Chile está destacando por sus avances en biotecnología, el campo de estudio que interviene los procesos biológicos de los seres vivos. Esto, por sus recientes descubrimientos en el área médica e industrial.
Para hacerse una idea, estadísticas oficiales indican que 93% de las entidades biotecnológicas chilenas se dedican al I+D, mientras que 55% está enfocada a la prestación de servicios y 43% a la manufactura. Del total, 60% investiga sobre la salud humana y 53% fija su mirada en la industria (ver gráfico).
Un ejemplo en materia de innovación, es el desarrollo de una vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VRS). Se trata de una de las principales enfermedades infecciosas en niños de Chile y el mundo, la que hasta ahora se encontraba sin cura.
Sin embargo, en noviembre de 2017 fue aprobado un tratamiento que permitiría generar inmunidad al virus. En la actualidad, este se encuentra en la etapa de masificación de estudio clínico, lo que permitirá demostrar la eficacia del antídoto.
"Sabemos que genera inmunidad, pero necesitamos evaluar si esta protege contra la infección y eso se logra con otro estudio clínico, por eso estamos consiguiendo los recursos", comenta Alexis Kalergis, académico UC y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII).
El trabajo recibió la medalla de oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), siendo la primera iniciativa chilena destacada en esta instancia. Además, también fue objeto del Premio Nacional de Innovación Avonni.
La acuicultura es otra área que se encuentra avanzada en temas de biotecnología. Si bien esta industria lleva años desarrollándose en nuestro país, aún presenta problemas en materia productiva, lo que abrió una ventana para buscar soluciones.
Juan Antonio Valdés, investigador de la Universidad Andrés Bello (Unab) y del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar), señala que para enfrentar este desafío es clave "entender los mecanismos celulares y moleculares de la respuesta de estrés de los peces, los que pueden estar definidos por el cambio climático, es decir, las temperaturas, los agentes patógenos y bajo condiciones de cultivo intensivo".
Esto afectaría la productividad de los individuos. Por eso, la idea es establecer un mecanismo de monitoreo biológico que permita incrementar la eficiencia de los procesos a través de técnicas ecosustentables.
Otro avance en temas médicos es el Thyroidprint, un kit de detención temprana del cáncer de tiroides que permite eliminar el 20% de las respuestas indeterminadas que produce la tradicional Punción con Aguja Fina (PAF).
De esta manera, el porcentaje indeterminado se convertiría en un resultado certero, lo que evitaría realizar una intervención quirúrgica innecesaria en caso de que el tumor sea benigno.
Este estudio fue hecho por los académicos del Departamento de Cirugía Oncológica de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y ya ha logrado levantar cerca de US$6 millones entre recursos públicos y privados.