El sindicato de pilotos de KLM, el brazo holandés de Air France, se negó el sábado a aceptar una congelación salarial hasta 2025, lo que podría poner en peligro los esfuerzos para asegurar el futuro de la compañía en medio de la pandemia de coronavirus.
Dijeron que ya habían acordado una congelación que duraría hasta marzo de 2022, y que cambiar el acuerdo con poca antelación no era factible.
Otros sindicatos que representan a las tripulaciones de tierra y de cabina han acordado la congelación prolongada de salarios, que se prevé que dure mientras la aerolínea reciba apoyo del gobierno.
El viernes, el gobierno afirmó que retendría los pagos del paquete de rescate de 3.400 millones de euros que KLM debe recibir a menos que la compañía ajuste su plan de reestructuración para incluir las congelaciones.
Air France-KLM informó el viernes una caída del 67% en los ingresos del tercer trimestre a 2.520 millones de euros, lo que subraya la terrible situación financiera de la aerolínea, ya que un nuevo aumento del COVID-19 plantea nuevas amenazas para una industria ya paralizada por la epidemia y un colapso en el largo plazo de los viajes.
Air France-KLM tiene 12.400 millones de euros de liquidez, gracias en gran parte a un rescate respaldado por los gobiernos francés y holandés, un colchón de efectivo comparable al de los pares europeos Lufthansa e IAG.