Las aerolíneas Latam Airlines, a través de su filial Latam Brasil, y Gol fueron las únicas participantes en la subasta de los activos de Avianca Brasil que se realizó este miércoles, y que es parte del proceso de reestructuración de la quebrada aerolínea.

La subasta contempló la licitación de siete Unidades Productivas Independientes (Upi), de las cuales seis comprendían derechos de aterrizaje y despegue (slots) en diferentes aeropuertos y la séptima el programa de fidelidad al cliente Amigo.

Latam Airlines se adjudicó dos unidades (B y C), que incluyen un total de 67 slots en los aeropuertos de Congonhas (Sao Paulo), Guarulhos (Sao Paulo) y Santos Dumont (Río de Janeiro), por las que pagó US$70,1 millones, mientras que Gol se quedó con otras 3 (A, D y E) que suman 83 slots en dichos aeropuertos, por las que desembolsó US$77,4 millones.

Ninguna de las dos ofertó por la Upi F, ni el programa Amigo.

En abril ambas aerolíneas habían alcanzado acuerdos por separado con los acreedores de Avianca para participar en la licitación y se comprometieron a realizar ofertas por al menos US$70 millones cada una.

Postergación

La subasta se iba a realizar originalmente el 7 de mayo pero fue suspendida por el Primer Tribunal de Justicia de Sao Paulo que acogió un recurso presentado por la operadora de servicios aeroportuarios Swissport, uno de los acreedores de Avianca, que alegó que el modelo de división de los activos en la subasta llevaría a un aumento en la concentración de mercado, a favor de Latam Airlines y Gol.

El acuerdo se dio luego que Azul, la tercera compañía aérea más relevante de Brasil con un 19% del tráfico, ofreciera comprar la mayoría de los derechos de frecuencias (slots) que tiene Avianca Brasil.

El plan no convenció del todo a los acreedores de las sociedades que manejan Avianca Brasil, entre ellos el fondo Elliott, quienes diseñaron una nueva propuesta. Para ello estableció el modelo en que se dividieron los activos de Avianca en siete unidades productivas independientes (Upi). Con este nuevo esquema, Elliott invitó a participar en el proceso a Latam Airlines y a Gol, que lideran el tráfico aéreo brasileño con participaciones de 32% y 36%, respectivamente.

Azul le pidió al tribunal que creara una sola unidad productiva, al agrupar todos los activos de Avianca Brasil, que luego podrían venderse a Azul por US$145 millones. Azul, que había señalado que Gol y Latam pretenden evitar que obtenga la lucrativa ruta de vuelo Sao Paulo-Río de Janeiro, dijo que el plan de reestructuración aprobado por los acreedores en abril se vio afectado por los pagos directos que Elliott recibió de Gol y Latam, pasando por alto los derechos de los demás acreedores.

Sin embargo, el tribunal rechazó la petición de Azul y su director ejecutivo, John Rodgerson, señaló que la compañía no apelará la decisión y que no planean elevar su oferta por los activos de Avianca Brasil.

El 24 de mayo la Agencia Nacional de Avicación Civil de Brasil resolvió suspender todas las operaciones de Avianca hasta que la compañía no demuestre que tiene la capacidad de seguir realizando sus actividades de manera segura. Previo a todos estos problemas Avianca era la cuarta mayor aerolínea de Brasil.

Avianca Brasil, la marca comercial de Oceanair Linhas Aéreas, no forma parte del grupo de compañías de Avianca Holdings S.A, con sede en Colombia, pero ambas integraban un holding controlado por el mismo inversionista colombo-boliviano, German Efromovich. La compañía pidió protección por quiebra en diciembre, argumentando que sus operaciones estaban amenazadas por arrendadores que intentaban recuperar la propiedad de sus aviones.