Un quiebre interno es el que se está viviendo en la Superintendencia de Casinos de Juegos (SCJ). Los funcionarios del organismo están molestos por las actuaciones que ha tenido la superintendenta Vivien Villagrán y su equipo y que han derivado en una serie de críticas sobre el actuar del organismo fiscalizador.
Si bien el clima está tenso desde el año pasado, la situación se agudizó, indican fuentes internas de la SCJ, luego de hacerse público el informe de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados donde se cuestionó el rol de la SCJ en decisiones relacionadas con Enjoy.
Los funcionarios incluso estarían solicitando la salida de Villagrán, acusando que no se toman en cuenta los aportes que hacen los profesionales que trabajan en la superintendencia y que eso es lo que ha generado la seguidilla de errores de Villagrán. “La superintendencia está pasando por un difícil momento interno”, reafirma un funcionario.
Al ser consultada, la SCJ indicó que “en el último año se han llevado a cabo reuniones ampliadas de manera periódica, (la última el viernes 19 de marzo) y existen comités para abordar distintos asuntos relativos a la labor de la institución”. Además, agregaron que “en la actualidad representantes de todos los equipos y de la Asociación de Funcionarios están participando de la Mesa de Gestión de Personas, que está trabajando en la elaboración de un reglamento especial de calificaciones”.