Loreto Bresky, directora de INAPI: “Los emprendedores están entendiendo el valor que tiene proteger su marca”

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Con dos años en el cargo, ha vivido uno de los periodos con más cambios de esta entidad. Sus oficinas han sido vandalizadas dos veces, pero hace pocas semanas se concretaron dos grandes logros a nivel nacional e internacional. Y en plena pandemia el registro de marcas ha aumentado de forma histórica.


Hace cerca de un mes el Senado aprobó la adhesión de Chile al Protocolo de Madrid, un tratado para que las empresas e innovaciones chilenas puedan solicitar registrar sus marcas fuera de nuestras fronteras en 124 países en forma centralizada y pagando un solo conjunto de tasas. El logro se debió mayoritariamente a la gestión del Instituto Nacional de Propiedad industrial (Inapi), encabezado por su directora Loreto Bresky, que está cumpliendo dos años en dicho cargo.

Por otro lado, el 20 de abril de este año se consiguió también la aprobación de la “Ley corta de Propiedad Industrial”, que establece procedimientos de registro de patentes y marcas más expeditos. Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas en este último tiempo. La oficina del Inapi fue vandalizada dos veces en los últimos 20 meses. En la primera ocasión, fueron destruidos dos pisos completos; mientras que, en la segunda, el desastre fue tres veces mayor.

Como sea, la pandemia ha dejado un balance positivo. Sin ir más lejos, durante los primeros 5 meses del 2021, las solicitudes marcarias aumentaron un 60%, con respecto al año anterior, un fenómeno inédito, empujado principalmente, según está entidad, por usuarios locales. “Históricamente las presentaciones de solicitudes de registro de marca, eran presentadas por aproximadamente un 70% de residentes. Hoy ese porcentaje se ha elevado a un 82%. Por lo tanto, una de las medidas que adopté como directora, fue empezar a trabajar con nuestras datas y se creó una unidad de inteligencia de negocios”, dice Bresky.

¿Cuál es la explicación de este aumento?

- Nuestra conclusión es que como consecuencia de la pandemia hubo muchos emprendimientos que quisieron buscar protección a través del registro de las marcas para los productos y servicios que ellos iban a comenzar a colocar en el mercado. Por otra parte, hubo un aumento explosivo del comercio electrónico y de las redes digitales como canales de distribución y venta de productos. Los emprendedores están entendiendo el valor que tiene proteger su marca.

¿Es solo un fenómeno local?

- El nivel de aumento de solicitudes de registro de marcas en Chile es más alto que el que hemos percibido en otros países, pero es un fenómeno global.

¿Cree que la ley corta del Inapi puede fomentar no solamente mayor innovación, sino también un aumento de startups y emprendimientos?

- Tenemos que entender que nuestra ley actual es del año 1991, y, ahora, con la ley corta, estamos haciendo una modernización y una actualización a estándares internacionales. Las patentes provisionales son altamente esperadas por las universidades que son los grandes presentadores de solicitudes de registro de protección de patentes, pero también cualquier startup puede beneficiarse de esto, porque a través de la patente provisional (que es de 12 meses), van a poder hacer un análisis estratégico de escalabilidad de su proyecto. Claramente, las mejoras van a contribuir en ese aspecto.

¿Aparte de las patentes previsionales, cuáles son las otras mejoras?

- Son varias. En materia marcaria, éramos de los pocos países que no tenía la cancelación por falta de uso. Hoy nos ponemos al día con eso. Otro avance es la notificación por medios electrónicos, que antes se hacía por carta certificada. Ahora todo el proceso es online. También están temas como la usurpación de patentes o falsificación marcaria. Por otro lado, hay una nueva definición de marca, donde se incorporan las “no tradicionales”, como son las marcas tridimensionales, las holográficas y las marcas de posición. Esto va a ampliar el espectro de posibilidades de protección.

¿Por ejemplo?

- Por ejemplo, una botella de licor nacional que tenga un diseño particular, va a poder ser protegida como marca tridimensional o parte del empaquetado de un determinado producto.

¿Cómo están las grandes empresas con respecto a la preocupación del registro de sus marcas?

- Las grandes empresas nacionales sí se preocupan. Tienen su departamento de marketing o sus fiscalías para tal efecto. Pero (y aquí aprovecho de hacer un cruce con algunos datos que hemos levantado) donde están al debe es en temas de investigación y desarrollo (+D). De acuerdo al “Global Innovation Index” la participación en ese sentido es muy bajo y tenemos que trabajar en ello.

¿Crees que todos estos cambios puedan influir de forma significativa en el aumento del I+D?

- El proyecto ley corta y el Protocolo de Madrid no abordan eso, pero son un avance de nuestro ecosistema en general. Pero sí hay instrumentos que se han ido generando desde un punto de vista tributario u otros como de valorización de intangibles, donde se podrían ver avances al respecto.

¿Y cómo están las pymes?

- Parte de los desafíos es trabajar más con las pymes y ver que incorporen no solo el tema marcario, sino también el de I+D, así como el patentamiento. Luego de las dos vandalizaciones que sufrimos, estamos proyectando a nuestro primer piso como un centro de atención pyme, en el cual vamos a trabajar en labores de difusión y acompañamiento. En esta línea, el Protocolo de Madrid también va a permitir la internacionalización de nuestros productos y servicios en los distintos mercados, ayudando a la pyme.

¿Qué efecto podría empezar a ver o tener a mediano plazo una pyme con el protocolo de Madrid?

- Actualmente todos aquellos que quieran registrar sus marcas en otros mercados, tienen que ir al portal y pagar a un intermediario que los ayude con esa gestión de solicitud. En cambio, con el sistema de Madrid, se tiene un procedimiento centralizado de presentación y de gestión. Entonces, presentar es más económico porque una sola solicitud internacional equivale a una serie de solicitudes similares que permite ahorrar tiempo y dinero.

Hay miradas que piensan que el INAPI podría perder cierta autoridad con el Protocolo de Madrid.

- No compartimos esa visión. Aquellas presentaciones que recibamos desde el extranjero, vía el sistema del Protocolo de Madrid, INAPI la va a tener que resolver conforme a su actual legislación y, por lo tanto, la concesión o no de ese registro será analizada bajo los mismos estándares que actualmente tenemos.

¿Hay algún otro tratado que estén viendo en el futuro?

- Existen otros tratados internacionales como el de Singapur o la clasificación internacional de Niza que hoy no están siendo tan prioritarios. Pero, por lo pronto estamos enfocados en una implementación adecuada y satisfactoria para nuestros usuarios, tanto del Protocolo de Madrid como del proyecto ley corta.

Con el gran aumento de las compras locales a través de Amazon, Alibaba y otros sitios internacionales, muchos productos pasan por Aduanas fácilmente solo como un “paquete cerrado”. ¿Cómo Inapi protege las marcas en ese espacio?

- Nosotros no tenemos facultades de observancia, pero si trabajamos para que, en el tema de propiedad industrial, el derecho de entrega a través del registro marcario se cumpla en nuestro mercado. Por eso se ha generado una mesa de trabajo de materias de observancia junto con Aduanas, con la Cámara de Comercio de Santiago y distintos organismos, de modo que podamos apoyarnos.

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