Entre las frases que colgaron en su página web a modo de presentación, los socios de Altis escogieron al escritor Mark Twain y al fotógrafo Sergio Larraín. Pero también a un ícono de la inversión, el magnate Warren Buffet. “Solamente se requiere una alta diversificación cuando los inversionistas no entienden lo que están haciendo”, decía la cita escogida. En Altis, un banco de inversión creado en 2016 por Tomás Müller Sproat, creen en ese predicamento. La diversificación, dicen, no es un atributo en sí mismo ni un dogma. Hay que manejar el riesgo, creen en Altis, pero los portafolios no tienen sólo ese objetivo. Y en esa diversidad de propósitos es donde han sumado clientes.
Cumplidos ya 15 años desde su fundación, Altis -cuyo nombre alude al recinto sagrado de Zeus-, la firma ha participado en varias transacciones, representa los dineros de una decena de familias de alto patrimonio, distribuye fondos para inversionistas de la región y ha incursionado en el private equity.
Altis fue una de las empresas que, además, administró los dineros que Sebastián Piñera Echenique entregó en fideicomiso, vía Bancard Inversiones, a tres administradoras generales de fondos, en 2018. Lo mismo había hecho en 2010, pero ahí no estuvo Altis, sino que BTG, LarrainVial, Bice y Moneda. En marzo de 2018, Bancard repitió con BTG y Moneda, pero sumó a Altis, que recibió recursos líquidos por US$ 209 millones. Hace diez días, Altis realizó la rendición de cuentas del final de su mandato. A diferencia de sus competidores, Altis devolvió más de lo que le encomendaron: una cartera de activos compuesta por cuotas en seis fondos gestionados por Wellington Management por US$ 268 millones. Un 27,7% más en dólares. Los dineros entregados a BTG bajaron, en pesos, 12,5% en cuatro años y lo de Moneda, un 8,5%. Pero tenían mandatos de gestión más limitados a activos chilenos y se comparan, por ejemplo, con una caída del 16,5% del Ipsa en igual período. Altis, en cambio, debía invertir en el exterior. Y lo hizo con éxito. En pesos, el aumento fue del 72,5%, pero ahí influyó el tipo de cambio, que subió de $ 602 en marzo de 2018 a $ 805 el 11 de marzo de 2022. Competidores relativizan el éxito de esa gestión. En el mismo período, refleja un reporte de Compass Group, el índice MSCI ACWI, que replica los mercados bursátiles globales, rentó el 80,27% en pesos.
Altis y sus competidores cobraron a Bancard el 0,55% del valor de los activos iniciales, una cifra considerada baja para cuatro años de gestión, según un experimentado administrador de inversiones. Otro matiza: en altos montos como estos se cobran comisiones más bajas. Altis recibió $ 692 millones por su labor.
Detrás de ese resultado está una gestora integrada por una treintena de personas y controlada por cuatro socios: Alejandro Puentes, Tomás Müller Benoit, José Gabriel Palma y Jorge Tagle.
Los dos primeros habían trabajado a fines de los años 90 y principios de los 2000 en Bancard e interactuaron con un activo Sebastián Piñera en los negocios, tras su paso por el Senado y previo a sus candidaturas presidenciales. Puentes fue gerente de finanzas de Bancard. “Como estos mandatos son ciegos, la clave es la confianza”, afirma un gestor local. Y los socios de Altis conocían a su cliente. Y su cliente conocía a Altis.
El origen y la expansión
Tomás Müller Sproat fue un ejecutivo emblemático en el mundo financiero local. Viene de la cantera del Citicorp de los años 70; estuvo en el Banco Osorno en los 80; y fundó IM Trust a mediados de esa década. La vendió en 2005 y un año después creó Altis. Su hijo, ingeniero comercial de la Universidad de Finis Terrae, lo acompañó al banco de inversiones naciente. E invitó un año después a Alejandro Puentes, con quien coincidió en Bancard. En 2010, el fundador de Altis fue designado por Piñera embajador en Reino Unido, donde estuvo cuatro años. Aquel encargo diplomático fue el comienzo de su salida de Altis. Ya no tiene participación en la empresa, la que se reparten en partes similares los cuatro socios, quienes intervienen, a su vez, en las cuatro áreas de negocio.
La primera son las finanzas corporativas. Fue el origen de una pequeña boutique financiera. En esa área participaron en la venta de Farmacias Ahumada, controlada entonces por José Codner, a la mexicana Saba, en 2010 y en la transacción que terminó transfiriendo la cadena Johnson’s a Cencosud, en 2011, por ejemplo. Y más recientemente, fueron el banco de inversión de Moneda Asset, en su fusión por absorción con la brasileña Patria Investment, hace seis meses. En esa operación, Alejandro Puentes y Jorge Tagle viajaron a Nueva York a participar en las negociaciones y sirvieron de contraparte a Patria y JP Morgan, su asesor financiero. En Altis contabilizan más de 40 transacciones. “Son muy buenos profesionales”, dice un intermediario que ha trabajado con ellos.
La segunda área de negocios es una derivación de la primera, fue creada en 2010 y está a cargo de Puentes: la asesoría patrimonial a familias chilenas de altos ingresos, pero con una orientación particular: actúan como el family office de sus clientes y gestionan la totalidad de su patrimonio líquido. Altis tiene una decena de grandes clientes de ese tipo.
Uno de sus clientes lo explica así: son familias que han acumulado altos montos de dinero tras un evento de liquidez especial, como la venta de una empresa, y que en vez de crear su propio family office, optaron por tercerizar ese trabajo. Es el caso de José Codner, quien trabajó con Altis en la venta de Farmacias Ahumada y les encargó la gestión de su patrimonio.
La segunda área se vincula, a su vez, con la tercera. Altis realiza distribución de fondos internacionales en Chile, Perú, Colombia y México, para clientes institucionales, y para ello cuenta con alianzas con administradores globales como Wellington y Vontobel. Esta área la dirige José Gabriel Palma, abogado con un MBA de Babson que antes trabajó en Carey. El inventario final de activos de Piñera estaba invertido por completo en fondos de Wellington, una opción que estaba expresamente establecida en el mandato de administración de cartera.
Un competidor dice que Altis no es un manager activo de fondos y lo define más bien como un director de orquesta que elige y negocia con manager internacionales para sus clientes. Lo ratifica el ejecutivo de una familia de alto patrimonio que trabaja con Altis. “No son contraparte de las familias. Son los asesores de las familias y son la contraparte de los manager globales”, explica. “No los vas a tener al teléfono transando acciones”, describe uno de sus clientes.
Por la relación con sus clientes, varios socios de Altis participan también en directorios de empresas. Puentes está en Mall Plaza, donde también está Tomás Müller hijo. Los Müller son accionistas, pero Altis asesoró en la apertura a bolsa de la compañía. También está en Vitamina, la red de jardines infantiles que controla el chileno Alejandro Bascuñán, una operación que Altis asesoró. Puentes, hoy gerente general del grupo, también ha estado en otras compañías de familias que asesoraron, como la Pesquera Landes, de los Fosk, o Imagina, una inmobiliaria de la familia Calderón. Y antes de llegar a Altis, dirigió el family office de la familia Eblen, exsocios de Piñera en Lan, a quienes conoció por su trabajo en Bancard. Jorge Tagle, un exejecutivo del grupo Luksic, es director desde 2015 de otro family office: Megeve, el vehículo controlado por los hermanos Solari Donaggio.
La última línea de negocios el private equity, que en Altis denominan principal investment. Creada en 2016, a ese negocio sumaron como socio independiente a Claudio Inglesi, otro ex-Quiñenco. Hasta ahora han desarrollado tres negocios. El primero fue la automotora Coseche, que vendieron luego en 2019, un negocio que fue rentable, pero que no redituó lo que esperaban. El segundo es Blue Express, un courier que compraron a Carlos Heller en 2019 y que se multiplicó tras la pandemia. La última fue realizada en 2021: Talana, junto a Endurance. Además, están participando en un proyecto inmobiliario multifamily y en diversos créditos privados.