Con la acelerada expansión de la Inteligencia Artificial (IA), los centros de datos se están viendo forzados a evolucionar su sistema, y adaptarse a los nuevos tiempos. Así lo declara Amilcar Beltrán, director de Data Centers de JLL en Latinoamérica, quien explica que la facilidad con que las masas pueden acceder a la Ia, impulsa un crecimiento acelerado y drástico en la infraestructura de los centros de datos.
Desde estos centros, según indican desde JLL, se estableció hace 10 años incrementar la densidad de los racks a 10 kW en promedio. Ahora, debido a la IA y a la computación de alto rendimiento, se requieren densidades de hasta 100 kW por rack.
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“El enfoque ha cambiado hacia la construcción de centros de datos más grandes y rápidos, especialmente diseñados para cumplir con las exigentes demandas de la IA”, destacó Beltrán.
Con lo anterior surge el desafío de la refrigeración de los equipos, debido a que el aumento de la potencia de los equipos también conlleva alzas de la temperatura. Así, explican en JLL, la única refrigeración disponible y adecuada para estos equipos es la refrigeración líquida.
“La refrigeración líquida, aunque es una solución más eficiente desde el punto de vista energético, aún enfrenta grandes barreras para su implementación generalizada”, sostiene Beltrán.
En tanto, los centros de datos que no cuentan con refrigeración líquida, no sólo se ven obligados a invertir en esta tecnología, sino que también a asumir otros costos relacionados a la infraestructura y la instalación, que provocaría incluso pausas de los servidores para el procedimiento.
Con este panorama, en JLL advierten la necesidad de los centros de datos para realizar modificaciones estructurales y de diseño, que les permitan adaptarse a las exigencias de la IA. Así, los cambios deberían apuntar desde una gestión energética hasta la adaptación de sistemas de refrigeración, lo que incluye un refuerzo de la infraestructura física.