Un lunes intenso vivieron Enap y las empresas distribuidoras de combustibles. Llamados telefónicos constantes para conocer el estado de los puntos de carga y del stock de las estaciones de servicio marcaron las gestiones de inicios de semana entre las partes. ¿La razón?, el llamado a paro que uno de los trabajadores de Enap convocó en apoyo a las movilizaciones de la CUT, audio que se viralizó en pocas horas y que anticipaba un desabastecimiento de combustible en cinco días.
La paralización finalmente se desestimó, pero el nerviosismo reinó en un sector que vivió horas intensas desde el estallido de la crisis social, el viernes 18 de octubre. Es que para asegurar el abastecimiento, en esos días, los trabajadores de Enap trabajaron en turnos de más de 12 horas e incluso pasaron de largo aquellos días en que hubo toque de queda. Y no era para menos, en ese período la carga de combustible se incrementó entre un 20% y 30%.
De hecho, firmas como Enex -que opera Shell- tuvieron que contratar camiones a terceros para abastecer el aumento de la demanda que provocó que en pocas horas la gente copara las estaciones de servicio, llenando los estanques de los vehículos. La firma ligada al grupo Luksic incluso tuvo que tomar medidas especiales como restringir la venta a $15.000 por carga y no vender en bidones.