A potenciar las inversiones que manejan a través de Brainbest S.A. −creada hace 40 años y que opera como family office− y a analizar oportunidades que surjan en el camino se dedicará la familia Antillo tras vender su 98,73% de Audax Italiano La Florida S.A.D.P en US$ 7 millones. La idea es seguir en las tres áreas en que han incursionado a la fecha, con distintos énfasis, cuenta Lorenzo Antillo González, expresidente del club de fútbol.
Una de ellas es la que denominan Responsabilidad Social, que en su momento englobó a las universidades de Las Américas y Andrés Bello, los institutos profesionales CAMPVS y AIEP, el colegio CAMPVS; Audax Italiano y la corporación educacional Patrimonio de la Familia (que nació en el club), la única que mantienen y que proyectan reforzar. El ejecutivo asegura que más de 200 mil personas han pasado por los cursos de construcción de instrumentos de evaluación curricular, clases efectivas a distancia y apoyo al rendimiento escolar, entre otros, que imparte esta entidad.
“Partimos en 1981 en el rubro educacional con la idea de solucionar el acceso a la educación superior y ahora seguiremos aportando a fortalecer la formación escolar y acercar a los apoderados al proceso educativo de los niños”, asevera. Si bien el convenio de la corporación con Audax Italiano se mantendrá, este no financia a la corporación, cuyos ingresos provienen principalmente de la venta de programas de capacitación y asesorías técnico-educativas, más los aportes de la familia. Han explorado auspiciadores sin resultados hasta ahora.
Otra área en la que planean hacer una apuesta es en capital de riesgo, con miras a “internacionalizar el talento chileno”. Evalúan cerca de 22 startups en rubros como acuicultura en el norte, tecnológicas, retail y educación. Upstar S.A. será uno de los vehículos para desarrollar estas inversiones.
También seguirán en intermediación de inversiones financieras, donde manejan una mesa de dinero que invierte en instrumentos fuera de Chile y participan en fondos de inversión que apalancan casi una decena de proyectos inmobiliarios (departamentos, casas y town house).
Al evaluar sus 13 años en Audax, el expresidente dice: “Profesionalizamos el club, separamos áreas lideradas por gerentes y construimos la Ciudad Deportiva, entre otras cosas. Fuimos tomando participación hasta terminar con más de 98% porque nadie nos quiso acompañar en los aumentos de capital”. Durante este período, Audax Italiano tuvo casi tantos años de pérdidas como de ganancias: de 2010 y 2015 solo registró cifras rojas, para volver a las utilidades en los ejercicios siguientes, a excepción de 2020, el año de la pandemia. “Cada dueño de club tiene su modelo. Nosotros nos enfocamos en generar un club con infraestructura y competir en capacidad gestión, así es que tuvimos una estructura de costos algo más alto que el promedio, pero con un presupuesto competitivo”, dice Antillo, profesor de educación física con un MBA en gestión de entidades deportivas y administración de empresas.
¿Fue un buen negocio? “Desde el punto de vista económico, no. Pero sí fue una gran experiencia. El fútbol es una industria muy linda, pero difícil de llevar y muy desgastante. El balance en general es positivo, ya que nos permitió ser un vehículo de inclusión a través de Patrimonio de la Familia; acercarnos a colegios y capacitar a los niños que pasaron por el área formativa del club, porque nuestra idea no era solo formar jugadores, sino entregarles herramientas para el futuro”, afirma.
La saga empresarial
El primer emprendedor de la familia fue Francisco Antillo, el bisabuelo, quien se dedicó al comercio de abarrotes y frutas al por mayor y menor. Su hijo Lorenzo Antillo Escobar fue quien hacia fines de los 70 modernizó el formato del negocio y creó Supermercado Antillo, que a comienzos de los 80 publicitaba sus ofertas y marcas con un folleto tipo diario en formato tabloide. El supermercado tuvo presencia en San Miguel, Santiago y Las Condes; a fines de esa década vendieron los locales a Economax.
En 1981 Antillo Escobar ingresó al rubro de la educación, donde empezó a tomar protagonismo la tercera generación encabezada por Lorenzo Antillo Matas, acompañado por sus hermanas Isabel y María Inés. Crearon Brainbest para generar know-how en la gestión de inversiones en el sistema financiero y desarrollar instituciones de educación superior.
Partieron ese mismo año con el Instituto profesional Campvs y en octubre de 1988 Antillo Escobar ingresó al Ministerio de Educación el proyecto Universidad de Las Américas, que empezó sus actividades en 1989 y, tras terminar de acreditarse en enero de 1998, llegó a ser la institución privada más grande del país. En 2000, Sylvan International (antecesora de Laureate, que tuvo un polémico paso por Chile), compró el 60% de la Universidad de Las Américas en US$ 24 millones, según los reportes financieros del comprador. En 2007, los Antillo vendieron el resto de su participación en centros educacionales a su socio Laureate y abandonaron el rubro.
Un año después ingresaron, a través de Upstar S.A., a Audax Italiano con el 26% de las acciones, y se hicieron socios de la familia Cantergiani, otra familia de origen italiano y con tradición supermercadista, dueña de la marca Montecarlo. En la memoria de 2008 se destaca que “con la llegada de los nuevos accionistas y profesionales dedicados a la institución se ha logrado dar forma a diversos proyectos y fortalecer los ya existentes”.
Al año siguiente, Upstar S.A. elevó su participación al 69% y tomó el control: la familia Antillo Matas asumieron posiciones en el directorio, mientras que la cuarta generación −los Antillo González, hijos de Lorenzo Antillo Matas, quienes ya habían entrado en los negocios en la última fase de las instituciones educativas− fueron asumiendo responsabilidades en el área administrativa y empezaron a estructurar la corporación Patrimonio de la Familia.
Durante un tiempo Brainbest tuvo AddPoints, sociedad que se dedicaba a representar a jugadores de fútbol y que trabajó con Audax, pero la terminaron por los conflicto de intereses de administrar ambas actividades.
Para 2011 los controladores ya sumaban el 77,5% y Lorenzo Antillo Matas asumió la presidencia del directorio. En 2016 llegaron al definitivo al 98,73%, que acaban de vender. En noviembre de 2018 Lorenzo Antillo González, quien ocupaba la gerencia general desde 2014, y antes había estado cinco años como gerente deportivo, sucedió a su padre en la presidencia; mientras que su hermana Natalia asumió la gerencia.
Actualmente participan en el family office Lorenzo y su hermana Isabel Antillo Matas y los hijos del primero, Sebastián (gerente general de Patrimonio de la Familia desde 2016 y quien antes fue director de Relaciones con la Comunidad de Audax), Lorenzo y Natalia.