Incluso antes de la crisis bursátil de este año, los clientes más ricos del sector de gestión de patrimonios estaban frustrados con las tasas cobradas por las gestoras.
Una tercera parte de los que tenían más de US$1 millón en activos invertibles se sentían incómodos con las tarifas en 2019, según el Informe sobre la riqueza mundial 2020 de Capgemini SE. Tal incomodidad probablemente aumentará con la actual volatilidad de los mercados. Según la encuesta, a más de 2.500 personas, aproximadamente uno de cada cinco planea cambiar su firma principal de gestión de patrimonio en el próximo año, y la razón principal son las tarifas altas.
Las principales objeciones eran la transparencia, el rendimiento y el valor recibido. También dijeron que preferían que la estructura de las tasas se basaran en el rendimiento y el servicio en lugar de los activos.
Se trata de la señal más reciente de presión en la industria a medida que los clientes se resisten a los costes y surgen competidores digitales. La mayoría de los inversores no estaban satisfechos con la calidad de la información personalizada que reciben y alrededor de tres cuartas partes de los encuestados dijeron que considerarían servicios de proveedores no tradicionales como las grandes empresas tecnológicas.
Hay descontento pese a que los ricos se hacen más ricos: el informe estima que el patrimonio neto de las personas adineradas aumentó a US$74 billones a finales de 2019, un 8,7% más que en 2018 y US$46 billones en diciembre de 2012. La cifra de millonarios alcanzó casi 20 millones, entre ellos 183.400 con un patrimonio neto superior a US$30 millones, frente a 18 millones en 2018 y solo 12 millones en 2012.
Por primera vez desde 2012, la región de Asia-Pacífico no lideró el crecimiento de la riqueza el año pasado, sino América del Norte. EE.UU. tenía 5,9 millones de millonarios a finales de 2019, frente a 5,3 millones en 2018 y más que cualquier otro país. Le seguía Japón, con 3,4 millones de millonarios, y después, Alemania, China y Francia.
Los ricos favorecieron la renta variable en los primeros dos meses de 2020. Asignaron el 30% de sus activos a acciones, frente al 17% en renta fija, el 15% en propiedades inmobiliarias, el 13% a inversiones alternativas y el 25% en efectivo.
La encuesta destacó áreas de crecimiento prometedoras para los gestores de patrimonio. Los menores de 40 años tenían muchas más probabilidades de estar dispuestos a pagar por servicios de valor agregado, como el asesoramiento sobre inversiones inmobiliarias y la planificación fiscal. La inversión sostenible es otro segmento brillante, especialmente para los inversores más ricos.