El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), el organismo del Banco Mundial para el arbitraje de disputas entre inversionistas y estados, entregó su sentencia final en la demanda arbitral presentada contra el Estado Islámico de Pakistán por Tethyan Copper Company (TCC), sociedad perteneciente en partes iguales a Antofagasta plc, del grupo Luksic, y la canadiense Barrick Gold Corp.
De acuerdo con esta decisión, para concluir esta disputa Pakistán deberá pagar un total de US$5.840 millones incluyendo intereses a TCC en concepto de daños y perjuicios, por denegar en 2011, de forma ilegal, la solicitud de una licencia minera para el proyecto de cobre y oro Reko Diq, ubicado en ese país.
La empresa solicitó compensaciones por infracción de contratos y de sus derechos por parte de las autoridades, argumentando que violó cláusulas del tratado bilateral de inversiones que existe entre Pakistán y Australia, lugar donde está constituida TCC.
En 2017, el CIADI ya había rechazado los últimos argumentos esgrimidos por el Estado de Pakistán. Asimismo, el organismo arbitral había confirmado que el país asiático trasgredió varias cláusulas del tratado bilateral de inversiones entre Pakistán y Australia.
Compensaciones
Los daños y perjuicios incluyen una compensación de US$4.087 millones en relación con el valor justo de mercado que tenía el proyecto, además de intereses por US$1.753 millones. El tribunal también le otorgó a TCC casi US$62 millones de compensación por los costos incurridos en el proceso.
"Estamos muy satisfechos de haber logrado este hito tras un proceso arbitral que duró siete años", indicó el presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Iván Arriagada.
Antofagasta afirmó que "la decisión del CIADI es obligatoria para ambas partes y, de acuerdo al convenio del CIADI, los argumentos para poder objetarla son muy limitados".
Asimismo precisó que los ingresos del arbitraje sólo serán contabilizados en los estados financieros una vez que se hayan recibido.
Por su parte, el presidente del directorio de TCC, William Hayes, comentó que "seguimos dispuestos a lograr un acuerdo con Pakistán y seguiremos protegiendo nuestros intereses comerciales y derechos legales hasta que concluya esta disputa".
De acuerdo a los estudios de factibilidad realizados por TCC, Reko Diq tenía un vida útil estimada de más de 50 años y requería una inversión inicial estimada en más de US$3 mil millones.