Si se escribiera la historia de las empresas de internet en Chile, claramente los emprendimientos del ingeniero civil industrial Cristián Casamayor estarían presentes. Hace más de 25 años creó una empresa dedicada al respaldo de información que prosperó hasta fines del siglo pasado. En 1998 armó PlanetaFutbol.cl, que tuvo un importante impacto en su momento y duró hasta el 2001. De ahí, lanzó Hosting.cl, empresa de alojamiento de páginas web que sigue hasta hoy. Fue en esta última plataforma donde empieza a surgir la idea de un nuevo servicio, que comenzó como un spin off, para luego transformarse en una startup independiente.
“Nos dimos cuenta que las formas de pago para contratar los servicios cobraban una comisión de entre 2,5% y 4,5% y el dinero se demoraba de 4 a 5 días hábiles. ¿Cómo no había otra solución?”, comenta Casamayor, y agrega: “Además, para nosotros era mucho más fácil decirles a nuestros clientes que mejor transfirieran el pago directamente y el servicio quedaba activado de inmediato. Más rápido y más barato. Y comenzamos a potenciar esa alternativa”.
Pero si de 10 a 20 transferencias diarias era algo manejable, cuando superan las 100, son de montos similares y no especifican el detalle de quien la envió, empieza el caos. Buscando una solución, hace cinco años llegó a Hosting.cl el ingeniero informático Álvaro Flaño, quien llevó la solución: un sistema que, mediante un bot, era capaz de extraer la información de las transferencias. A la larga, bastaba que el cliente sólo incluyera su RUT y todo quedaba ordenado. Con el tiempo, mejoraron otros elementos y el sistema comenzó a ser más inteligente, hasta que se convirtió en el principal medio de pago de esta empresa. “Fue cuando nuestros propios clientes comenzaron a preguntar quién había desarrollado este método. Fue cuando nos dimos cuenta que había que armar algo aparte”, recuerda Casamayor.
Corría 2019 y Flaño salió de Hosting.cl y junto con Casamayor armaron un equipo independiente para desarrollar el nuevo servicio. En seis meses tuvieron la primera versión y los primeros clientes. Crearon entonces la empresa que se denominó Linkify, donde ambos entraron como socios.
El modelo de negocio es sencillo. Consiste en una plataforma que administra las transferencias de dinero, cobrando $200 + IVA por validación de cada una, independiente del monto. “Para algunos rubros, como el del mundo automotriz (tenemos, por ejemplo, a Salazar Israel como cliente), ha sido un cambio brutal, además de un gran ahorro, ya que prácticamente todas las otras pasarelas de pago tienen una comisión asociada”, explica Casamayor, y aclara: “Tampoco tocamos el dinero, simplemente validamos la transacción entre ambas partes de forma inmediata y a ambas partes les llega un aviso en tiempo real”.
No pueden hablar de “efecto pandemia” en el comportamiento de Linkify, ya que prácticamente comenzaron a despegar a principios de 2020. Pero uno de los cambios clave ocurrió a principios de este año, con la entrada de un tercer socio: la empresa de desarrollo de software de Curicó y especializada en facturación electrónica y sistemas de pago, Haulmer. “Ellos tienen un tremendo equipo de desarrollo con el que estamos trabajando para llevar a Linkify a prestar servicios de Open Banking, consolidar cuentas bancarias y ser la única entrada que necesita una empresa para manejar todas sus cuentas corrientes. Nos dio un gran impulso”, comenta Casamayor.
Actualmente, Linkify tiene cerca de 1.500 clientes, entre los que se cuentan entidades como Aduanas de Chile, Corpora Tresmontes, Casino Monticello, Salazar Israel, Remates Reyco, Coseche y Crediautos, además de una gran cantidad de pymes, llegando a alcanzar unas 250.000 validaciones al mes. En lo que va de 2023 llevan cerca de $300 mil millones en validaciones y esperan cerrar el año con una facturación cercana a medio millón de dólares, lo que corresponde al doble de lo alcanzado en 2022. “Si bien nuestra solución la puede utilizar cualquier persona o pyme, está pensada para negocios que tengan al menos unas 100 transferencias mensuales, ya que, si son menos, no sé si necesite tener un validador de este tipo”, indica Cristián Casamayor.
Nunca han querido levantar capital con inversionistas externos y tampoco está dentro de plan. Prefieren crecer orgánicamente. “El tema es que son pocos países los que tienen tan avanzado el tema de las transacciones bancarias como Chile. Por ejemplo -aunque es un país pequeño-, Bolivia lo consiguió. México también, pero no en todos los bancos. Ni siquiera Estados Unidos lo ha logrado. Como sea, siempre estamos a la espera, porque lo más posible es que en poco tiempo se logre en Latinoamérica que todos los bancos estén coordinados”, concluye Casamayor.