Posterior a la junta de accionistas de Quiñenco realizada el 30 de abril de 2013, Andrónico Luksic Craig fue elegido presidente del directorio del holding del grupo familiar que fundara su padre, Andrónico Luksic Abaroa, en la década del 50. En la ocasión se rindió un sentido homenaje a su hermano Guillermo, fallecido solo unas semanas antes y quien liderara la compañía por tres décadas.
La responsabilidad de guiar al grupo, entonces, quedó en manos de Andrónico Luksic, quien desarrolló su carrera principalmente en el negocio financiero del grupo. Y a poco andar, su mano ya se sentía, con el foco puesto en la internacionalización, acaso el sello de su gestión.
Entre medio, también dio un giro en su propia imagen, creando una cuenta de Twitter en la que interactúa directamente con la ciudadanía y que ya tiene más de 420 mil seguidores.
En su última carta a los accionistas, como parte de la memoria 2018 de Quiñenco (publicada ayer), Luksic hace un repaso por estos años, destacando no solo los movimientos internos, sino también los cambios en el país y la adaptación que han tenido que hacer a este escenario. De paso, detalla el crecimiento que ha tenido la compañía, que hoy opera en 128 países con más de 69 mil colaboradores.
"En 2018 se cumplieron cinco años desde que me correspondió asumir la presidencia de Quiñenco, tras la prematura muerte de mi hermano Guillermo, quien dirigiera la compañía con gran éxito por más de tres décadas. Este ha sido un tiempo de enormes desafíos y grandes oportunidades. De cambios sociales, políticos y regulatorios de envergadura en Chile y el mundo. Nuestra empresa también ha tenido que adaptarse, fortalecer sus equipos y tomar importantes decisiones de inversión y de administración, que han sido clave para construir un futuro auspicioso para Quiñenco y sus empresas", dijo Luksic en la misiva.
El empresario también repasó los avances que ha tenido Quiñenco en términos de sus negocios, donde destacó el aumento de capital hecho tanto en el holding como en varias firmas del grupo, entre ellas, Banco de Chile, CCU y Vapores, esta última a la que lograron sacar de un complejo escenario financiero -con pérdidas cuantiosas- para reconvertirla en la mayor accionista de la naviera alemana Hapag Lloyd, con buenas perspectivas para el futuro, en un negocio altamente cambiante.
"Debíamos prepararnos para enfrentar de mejor manera las oportunidades de desarrollo que estaban a nuestro alcance", recuerda Luksic, y agrega que, en ese contexto, una tarea primordial fue consolidar entonces dos empresas que habían ingresado al grupo en 2011: Enex y, precisamente, Vapores, además de completar el reordenamiento de la ex Madeco.
"Enex, que nació como licenciatario de Shell en Chile, adquirió Terpel en junio de 2013, unificando las marcas y conformando una red que actualmente, luego de cinco años de crecimiento sostenido, ya cuenta a lo largo del país con 451 estaciones de servicio y 161 tiendas de conveniencia. Y, en uno de los hechos más destacados del 2018, Enex selló su ingreso al exigente mercado de Estados Unidos, a través de la compra de 38 travel centers (estaciones de servicio carreteros) de la firma Road Ranger, ubicados en las principales carreteras que unen al estado de Texas con el medio oeste. Esa transacción alcanzó los US$289 millones y se transformó en el primer paso en su expansión internacional", rememoró el presidente de Quiñenco sobre el ingreso a dos países a los que las empresas del holding se han expandido con fuerza: Colombia y Estados Unidos.
Los desafíos
En estos años el grupo ha enfrentado diversos desafíos. Es el caso, por ejemplo, de la fusión entre AB-Inbev y Sab Miller, creando el mayor grupo cervecero mundial y poniendo en jaque el liderazgo de CCU en los países en que está presente.
Por ello, Luksic destacó el avance de CCU en Colombia, pues implica, a su juicio, salir a desafiar al actor dominante en un país en el que mantiene un liderazgo incuestionable.
"El avance de CCU en Colombia resulta particularmente clave para la competencia regional, porque está desafiando a un operador que, al momento de nuestro ingreso a ese país, concentraba casi la totalidad del mercado cervecero. Por eso, estamos muy contentos de que recientemente hayamos podido lanzar Andina, la primera marca producida en forma íntegra en nuestra nueva planta en las afueras de Bogotá. Próximamente se producirán allí también marcas internacionales licenciadas, como Heineken, Miller Genuine Draft, Tekate y Sol", complementó Luksic.
Finalmente, hizo un llamado a todos los sectores, particularmente el político, para retomar la senda del crecimiento.
"No sólo necesitamos recuperar el dinamismo de la economía, que se vio duramente amenazado en el pasado reciente. También, necesitamos una fórmula de crecimiento que ayude a surgir a las personas y comunidades que forman parte esencial del progreso de nuestro país. Y, tal vez lo más importante, se requiere que el mundo político, de izquierda, centro y derecha, tome una opción real por el diálogo responsable, serio y constructivo. Que todos los sectores sean capaces de dejar de lado sus diferencias ideológicas para poner siempre primero el interés superior de Chile", cerró en su carta el empresario.