El 28 de octubre de 2019, el Presidente Sebastián Piñera realizó un cambio de gabinete para hacer frente a los nuevos desafíos que tenía el Ejecutivo luego del estallido social del 18 de octubre de 2019. Y como estrategia cambió a todo el equipo económico, ya que la agenda debía ser social. Uno de los hombres claves que llegó a liderar ese equipo fue Ignacio Briones, quien reemplazó en Teatinos 120 al hasta ese entonces ministro Felipe Larraín. Su inicio fue positivo, ya que su estilo dialogante se alejaba de los “clásicos” economistas que habían pasado por Hacienda. Al comienzo hubo buena relación con los parlamentarios de oposición y una buena imagen ante la ciudadanía. Sin embargo, con el paso de los meses, y la llegada de la crisis del Covid-19, que impactó fuertemente la actividad económica, se ha ido mermando su relación con el Congreso principalmente. De todos modos, recibe elogios desde Valparaíso.
“Nadie le daba más de 3 o 4 meses cuando llegó, y sin embargo ha tenido capacidad para sacar la agenda de emergencia adelante y dirigir al país en momento muy álgidos de crisis sanitaria, financiera, social y política, y además con una coalición de gobierno que en la práctica casi no existe”, afirma el senador y presidente de la Comisión de Hacienda, Jorge Pizarro ( DC).
El prometedor inicio
Su inicio fue prometedor, ya que logró destrabar la reforma tributaria con un acuerdo con la oposición apenas a unas semanas de jurar como parte del gabinete, siguió con dos buenos golpes con la aprobación del Presupuesto 2020 y del reajuste del sector público sin mayor dificultad. Si bien en este debate varios le reconocen su faceta de dialogante, abierto a negociar, otros que conocen la interna de esa negociación afirman que fue calificado así porque “en esa reforma se cedió mucho”, aunque se reconoce que el escenario era complejo.
La llegada del Covid-19
La contienda subió de tono en marzo con el arribo del Covid-19, pero logró en un comienzo sortear con éxito las críticas de la oposición quienes le pedían mayores recursos para enfrentar las mayores demandas y así hacer frente a la crisis. En medio de eso, convocó a un grupo de 16 economistas representativos de todos los partidos políticos para armar un plan fiscal. De esa mesa de trabajo resultó el fondo Covid 19 por US$12.000 millones. Hasta ahí su gestión seguía en alza. De hecho, la aprobación ciudadana lo favoreció como el mejor evaluado -en la encuesta Cadem- del gabinete entre enero y mayo, y que lo llevó a un peak en junio de 56%, donde solo cedió el primer lugar antes el recién llegado ministro de Salud, Enrique Paris. Alejandro Alarcón, académico de la Universidad de Chile, sostiene que “ha mostrado no sólo actitudes técnicas y políticas, ha logrado coordinar y sacar adelante los proyectos de la emergencia. Donde se ha quedado rezagado es en el tema del presupuesto, pero ha mostrado ser un buen ministro para un contexto de crisis como el actual”.
Misma visión entrega el senador José García ( RN), quien lo califica como “muy sólido en sus argumentos técnicos con una activa y permanente participación personal en el Congreso. En medio de la tempestad, han estado firme en el timón”.
El inesperado 10%
El retiro del 10% de los fondos de pensiones fue un duro golpe para el ministro de Hacienda. A fines de julio, el Senado terminó por aprobar el proyecto, lo que caló hondo en el gobierno y en especial en el ministro, quien había defendido con argumentos técnicos lo dañino que sería ese proyecto para las pensiones. En paralelo a ese episodio, sufrió una abrupta caída en su aprobación en julio, de casi 20 puntos, y lo ubicó en el puesto 11 (entre 28), con solo 38% puntos. Esto afectó su relación con los parlamentarios, ya que hace poco más de un mes habían acordado el Fondo Covid-19 por un plazo de 18 meses. Esta semana, con el avance del segundo retiro del 10% el escenario se le torna cuesta arriba. “El ministro ha tenido un rol menos coordinado con los parlamentarios de lo que tuvo durante los primeros meses. La situación hoy día es mucho más compleja para cualquier ministro”, afirma el economista de Rojas y Asociados, Patricio Rojas, quien agrega que “la racionalidad que tuvo para el retiro del 10% se enfrentó a un razonamiento mucho más emocional de los parlamentarios. Ante eso era imposible evitarlo, y eso es lo que está pasando ahora con el nuevo retiro”.
Reforma de pensiones
La reforma previsional es una materia pendiente para Briones. Si bien ha intentado avanzar la propuesta del gobierno de mantener un porcentaje de alza de 6 puntos de cotización en cuentas individuales no ha logrado convencer a la oposición, ya que ellos han mantenido la postura de que toda el alza sea destinada a fondo solidario. Ahora, si avanza el segundo retiro del 10% de los fondos de pensiones, el escenario es mucho más adverso y para algunos hace inviable seguir con una reforma a las pensiones. Tomás Flores, economista de LyD, argumenta que “en la medida que el populismo se ha apoderado del Congreso, se hace muy compleja la gestión legislativa en lo que resta de esta administración, sin que exista mucho espacio para resolver temas complejos como el tema previsional”.
Exenciones tributarias y nueva comisión
Una de las últimas cartas que presentó Briones en su año de gestión fue el informe del FMI de las exenciones tributarias. Junto a ello formó un nuevo grupo de 16 economistas, quienes revisarán el actual sistema impositivo del país para definir una nueva hoja de ruta en esa materia. Este puede ser uno de sus grandes legados.