Seis meses han pasado desde que el 18 de octubre de 2019, gran parte del país se viera envuelto en los efectos del estallido social, primero, y de la pandemia, después. En este periodo, la situación en ciertas zonas de la capital parece no dar tregua, lo que se agudiza si se consideran las múltiples urgencias y la estrechez financiera de la mayoría de los municipios. En ese escenario, la Municipalidad de Santiago salió al mercado para buscar apoyo entre privados y reeditar las alianzas público-privadas que, antes de la crisis, ya le habían dado buenos réditos.
Hasta ahora, los resultados de esta nueva ronda son positivos. A las 29 alianzas pre Covid-19 se sumaron 11 alianzas adicionales. Compañías como Andes Minerals, Didi, Sparta, Pedidos Ya, Cencosud, Gasco, Automóvil Club, más otras colectividades, como la comunidad China, se han comprometido con aportes que van desde mascarillas para vecinos y Carabineros, pórticos sanitarios para camiones de basura, amonio cuaternario para sanitizar espacios públicos hasta la primera dark store de Santiago y vales de gas para los vecinos más vulnerables.
En el pasado, este modelo de gestión le permitió al municipio abordar proyectos que van desde luminarias, pintura de fachadas del casco histórico, recuperación del eje Bandera, y hasta planes de rescate para ayudar a evitar la quiebra del Teatro Municipal. En esos casos, las alianzas se establecieron con antiguos vecinos de la comuna y otros foráneos: Enel, Bice Vida, Entel, Bloomberg, Universidad de Columbia, Maratón de Santiago, Ripley, Santander, Carlsberg, Unilever, Ceresita, Principal, Nestlé Purina, Banco de Chile, Universidad Bernardo O’Higgins, Aguas Andinas, Fundación Probono, CCU, Universidad Andrés Bello, TOMI, Universidad Autónoma, Universidad Católica, AIEP y la comunidad china figuran en la lista.
La nueva etapa apunta a sumar de aquí a fin de año otras 40 alianzas, sobre todo en el ámbito de la salud, educación y emprendimiento. “Santiago, como la gran mayoría de los municipios, tiene gastado completamente su presupuesto en la mantención de la comuna. Es decir, no tenemos recursos para nuevas inversiones, y es ahí donde creemos que está el valor de las alianzas público-privadas. Antes acá en Santiago había reticencia a trabajar con el mundo privado. Nosotros, todo lo contrario, hemos trabajado junto a ellos y hemos sacado iniciativas como el Paseo Bandera, la Brigada Antirrayados o el Festival Filusa”, aseguró el alcalde Felipe Alessandri. “Creemos que el mundo privado ha entendido que tiene una labor social, y que los municipios pueden ser una buena forma de canalizarla, de forma seria y con un retorno concreto a la ciudadanía”, agregó.P