Los siete años de vacas flacas de Farmacias Ahumada
Controlada por el gigante internacional Walgreens, Farmacias Ahumada ha perdido $ 230 mil millones entre 2015 y 2021. Nunca ha tenido ganancias. Poco menos de la mitad de esa cifra corresponde a Farmacias Benavides, la mexicana que cuelga desde Chile, pero que controla la matriz extranjera. Ahumada perdió participación de mercado, cerró casi 150 locales y despidió a más de 1.000 personas. El valor contable de su marca se vino al suelo. Su dueño intenta vender la unidad en un proceso global. Y ha prestado $ 151 mil millones a su filial chilena.
Nunca, desde que tomó el control indirectamente, el gigante del retail farmacéutico Walgreens ha tenido ganancias en su brazo chileno, la cadena Farmacias Ahumada. Su historia en el país es una historia de pérdidas y pérdidas.
Creada en 1969 por el empresario José Codner, Farmacias Ahumada es uno de los tres grandes actores que se han disputado el mercado junto a Cruz Verde y SalcoBrand. En 2010, Codner vendió la compañía a la mexicana Saba y cuatro años más tarde, en agosto de 2014, fue adquirida por la inglesa Alliance Boots. A fines de ese año, Boots fue absorbida por la estadounidense Walgreens, una fusión que creó un gigante que el año pasado facturó más de US$ 130 mil millones. Ese nuevo gigante, renombrado como Walgreens Boots Alliance, intentó recientemente deshacerse de la inglesa Boots, pero congeló la operación por ofertas que no fueron satisfactorias. El negocio en Chile también está en venta, revelan bancos de inversión locales que han conocido directamente el negocio que ofrece en el mundo Goldman Sachs. Un negocio que, a la fecha, solo ha dejado números rojos.
Eso, al menos, reflejan los estados financieros de Farmacias Ahumada desde 2015 a la fecha. La compañía chilena, una vez adquirida por Walgreens, fue retirada del perímetro regulatorio de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) en 2015, tras la abrupta disminución de accionistas minoritarios, que vendieron a la estadounidense. Ahumada dejó los registros públicos y nunca más se conocieron sus balances. El último, que entregó a la entonces Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), reportó pérdidas por $ 11.698 millones para el ejercicio 2014. Así, 2013 fue el último año con ganancias. La empresa entonces incluía en sus balances la operación de la mexicana Farmacias Benavides, controlada por Ahumada desde 2002, en tiempos de José Codner. El nuevo dueño, Walgreens, decidió asumir directamente el control operacional y financiero de Benavides, por lo que Ahumada desconsolidó sus cifras a partir de 2015. Las cifras, desde entonces, solo muestran pérdidas. Siete años de malos negocios.
Las vacas flacas
En 2015, el primer año completo de la firma bajo la gestión de Walgreens, Farmacias Ahumada perdió $ 29.071 millones. Sus ingresos habían sumado $ 418.815 millones ese año. En dólares de 2015, su facturación ascendió a US$ 592 millones. Era un portento en ventas, con una red de 449 locales en todo Chile.
Los balances de los seis años posteriores, desde 2016 a 2021, comprenden los períodos anuales de septiembre a agosto del año siguiente, siguiendo el año fiscal de su matriz en el exterior. Todos esos años, las cifras de Farmacias Ahumada han sido auditadas por Deloitte.
En el cuatrienio 2015-2018, Ahumada terminó todos los ejercicios, a agosto, en rojo. El 2017 perdió $ 35.849 millones y el siguiente, $ 35.849 millones. Al cierre de esos balances, la administración de la empresa comunicó a su auditor que había iniciado “un proceso de reestructuración para el cierre de farmacias en Chile y la relación contractual de empleados de casa matriz y farmacias”.
Ese primer gran ajuste se realizó en la última parte de 2018. La empresa argumentó que en los últimos años había enfrentado una brusca caída en su participación de mercado, pérdidas en ingresos y resultados y una disminución del tráfico de clientes y ventas en todos sus locales. Si en julio de 2015 tenía una cuota de mercado del 28,7%, tres años después había descendido al 21,3%, según un reporte de Asesorías Iqvia. Entre noviembre de 2018 y marzo de 2019, Ahumada despidió a 530 trabajadores y 31 químicos farmacéuticos. Según sus balances oficiales, en doce meses cerró 84 locales, para terminar 2019 con una red de 341 ubicaciones.
En ese ajuste también se produjo el cambio en la dirección de la empresa chilena y llegó el italiano Michele Ingravallo, quien hoy sigue al mando. Pero la firma no remontó y cerró el año móvil terminado en agosto de 2019 con una merma ahora de $ 41.427 millones. Y vino el estallido. Entre octubre y noviembre de 2019, argumentó luego Ahumada en una nueva ronda de despidos, más de 104 locales fueron atacados por desconocidos. A agosto de 2021 la red ya había disminuido a 301, casi 150 ubicaciones menos que cuando los estadounidenses tomaron el control.
El estallido, y luego la pandemia, asegura la empresa, obligaron a nuevas reducciones de personal. Si en marzo de 2020 tenía 2.939 trabajadores, a marzo de este año bajó a 2.588 personas. Al cierre de 2014, en Chile contabilizaba una dotación de 3.749 trabajadores. Más de 1.000 trabajadores menos.
El año de la pandemia fue el peor del período de administración de Walgreens y los balances a agosto de 2020 incluyen además el turbulento último cuatrimestre de 2019. En esos doce meses, Farmacias Ahumada perdió $ 53.065 millones, según revisó un año después la auditora Deloitte.
Los últimos balances de 2021 presentan pérdidas acumuladas por la friolera de $ 268.469 millones (unos US$ 350 millones). Hasta 2014, la empresa tenía utilidades acumuladas por $ 35 mil millones.
Una aclaración contable: Ahumada desconsolidó desde 2015 de sus balances los negocios, los activos y pasivos de Farmacias Benavides, un gigante con 1.109 locales en México, ya que es controlado financiera y operacionalmente por la matriz. Pero Ahumada tiene un 95,62% de Benavides y sus balances sí incluyen las pérdidas de México, que también son cuantiosas. Desde 2015 a 2021, la pérdida de las empresas asociadas, donde Benavides es el gran peso, ascendieron a exactos $ 100 mil millones y equivalen al 44,6% de las mermas de $ 230 mil millones registradas en el período 2015-2021 por Fasa. Con ello, el negocio de Chile en realidad dejó pérdidas por $ 130 mil millones. Y en ningún año tuvo ganancias.
Las malas cifras no son una excepción en la industria, al menos durante los difíciles 2019 y 2020. Primero estuvo el estallido y luego la pandemia, cuando debieron mantener abiertos sus locales, por instrucción de la autoridad, pese a la brusca baja de ventas. Pero algunas se recuperaron. El estado de resultados de SalcoBrand, controlada por la familia Yarur, lo demuestra. Sus estados de resultados a diciembre de 2021 reflejan utilidades por $ 14.488 millones e ingresos por venta de mercaderías de $ 639.374 millones (unos US$ 860 millones) para esos doce meses. La firma de los Yarur, sin embargo, venía de dos años de pérdidas por casi $ 10 mil millones cada año.
En la comparación, SalcoBrand facturó el doble de lo que vendió Ahumada en los 12 meses terminados en agosto. Los ingresos totales de esos doce meses ascienden a un total de $ 329.630 millones, unos US$ 423 millones. Y aunque no viene el detalle de las ventas: su stock de mercaderías ilustra su negocio. De un inventario de $ 38 mil millones, un 70% corresponde a medicamentos, un 24% a productos farmacéuticos y de higiene personal y un 1% a alimentos, bebidas y tabaco.
Más capital y una marca desvalorizada
Los esfuerzos de Walgreens Boots han sido ingentes. La matriz hizo un aumento de capital por $ 24 mil millones en mayo de 2020 y según los reportes financieros, Alliance Boots Holding prestó a la empresa $151.001 millones, cuyos intereses se pagan anualmente. “Actualmente, el directorio está analizando la capitalización de una parte de esta deuda, capitalización que quedaría concluida durante el periodo 2022″, dice la última presentación de resultados a la que accedió Pulso. La empresa no quiso responder preguntas para este reportaje ni aclarar si esa capitalización se realizó. Al menos en los registros públicos de comercio, Farmacias Ahumada no ha reportado cambios en su capital desde hace dos años.
El capital de trabajo de Ahumada era negativo a agosto de 2021, pero tenía efectivo por más de $ 6 mil millones. “Históricamente, la sociedad ha dependido de los préstamos de su accionista principal y sus sociedades relacionadas para proporcionarle capital de trabajo según sea necesario”, dicen los balances.
Incluso la marca ha sufrido un fuerte deterioro. El valor asignado en los balances a la marca comercial Farmacias Ahumada, el intangible más valioso de la firma, ha descendido año tras año. En 2014 se contabilizaba a $ 31.341 millones. En el balance de agosto se redujo a un quinto de esa cifra: $ 5.914 millones.
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