Los Millennials serán el 75% de la fuerza laboral en el año 2025, de ahí la importancia de que las empresas desde su particularidad y giro del negocio, se propongan desafíos adaptativos que les permitan avanzar para atraer y retener a los Millennials, anticipándose a la fuga de sus talentos y ofreciéndoles ambientes laborales centrados en las personas, donde los jóvenes profesionales puedan desarrollarse de manera integral en su ámbito laboral y personal.
Sin embargo, hay un alto número de organizaciones en nuestro país que aún no ha dimensionado la relevancia de este grupo etario, tal como lo dio a conocer el "Estudio en Capital Humano 2018 - Los Millennials, una mirada desde las organizaciones" realizado por Fundación Chile Unido y en el cual participaron 82 entidades privadas y públicas, de distintos tamaños y sectores de la economía, y el cual muestra que sólo el 35% de las empresas ha definido a los Millennials como un objetivo prioritario en su gestión.
Es una cifra que debiera preocuparnos, si pensamos que estos jóvenes profesionales buscan incorporarse a organizaciones en las cuales puedan aportar con su creatividad, innovación y capacidad emprendedora, en la medida en que encuentren lugares de trabajo que les den las oportunidades y la flexibilidad que buscan para armonizar su vida laboral y personal.
Al respecto, esta investigación también evidencia que la falta de compromiso e interés por el trabajo que algunas personas mencionan acerca de estos profesionales, son más bien mitos que una realidad, puesto que el 93% de los encuestados en los departamentos de RR.HH. afirman que los jóvenes tienen mucho que aportar y el 91% indica que son leales y comprometidos cuando se sienten valorados y guiados.
Entonces, su actitud frente al trabajo no se debe necesariamente a características personales, sino más bien a condicionantes que existen en el trabajo y que pueden ser abordados como desafíos para las empresas. Involucrar a los jóvenes en proyectos desafiantes para ellos, capacitar a las jefaturas para liderarlos y guiarlos en su desarrollo profesional y ofrecer beneficios adecuados a sus prioridades, son cambios que van en la dirección correcta.
Por lo tanto, cabe preguntarse qué estamos haciendo en nuestras organizaciones para atraer y retener a los Millennials.
Llegaron para quedarse y su incorporación es una excelente oportunidad para revisar y actualizar las políticas de Conciliación Familia, Trabajo y Vida Personal que las instituciones privadas y públicas han conformado para que todos los trabajadores puedan integrar sus diversos intereses y proyectos personales según el momento del ciclo vital en que se encuentren.
El Estudio de Fundación Chile Unido entrega orientaciones acerca de las acciones que se pueden realizar para evitar la fuga del talento joven y emprender acciones concretas para retenerlos. Es un desafío que moviliza la capacidad adaptativa de cada organización, desde su realidad y particularidad.