El domingo los brasileños se dirigirán a las urnas para definir quiénes, entre un total de diez candidatos, pasarán a la segunda vuelta que se celebra el 28 de octubre. Encuestas y mercados ya muestran dos claras tendencias, ambas opuestas no solo en lo valórico, sino que también en lo económico: el candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, y el postulante de ultraderecha, Jair Bolsonaro.
Concentrados en retener a su electorado más duro, la agenda económica no ha sido detallada en ninguno de los casos. Sin embargo, ya han dado señales de los lineamientos en los que de seguro profundizarán de cara al balotaje y con los que tendrán que dar respuesta a los grandes desafíos que encara el gigante sudamericano.
"Hay mucho en juego, es un país que tiene un problema fiscal enorme en el que se ha progresado muy poco en los últimos años", detalla a PULSO Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs. "Es necesario liderazgo y capacidad política para que se avance determinadamente en el tema fiscal.
Lo que pasó en Argentina en los últimos meses debiese ser una señal de alerta para los candidatos".
Bolsonaro alineado al mercado
Para abordar el desequilibrio fiscal, Jair Bolsonario junto a Pablo Geudes, el Chicago Boy a cargo del plan económico, están decididos a impulsar la reforma de pensiones.
Su plan es introducir paulatinamente un régimen de capitalización, como el que existe en Chile, dándoles a los brasileños la posibilidad de optar entre seguir en el sistema actual de reparto o ingresar al sistema privado. "Aquellos que optar por la capitalización merecer el beneficio de la reducción de las cargas laborales", se lee en su programa.
Adicionalmente, tienen considerado dar continuidad a las privatizaciones iniciadas bajo la administración de Michel Temer, con un énfasis particular a las empresas estatales creadas por los gobiernos petistas.
Con este tipo de medidas sobre la mesa, el mercado ha reaccionado con entusiasmo cada vez que el postulante del Partido Social Liberal sube en las encuestas.
Su posicionamiento como líder para los comicios de este domingo explica en gran parte el avance de 3,75% registrado en el Bovespa, la apreciación de 5,47% en el real y la caída de 6,5% en el riesgo país durante esta semana.
Desde la candidatura que corre segunda para los comicios del domingo con un 22% de las intenciones de voto a su favor, los planteamientos son opuestos. "Bolsonaro ha planteado una reforma de pensiones y un ajuste del déficit y Haddad dice que la reforma no es necesaria y que se puede reducir el déficit con crecimiento, lo que no resulta muy creíble", detalla Gustavo Rangel, economista jefe de Latinoamérica en ING Financial Markets.
Un PT más moderado
Sin embargo, de cara al balotaje, el candidato de Lula Da Silva podría comenzar a cambiar su discurso, en un intento por conquistar al centro. "Él ha tenido una campaña más a la izquierda y no ha tratado en profundidad el problema fiscal del país, pero es probable que lo haga previo a la segunda vuelta, para atraer a los votantes más moderados, que rechazan algunas ideas de Bolsonaro, pero que también tiene mucho temor a la política económica del PT", indica Thomaz Favaro, director de Control Risks.
De hecho, Haddad ya ha dado algunas pistas al respecto, sosteniendo reuniones privadas con inversionistas. "Si el mercado pensara que Haddad va a tener una agenda radical no estaría donde está hoy", asegura Ramos, quien también apuesta por una moderación del oponente de Bolsonaro.
En esa ruta, se presume no solo que Haddad ahonde en el problema fiscal que enfrenta Brasil, sino que de una señal clara con el nombramiento de un jefe del equipo económico cercano a los mercados. Sin embargo, esto podría resultar insuficiente, dado que "los mercados, por oposición a lo que plantea el Partido de los Trabajadores, le dan a Bolsonaro el beneficio de la duda", precisa Favaro.
De todas maneras, independiente de quién gane, se presume que la incertidumbre sobre el futuro de las reformas persista, al menos en el corto plazo. "En el Congreso nos vamos a encontrar con restricciones que han impedido a otros gobernantes avanzar con el problema fiscal. Eso va a seguir así", señala Ramos.