El sindicato de La Fraternidad, que aglutina a los conductores de trenes de Argentina, ha convocado a un paro nacional para este miércoles 21 de febrero con el objetivo de suspender la actividad en el servicio ferroviario en respuesta a la falta de discusión en torno a a recomposición salarial ante la inflación “galopante” que atraviesa Argentina.


Lo último en Pulso

El paro durará 24 horas y afectará tanto a los trenes de pasajeros como de carga, lo que tendrá un impacto en la movilidad del país. Esta medida de fuerza fue confirmada por el sindicato el pasado viernes, tras no llegar a un acuerdo para que se aplique un incremento en los salarios de los trabajadores del sector.

En concreto, La Fraternidad ha exigido un aumento de entre 52% y el 55%, en relación con la inflación registrada en el país en los últimos meses. Esta falta de acuerdo “deteriora los haberes” del personal de conducción de trenes, “causándoles daños irreparables”, según ha denunciado el sindicato.

Al cierre de enero, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Argentina volvió a registrar un importante incremento al elevarse hasta el 254,2% interanual, lo que supone un aumento de más de 42 puntos respecto al mes anterior. No obstante, la inflación mensual retrocedió desde enero, ubicándose en el 20,6%, que continúa siendo un alto porcentaje.

En este contexto, el sindicato ferroviario no es el único que amenaza con continuas movilizaciones para ejercer presión sobre el Gobierno. La Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina, la principal organización sindical del país, ha abierto la posibilidad de convocar un nuevo paro nacional una vez que se cerró la negocición entre sindicatos, empresarios y Gobierno sin acuerdo en materia de salario mínimo el pasado jueves.

La propuesta de la CGT pasa por un incremento del 85% sobre la última cantidad a partir del 1 de febrero, fijando una base de 288.600 pesos argentinos. Este aumento tiene el acuerdo de las tres centrales obreras del país y el rechazo de la contraparte empresarial.