Se acaba la Ley de Protección al Empleo (LPE), al menos en lo referente a las suspensiones de contrato, una de las medidas más relevantes tomadas para hacer frente a la pandemia.
La ley, que rige desde abril de 2020, permitió que empresas y trabajadores solicitaran la suspensión temporal de los contratos laborales, posibilitando a los empleados hacer uso del Seguro de Desempleo -al cual se le inyectaron más recursos-, sin perder el vínculo con la empresa, con la idea de que una vez que lo peor de la emergencia sanitaria pasara, volver a sus laborales. El gobierno había extendido la vigencia de la norma el mes pasado hasta el próximo 6 de octubre, día en el que finalmente expirará.
En estos 18 meses, trabajadores de todos los rubros y en empresas de distinto tamaño hicieron uso de la medida, alcanzando, según datos del Departamento de Estudios del Ministerio del Trabajo, 864.306 trabajadores con solicitudes aprobadas durante algún momento de la ley. De estos, actualmente quedan 65.054 bajo esa condición, es decir, un 7,5% del total.
Con esto, desde la entrada en vigencia de la ley, alrededor del 17% de los trabajadores cotizantes del seguro de cesantía hicieron uso en algún momento de la ley.
“La Ley de Protección al Empleo fue una de las herramientas más importantes para proteger los empleos de cerca de 865 mil personas que, en un escenario sin este instrumento, podrían haber perdido su trabajo por el fuerte impacto que tuvo la pandemia en las distintas actividades de la economía. Hoy, frente a la recuperación de los niveles de empleo de los últimos periodos, han ido cambiando las prioridades. Comenzamos protegiendo las fuentes laborales de las personas, y estamos transitando hacia la creación de nuevos empleos formales”, señala Hans Schlechter, jefe de Estudios del Ministerio del Trabajo.
Los datos muestran que la mayor cantidad de solicitudes vigentes a la vez se registró en los primeros meses de la pandemia, desde fines de marzo hasta septiembre , para luego comenzar a caer drásticamente hasta febrero del presente ejercicio, para luego, cuando volvieron las cuarentenas en marzo, volver a subir, pero en forma mucho menos empinada que durante 2020. Y, a partir de julio ya se registró un nuevo descenso hasta el mínimo de fines de septiembre.
Tras conocer este informe, el director del Centro de Encuestas UC, David Bravo, que destaca en primer lugar que “se entreguen de manera oportuna y que se consideren la información de las suspensiones vigentes y no solo las aprobadas. Esto corresponde a una recomendación que hicimos en la Comisión de Recuperación de los Empleos”.
Sobre los datos señala que con los datos “es posible así comparar la relevancia que esta ley tuvo en el inicio de la pandemia y en la primera e importante ola de contagios y de cuarentenas en el país, con un peak de casi 564 mil personas beneficiarias″, y destaca que “actualmente vemos una fuerte disminución en julio, agosto y septiembre, correspondiendo con la fuerte reactivación en el mercado laboral en la que nos encontramos actualmente”.
Actualmente, de las 65.054 solicitudes vigentes, 47.300 corresponden a mujeres, es decir, un 73% del total. Los hombres llegan a 17.718, lo que refleja el mayor rezago del empleo femenino para reincorporarse al mercado del trabajo, el cual se ha visto durante toda la pandemia.
Al cierre de septiembre -el jueves recién pasado- quedaban solo 65.054 personas bajo suspensión -es decir, 7,5% del total-, su menor nivel para un término de mes. Lideran la lista los trabajadores de los sectores de comercio (12.943) y alojamiento y comidas (12.077), dos de los sectores más golpeados durante la pandemia. Si se suman todos los suspendidos durante el período de vigencia de la ley, hay que sumar a la construcción, que queda en segundo lugar, con 170.953 personas. En primera posición quedó el comercio (202.335) y tercero alojamiento y comida (135.848).
“Si se toma al total de personas que usaron la ley de empleo en toda la pandemia, un 20% (uno de cada 5) pertenecían al sector de la construcción. Si se mira ahora a los que tienen la suspensión vigente, solo un 5% de ellos son de la construcción. Esto es coherente con la fuerte reactivación en el empleo que hemos visto en ese sector (en los datos que el INE mostró ayer, construcción había recuperado el 93% de los empleos perdidos antes de la pandemia)”, sostiene Bravo.
Por empresas
En cuanto a la distribución de las suspensiones vigentes por tamaño de empresa, el 69% de los trabajadores labora en micro, pequeña o medianas empresas, mientras que el 31% restante lo hace en empresas grandes.
Durante toda la vigencia de la ley, los porcentajes se mantuvieron similares, con el 70% de todos los empleados suspendidos pertenecientes a micro, pequeña o mediana empresa y el 30% a grandes firmas.
En relación a la cantidad de empresas por tamaño que accedieron a la suspensión de contrato, estas totalizan 138.050 con solicitudes aprobadas, de las cuales el 76,3% son microempresas, el 17,6% pequeñas, el 4,3% medianas y el 1,9% grandes.