Empresas Copec, el holding del grupo Angelini, ingresará a un nuevo mercado. Hace dos semanas acordó la compra de Blue Express −uno de los cuatro mayores operadores nacionales− y con ello penetrará en la industria del courier. La operación podría ser complementaria a su red de 681 estaciones de combustible en el país, 91 tiendas de conveniencia Pronto y 325 locales Punto. En la industria creen que el ingreso de un nuevo competidor con espaldas abrirá los ojos de retailers que cuentan con extensas redes de sucursales para explorar alianzas o ingreso a la propiedad de otros courier.
El momento es propicio. La disminución del comercio electrónico tras dos años de boom −tanto por el retorno a la presencialidad como por la disminución del consumo en un contexto de aletargamiento de la economía y alta inflación− augura salidas de pequeños operadores y la consolidación del mercado en menos competidores, con redes de distribución de alcance nacional.
El gerente de Starken, Rodrigo Prida Ruz, plantea que la pandemia enfrentó a esta industria a una serie de desafíos. “En pocos meses nos transformamos en un eslabón clave para que la economía siguiera andando. La demanda por nuestro servicio se triplicó, lo que significó estrés para todos los actores, pero a la vez llevó a poner el foco en la innovación y aceleró procesos. En pandemia, nosotros crecimos poco más del 100% y este año, dado que la base de comparación es tan alta, esperamos un decrecimiento en torno al 20% en comparación con 2021, cifra totalmente esperable”, detalla.
Prida cuenta que en pandemia llegaron a tener el 90% de sus entregas a domicilio y el 10% restante era con retiro en sucursal. La ecuación cambió ahora a 70%-30%. “La situación económica también ha mostrado sus efectos: el segmento más impactado es el de emprendedores, que ha bajado 30%; mientras retail y comercio, 4%”, agrega.
Christian Oros, CEO de la consultora Kawésqar Lab, ve una baja del 20% en los paquetes distribuidos en e-commerce en el primer semestre de 2022. “Más que un enfriamiento, es un retorno al equilibrio tras el fuerte crecimiento de los dos años anteriores. A futuro debiéramos ver una recuperación gradual, pero no a tasas de dos dígitos. Creemos que recién se retornará a niveles de 2021 o 2020 con la recuperación de la economía, hacia 2025″, explica.
Hoy existen al menos 58 firmas de logística. “Hay tres segmentos de actores. Las big four: Correos de Chile, Chilexpress, Blue Express y Starken. Las intermedias son FedEx, DHL, Urbano Express, WSP y Shipit; y los players emergentes, de naturaleza mucho más last mile (que rondarían las 45), concentran 20% del tráfico y ahí es donde probablemente se verán cambios y ajustes. Las intermedias y grandes, que están bien paradas −porque tienen solidez económica, financiamiento y operan grandes volúmenes−, no debieran enfrentar mayores inconvenientes”, afirma Oros.
Felipe Bennett, gerente general de Urbano Express, comenta que en tiempos de bonanza este es un negocio de fácil entrada: “Durante la pandemia mucha gente que se reinventó entró al rubro con un par de camiones y una página web. Pero en un escenario de contracción, varios van a desaparecer”. Bennet recuerda que hace una década la industria del courier era el ‘pato feo’ de los negocios: “Era invisible, nadie se acordaba de que existía mientras funcionaba bien. Ahora las distintas industrias se han dado cuenta de que este servicio les genera valor; tiene más visibilidad y hay interés en lo que hacemos en materia de logística y distribución, que es donde muchas empresas están poniendo sus fichas para generar una diferenciación de cara al cliente”.
Prida Ruz destaca que el crecimiento exponencial del e-commerce en la pandemia cambió los hábitos de consumo de los chilenos: en prepandemia en promedio se recibían 200.000 envíos mensuales, cifra que en pandemia llegó a 1,3 millones. “El comercio digital prácticamente se duplicó. Esto hizo que aparecieran actores de distintos tamaños con la idea de captar parte del aumento explosivo de demanda en logística, almacenamiento y última milla. No creo que esto sea una burbuja, ya que pese a que el consumo frenará su crecimiento, los chilenos ya adoptaron el comercio digital como su canal favorito de compra”. Prida proyecta un año conservador y cree que el e-commerce retomará su crecimiento a tasas de dos dígitos. Y aunque el dinamismo se desacelerará, no volverá a niveles prepandemia. “Los hábitos de consumo son estructurales”, dice.
Entre clientes ya se rumorea que algunas de estas empresas están cerrando parte de sus operaciones en regiones, que otras originalmente centradas en la distribución de comidas están saliendo paulatinamente del rubro courier; y que se vislumbran casos de complejas situaciones de endeudamiento.
Bennet pronostica una mejor resolución de las tediosas devoluciones del e-commerce, el talón de Aquiles de esta actividad. Todo impulsado por Copec, con sinergias potenciales en esta área: los consumidores podrían hacer devoluciones en cualquier estación de servicio.
A juicio de Prida, el ingreso de un actor del tamaño y características de Copec impulsará más una industria ya muy dinámica y competitiva, lo que llevará al resto a acelerar sus proyectos. Starken está apostando fuerte a alianzas y canales de autoatención 24/7.
Las alianzas pueden ser una herramienta estratégica para sobrevivir en el mercado: “Estamos viendo trabajo colaborativo de couriers con empresas last mile de la mano de ir mejorando tiempos de entrega. Son alianzas que fortalecen y garantizan el cumplimiento de plazos de entrega del producto, porque la nueva normalidad es que los envíos se resuelvan en 24 horas o al día siguiente, concatenándose con entregas en tiendas físicas o empresas de last mile”, comenta Oros.
Jugadores de primera y segunda línea han apostado por contratos de exclusividad con grandes retailers, plataformas de comercio electrónico internacionales y asociaciones de emprendedores. Pero aunque los grandes retailers mueven la mayor parte del e-commerce, no todas las empresas persiguen esos contratos que aseguran alto tráfico, pero bajas tarifas.
Starken, una de las big four
Starken, sucesora de Turbus Cargo desde 2015, es una de las mayores operadoras de los servicios de almacenaje, logística y distribución, rubro en que la familia Diez opera hace más de 40 años. Rodrigo Prida Ruz, quien llegó a la gerencia general en 2017 desde la gerencia de operaciones, dice que los clientes B2C y C2C concentran el 70% de sus ventas: “Somos especialistas en tocar puertas desde que nacimos”. Con las otras empresas del grupo tienen dos tipos de sinergias: la red de venta de pasajes y giros de dineros; y los servicios de leasing, seguros y tecnología.
Su estrategia de crecimiento pasa por innovación, omnicalidad, calidad de servicio y mejora continua. “Lanzamos constantemente innovaciones que apuntan a diversos rubros. Un ejemplo, la sucursal 24/7 robotizada −de las que esperan conformar una red−, que permite a emprendedores y clientes finales recibir sus envíos cuando lo prefieran, en cuestión de segundos. Lo mismo ocurre con el despacho, que se hace de manera autónoma y en un par de minutos. Estamos desarrollando iniciativas junto a startups nacionales e internacionales para diversificar soluciones y servicios”, cuenta. Este año se han dedicado a potenciar regiones con la instalación de centros de distribución: inauguraron hubs regionales en Talca y Placilla, y de aquí a fin de año esperan abrir otros dos, en el sur y el centro. Aparte, han suscrito alianzas con operadores de carga provenientes de Asia.
Otras inversiones se relacionan a la implementación de tecnologías para mejorar la trazabilidad. Y un punto no menor en el actual escenario: Prida comenta que “durante todo el año, pero especialmente a partir del segundo semestre, hemos puesto en marcha una estrategia de control de gastos de acuerdo con la nueva realidad, para abordar de la mejor manera un año más conservador”.
Urbano Express, un jugador intermedio
Urbano Express partió a mediados de los 90. Lo creó un ecuatoriano que había sido gerente de DHL Latinoamérica. Luego entró con socios locales a Argentina, El Salvador, Perú y Venezuela. Vendió un porcentaje al fondo de inversión Abraaj Capital, que entró a Chile en noviembre de 2016 con la compra de Promail, el courier de Prosegur, originalmente enfocado en servicios para bancos: valijas y canje bancario. El negocio postal venía en baja y los nuevos dueños empezaron a cambiar el foco hacia el pujante comercio electrónico.
Dos años después, tras un escándalo, Abraaj Capital vendió sus activos en la región a Colony LatAm Partners, que hoy se llama SouthLight Capital y es dueño del 100% de Urbano Express Chile y Perú.
Felipe Bennett, quien lleva tres años en la gerencia general, explica que en el último sexenio han evolucionado desde una empresa 80% valijera y algo de paquetería, a ser un operador con una cartera balanceada entre valija, e-commerce y B2B, con 23 sucursales en Chile. En B2B trabajan con grandes marcas de vestuario, calzado, zapatillas, electrónica, perfumería y otras categorías para el abastecimiento de mall y cadenas de tiendas propias. También hacen despachos de empresas de venta directa.
Para antes de fin de año proyectan lanzar el servicio de entrega en el mismo día (AM-PM) o a la mañana siguiente si la compra se hace en la tarde (PM-AM), con la implementación de minihubs en la Región Metropolitana.
“Prepandemia ya se veía un crecimiento fuerte del e-commerce y estaban entrando integradores tecnológicos. La pandemia fue el fertilizante perfecto para la explosión de comercio en línea: se cumplieron los números que proyectábamos a cinco o seis años. Y tanto los nuevos actores como los couriers descubrimos nuevas formas de operar y los consumidores entendieron las ventajas del comercio electrónico y se volvieron más exigentes”, opina.
“En mejores condiciones económicas lo más probable es que la industria de última milla volvería a tasas de crecimiento consideradas normales, como los niveles prepandemia, pero como la inflación y las alzas de tasas para controlarla están golpeando todo tipo de consumo, se aproximan tiempos más ajustados”, agrega. Bennett cree que, en este escenario, las firmas más complicadas serán las 100% concentradas e-commerce.
Correos de Chile: 2/3 del negocio es paquetería
La estatal Correos de Chile mantiene un peso relevante en esta industria, basado en una red inigualable de 450 puntos de atención en casi todas las localidades del país y más de 2.100 carteros y carteras que recorren al mes unos 750.000 kilómetros. Para enfrentar el explosivo crecimiento del comercio electrónico, ha modernizado procesos, logística, seguridad, equipamiento, trazabilidad y apoyo al cliente. Implementó plantas automatizadas y autoatención en la sucursal virtual y física.
“La transformación digital es uno de los procesos más importantes de la organización. Desarrollamos soluciones con valor agregado para el negocio, no solo para los clientes persona, ya que también nos hemos convertido en aliados estratégicos de pymes, marketplace y retail”, destaca la gerenta comercial, Marcela Soto. Y agrega que buscan alternativas para aumentar presencia. “ProChile, BancoEstado, Sercotec, Fondo Esperanza y Fosis son alguna de las alianzas que hemos suscrito, entregando beneficios para despachos realizados desde la sucursal virtual, para apoyar el comercio electrónico y la digitalización de las pymes”, cuenta. A través del programa Aliados −con más de 10.000 inscritos− otorga descuentos a emprendedores, dependiendo de la cantidad de envíos. También trabaja con operadores logísticos de empresas como AliExpress y Wish para administrar el gran volumen de paquetes provenientes desde China.
El crecimiento de la paquetería ha aumentado la incidencia en su cartera: en 2020 correspondía a un tercio de su operación y en 2021 alcanzó los dos tercios, según la Memoria 2021. Sin embargo, al igual que las privadas, ha resentido la caída en la actividad. Los resultados al primer semestre revelan que las ventas disminuyeron en $ 12.750 millones, principalmente en operaciones especiales y e-commerce internacional, mientras los costos de venta aumentaron $ 2.506 millones.