El grupo PSA, el fabricante de vehículos Peugeot, anunció el miércoles un descenso del 0,8% en sus ventas del tercer trimestre, aunque los ingresos de su división de automóviles —su principal negocio— volvieron a crecer después de caer durante los confinamientos para frenar el coronavirus.
La industria del automóvil se ha beneficiado después de la reapertura de los concesionarios en los últimos meses, aunque algunos países como Francia están considerando nuevas restricciones, incluyendo un posible encierro para luchar contra el rebrote de COVID-19.
Bajo el mando de Carlos Tavares, PSA está preparando un acuerdo de fusión con Fiat Chrysler y también se ha centrado cada vez más en sus modelos de alta gama, ayudándole a sobrellevar las caídas en los volúmenes de ventas.
PSA informó que las ventas totales fueron de 15.500 millones de euros (18.320 millones de dólares) para el tercer trimestre, un 0,8% menos que el año anterior. La facturación del negocio automovilístico del grupo aumentó un 1,2%, hasta 12.000 millones de euros, después de haber terminado el primer semestre con un descenso del 35,5%.
El volumen de ventas de automóviles cayó, pero esto fue compensado por los efectos de los precios. La compañía había dicho durante el verano que las nuevas versiones de su modelo Peugeot 208 y el Corsa de Opel estaban impulsando su cartera de pedidos.
PSA mantuvo su objetivo de alcanzar un margen operativo ajustado para su división de automoción de más del 4,5% para el período 2019 a 2021.
La fusión del grupo con FCA —una operación que permite crear un grupo valorado en US$ 38.000 millones bajo el nombre de “Stellantis”, que será el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo— se cerrará en el primer trimestre de 2021.
Se espera que la Comisión Europea apruebe la fusión, según informaron a Reuters esta semana fuentes cercanas al proceso.