones más serias. Fuimos a Brasil, nos gustó mucho la compañía. Primero, tratamos de comprar un porcentaje de Patria y que ellos un porcentaje en Moneda. Una suerte de pololeo. Pero finamente llegamos a este acuerdo donde vendimos el 100% de Moneda, pero una parte muy sustancial del pago lo recibimos en acciones de Patria y yo, en representación de los socios de Moneda, llegué al directorio de Patria”.

Pablo Echeverría, exponiendo durante un reciente seminario de Moneda Patria Investments.

“Soy head de Latam Equities de Patria, director de Patria y presidente de Moneda. Tengo más de 60 años, pero estoy muy entretenido, sabiendo que en lo que me gusta van a haber dificultades. El año pasado fue un año muy desafiante donde, por ejemplo, todas las monedas en América Latina se fueron al suelo: el real cayó 23%, el peso mexicano cayó 18%, el peso colombiano 15%, el peso chileno 12%. Pero si no existiera esa volatilidad y esos desafíos, nadie contrataría Moneda. Esa es la razón por la cual contratas a un especialista. Entonces, en la medida que siento que puedo seguir agregando valor, voy a seguir trabajando”.