Son tres los ingredientes que se mezclan en la receta de incertidumbre que está marcando la pauta de los mercados internacionales. A los vaivenes de la guerra comercial, se sumó no sólo la consolidación de una fuerte desaceleración en Alemania, sino que también las dudas sobre el suministro de petróleo tras el reciente ataque a la mayor refinería de petróleo del mundo en Arabia Saudita.
La jornada de ayer refleja bien el peso de estas preocupaciones. En Asia se partió con un retroceso de 1% en la bolsa de Shanghái, donde los inversionistas intentaban asimilar los últimos acontecimientos sobre la confrontación entre China y EEUU.
Además de la abrupta cancelación de las visitas de la delegación de Beijing a granjas estadounidenses el viernes, estaban las más recientes declaraciones de Donald Trump. El presidente de EEUU quitó de la mesa la posibilidad de un acuerdo parcial entre ambas naciones, el mismo por el que apuestan la mayoría de los grandes bancos globales, afirmando que buscarán un "acuerdo comercial completo".
En este marco, el pesimismo volvió a imponerse en las perspectivas del conflicto. "La amenaza contra el comercio, en este momento, es el mayor obstáculo para la economía global", señaló ayer Christine Lagarde, exdirectora gerente del FMI.
"Son menos trabajos. Se trata de menos negocios. Es menos inversión. Es más incertidumbre. Pesa como una gran nube oscura en la economía global", agregó la futura presidenta del BCE.
Será justamente en esa posición que Lagarde se tendrá que enfrentar a otra de las incertidumbres que se impuso en la jornada: la desaceleración de Alemania. La mayor economía europea registró una nueva contracción en sus manufacturas, al marcar 41,4 puntos en el índice PMI que las mide, el dato más bajo en casi una década. "La economía cojea hacia el último trimestre del año y, en su trayectoria actual, podría no ver ningún crecimiento antes de fines de 2019", dijo Phil Smith, economista principal de IHS Markit, que elabora el reporte.
Por el contrario, los datos de la manufactura estadounidense, que registraron una expansión con 51 unidades, sirvieron para sacar de las bajas a Wall Street y permitirle cerrar la jornada prácticamente plana. Sin embargo, la incertidumbre se siente en el ambiente y no sólo por la guerra comercial.
Aunque no se compara con las alzas del lunes pasado, ayer el petróleo subió 1%. El mercado tiene dudas sobre la capacidad que tenga Arabia Saudita de reponer la oferta de petróleo que suspendió tras el ataque sufrido por las refinerías de Saudi Aramco, sospechas que se intensificaron tras un artículo de Wall Street Journal que aseguraba, citando a oficiales del país árabe y contratistas de petróleo.
"La prima de riesgo geopolítico ha regresado con fuerza y lo que ocurra por el lado de la oferta se ha puesto de nuevo en el centro de atención", señaló Stephen Brennock, analista de petróleo en PVM Oil Associates.