Este martes se cumplen 12 días desde que el sindicato de trabajadores de Minera Candelaria, ligada a la canadiense Lundin Mining, comenzó la huelga, tras rechazar la última oferta.
El domingo la situación se agudizó, pues la compañía anunció la suspensión de su operación para dar seguridad a sus trabajadores. “Dadas las circunstancias actuales, y con la finalidad de garantizar la seguridad de cada uno de sus trabajadores, Candelaria tomó la determinación de suspender sus operaciones a partir del día 20 de octubre. Durante este período, sólo se continuarán ejecutando trabajos esenciales para dar cumplimiento a nuestros compromisos de seguridad de las personas y medio ambiente”, informaron desde Minera Candelaria.
Esto ya muestra sus primeros impactos, pues el precio del cobre ayer cerró en $3,06 la libra, subiendo 0,4% respecto al viernes.
Desde la industria se sostuvo que uno de los elementos que explican esta alza es la paralización de Candelaria. “El efecto de posibles huelgas estaba mayormente internalizado por el mercado, sin embargo estimo que parte del alza del lunes estuvo influida por el anuncio realizado durante el fin de semana”, aseguró el director ejecutivo de la consultora Plusmining, Juan Carlos Guajardo. La directora de Estudios de Vantaz, Daniela Desormeaux, dijo que es pronto para dimensionar aún el impacto en precios, “pero claramente algún efecto podría tener en la medida que esta paralización se extienda en el tiempo”.
Respecto a un posible impacto en la producción, los expertos aseguraron que dependerá de cuánto tiempo se prologue la paralización.
“Candelaria tiene un menor impacto a nivel global. La proyección de producción de cobre para este año sumaba alrededor de 170 mil toneladas de cobre fino, lo que representa aproximadamente 3% de la producción nacional”, dijo el consultor senior de CRU Group, Francisco Acuña.
La compañía inicialmente ofreció un bono por Término de Conflicto (BTN) de $10,6 millones, el que luego subió en $400 mil. El que unido a un crédito blando de $2 millones y un bono por jornada excepcional, suman beneficios totales por $14 millones. La firma, además, propone un contrato a 24 meses como forma de responder a la incertidumbre que vive la industria. Uno de los puntos que los trabajadores no quieren ceder es la mejora en el bono productivo, el que se calcula con una fórmula que considera un “full cost” (costo total de la producción) más precio del cobre, el que, indican fuentes sindicales, les afecta en vez de ayudarlos. Además, la próxima semana se inicia el proceso reglado de los dos sindicatos de supervisores de la compañía, los que no descartan iniciar también una huelga legal.