El grupo Luksic está envuelto en una controversia en EEUU que lo liga, nada más y nada menos, que con la Casa Blanca y la familia de Donald Trump.
Así se desprende de un extenso reportaje de The New York Times que aborda las mayores facilidades que ha encontrado el grupo minero Antofagasta en la administración actual para volver a la carga y explotar un gigantesco yacimiento minero en Minnesota, el cual había sido frenado durante el gobierno de Barack Obama.
De acuerdo al medio estadounidense, desde las primeras semanas de la presidencia de Trump, el gobierno trabajó para resolver los obstáculos que enfrentaba la propuesta minera, según consta en diversos correos electrónicos y calendarios gubernamentales.
Ello con la finalidad de disminuir las preocupaciones sobre los posibles daños a las Boundary Waters (aguas fronterizas), una extensa área de lagos y bosques localizados a lo largo de la frontera con Canadá que son protegidos por el gobierno federal.
"Para la familia del multimillonario Andrónico Luksic, que controla el conglomerado chileno, el cambio en esa política podría ofrecer un gran impulso a su negocio minero. Según documentos federales, desde el cambio de gobierno, Twin Metals (subsidiaria de Antofagasta) ha incrementado de manera significativa su lobby en Washington, en el que ha gastado US$ 900.000", señala el NyTimes.
Y es precisamente el avance de ese proyecto minero —"que se cree que es uno de los depósitos minerales sin desarrollar más grandes del mundo"— el que ha generado críticas y suspicacias por la conexión que tiene el grupo empresarial chileno con la familia Trump debido al arriendo.
Cabe destacar que la familia Luksic le arrienda una casa que compró en US$ 5,5 millones a Jared Kushner e Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense.
"El acuerdo de renta ha causado preocupación entre expertos en ética y grupos que se oponen a la minería cerca de las aguas fronterizas, y ha generado una atención nacional, particularmente entre algunos representantes demócratas en el congreso, sobre un tema que de otra manera solo sería un debate local", indica el reportaje.
Según New York Times, el acuerdo de renta ha causado preocupación entre expertos en ética y grupos que se oponen a la minería cerca de las aguas fronterizas, y ha generado una atención nacional, particularmente entre algunos representantes demócratas en el congreso, sobre un tema que de otra manera solo sería un debate local.
Sobre ese punto, el empresario se defendió y reiteró a través de Twitter que no tiene ninguna relación con sus inquilinos.
Proyecto minero
El gigantesco yacimiento minero está ubicado en las cercanías de lo que en esa ciudad denominan "la joya de la corona de Minnesota", el refugio medioambiental Boundary Waters Canoe (BWCA ) y el Parque Nacional Voyageur, zonas calificadas como una de las últimas áreas silvestres de la nación. El lugar cuenta con 450.000 kilómetros cuadrados de lagos y bosques en el norte de Minnesota, cerca de la frontera con Canadá, y está protegida desde 1926.
Se estima debajo de esas tierras se esconde una riqueza de unas 3.600 millones de toneladas de cobre.
Twin Metals Minnesota, filial de Antofagasta, ya ha invertido unos US$ 450 millones en ese proyecto.
De acuerdo a un reportaje de La Tercera, por ese proyecto, Twin Metals se enfrentó a una de las ambientalistas más fuertes en Estados Unidos. Se trata de Becky Rom, abogada, activista de Boundary Waters y nativa de Ely, localidad denominada la puerta de acceso a BWCA . De hecho, es conocida su fotografia, tomada el año 2016, sentada en el borde de Birch Lake, en las cercanías de BWCA, mostrando las bondades de la reserva natural.
Ella fue una vocera tenaz en la discusión que se generó cuando el integrante de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y ex candidato a gobernador por Minnesota, Tom Emmer, presentó en julio de 2017 un proyecto de ley que ayudó a Twin Metals y que fue calificado como un "peligro" para Boundary Waters Wilderness, iniciativa que finalmente fue aprobada y que generó el cambio de Donald Trump