CCU, ligada al grupo Luksic, fue la empresa que más recursos destinó a remunerar a sus directores durante el año pasado.
Esto, de acuerdo con un análisis hecho a las memorias 2019 de las 30 empresas que componen el IPSA, y que fueron remitidas a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) en los últimos días.
A CCU se suman, entre las cinco empresas que más recursos destinan a este ítem, el banco Bci, SQM, CMPC y Banco de Chile. Esta última también ligada al grupo Luksic. Más atrás se ubican Falabella, Andina, Copec y Colbún.
En el caso de CCU, la empresa destinó el año pasado $5.435 millones para pagar dietas, mientras que en el caso de Bci fueron $4.568 millones.
Se trata, en general, de compensaciones por asistir a reuniones, conformar los comités, así como también en algunos casos asociadas a utilidades, bonos y otros estímulos. Además, se debe considerar que no todos los directorios son remunerados. Esto se da principalmente en algunos holdings internacionales, donde los directores de sus filiales chilenas son, en algunos casos, ejecutivos de la empresa matriz.
Se trata, además, de un tema que está en pleno análisis, dada la coyuntura que enfrenta el país. Algunas empresas, por ejemplo, han analizado la opción de reducir las dietas destinadas a sus directores y equipos ejecutivos, tal como se le ha pedido a sus trabajadores. Igual cosa en aquellas compañías donde se ha decidido aplicar la recientemente promulgada Ley de Protección del Empleo.
En relación con los directores mejor remunerados, destacan sobre todo quienes participan en más de una testera. Al igual que el año pasado, el listado lo lidera Pablo Granifo, presidente de la mesa de Banco de Chile y quien además tiene un asiento en CCU. Más atrás figuran Francisco Pérez Mackenna (Banco de Chile, CCU y Vapores) y Hernán Büchi (Banco de Chile, Vapores, Falabella y SQM). Del top 10, siete tienen en común que pertenecen al directorio de CCU. Y ocho tienen en común que integran el directorio de una empresa del grupo Luksic. Sólo Alberto Salas y Carlo Solari son la excepción dentro de los 10 primeros.
Andrés Montero, director ejecutivo de Intertrust Head Hunting, prefiere tener cuidado con asociar las utilidades a las remuneraciones del directorio o altos ejecutivos. Esto es algo que ya ha sido planteado por otros expertos, que creen que eso podría ser un elemento de distorsión de los objetivos de esa función.
Según Montero, una propuesta podría establecer escalas de incentivos, con hasta 5 sueldos de bono dependiendo de la performance de la compañía. De la misma forma, cree que la remuneración variable no debiera superar el 50% del monto fijo establecido para la función.