Prácticamente quedan dos semanas para las elecciones presidenciales de segunda vuelta y todavía no hay una claridad total de lo que pretende hacer cada uno de los candidatos. Si bien tanto el representante del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, como el de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, han señalado que se encuentran afinando los programas de gobierno para incluir nuevas propuestas y lograr mayorías, lo cierto es que, para el ministro de Economía, Lucas Palacios, esas definiciones tienen que darse pronto, porque están afectando las decisiones de inversiones. Es más, afirma que algunos proyectos se han paralizados a la espera de que se conozcan más detalles de lo que se quiere hacer en materia tributaria y del rol que jugará el sector privado. Por eso hace un llamado a “ambas candidaturas para que sean claras y específicas de cómo piensan plantarse de cara al futuro”.
El secretario de Estado añade que lo que está haciendo es levantar las alertas para que ambos candidatos tengan presente que la falta de claridad en materias económicas genera problemas en las decisiones de los inversionistas. “Se requieren ciertas certezas de ciertas reglas del juego”, puntualiza.
Los candidatos presidenciales están readecuando sus programas y todavía no hay mucha claridad sobre lo que realmente realizarán.
¿Esta falta de definiciones afecta los proyectos de inversión que puedan estar en carpeta?
-Durante el último año, y en base a las continuas reuniones que sostengo con inversionistas de todos lados, he observado una mayor preocupación por parte de empresas de mayor tamaño y de origen local. Esto se da, sin duda, porque los inversionistas nacionales son los que están más expuestos a los riesgos locales, ya que sus carteras de proyectos están mayoritariamente en nuestro país, en contraste con los inversionistas extranjeros que poseen una cartera más diversificada en diversos países y latitudes. Sin embargo, ya en las últimas semanas he sido testigo de cómo se ha vuelto más generalizada la preocupación por parte de los inversionistas, ahora no solo nacionales, sino también internacionales, respecto de cuál será el rumbo político que tomará nuestro país, sobre todo si prosperan visiones más estatistas que no incorporan ni sopesan la relevancia del sector privado y la inversión para el desarrollo futuro. Están a la espera de una mayor claridad con respecto de qué es lo que harán los programas de gobierno. Esta realidad está afectando significativamente decisiones de inversión y, por consiguiente, las proyecciones económicas y de generación de empleo para los próximos años.
¿Qué es lo que le ha tocado percibir en las reuniones con inversionistas?
-Hay un temor entre los inversionistas tanto chilenos como extranjeros por la poca claridad de los programas de gobierno y de lo que se pretende realizar. Por un lado, hay un proyecto que quiere resolverlo todo a través del Estado y están pensando como si estuviéramos en el siglo XX y no en el siglo XXI. Los desafíos que tenemos a futuro exigen claridad para que el sector privado pueda invertir y sacar el país adelante entre todos. El rol importante que tiene que cumplir el sector privado y el rol eficiente que tiene que cumplir el sector público. En esas materias falta claridad. Además, tampoco hay detalles de cómo se convergerá a los equilibrios fiscales, ni qué se hará en materias impositivas. En materia laboral, hay programas que proponen rigidizar el mercado del trabajo lo que va en la dirección contraria de lo que hacen los países desarrollados que buscan mayores niveles de flexibilidad. El impulso del teletrabajo para una mayor compatibilización entre la vida laboral y familiar. Todo eso ha postergado decisiones de inversión.
¿Y esas reticencias de los inversionistas son igual para ambas candidaturas?
-Para ambas faltan detalles, pero sin lugar a duda hay un programa que afecta la inversión privada y la otra busca favorecerla. Una cosa son los incentivos para la inversión, pero otra es de qué manera se busca una mayor compatibilidad entre lo que tiene que hacer el sector privado y el público en el país. Faltan detalles importantes, pero una de ellas representa un freno de mano para la inversión en el país.
En cuanto a las propuestas de Kast, ¿cuáles son los principales problemas de ese programa para la inversión?
-El programa de José Antonio Kast requiere detalles y entiendo que está siendo modificado. Lo que conocemos hasta ahora es que incluye el objetivo de hacer más eficiente la recaudación tributaria, a través de un proceso de simplificación y reducción gradual de impuestos, además de generar condiciones de certeza y seguridad para las empresas y los inversionistas, mediante lo cual busca impulsar la inversión y el crecimiento económico del país. Esto es positivo para la economía, aunque requiere, a mi juicio, mayor claridad respecto a la ecuación de disminución de impuestos y su impacto en la convergencia a déficit fiscales acotados, lo cual es muy importante dadas las necesidades de mantener una red de protección social adecuada y costos de financiamiento bajos en el tiempo.
¿En su argumentación se desprende que sería mejor para la inversión el programa de José Antonio Kast? ¿Se inclina por esa candidatura?
-Me preocupa el futuro del país, independiente de quién sea el Presidente electo en las próximas elecciones. Lo que hago es el levantar las alertas para que ambas candidaturas sepan el impacto que tiene la poca claridad cuando se plantean temas económicos, porque la inversión requiere ciertas certezas, de ciertas reglas del juego. Cuando se plantea subir más de 8 puntos la recaudación fiscal, tiene que haber mucho detalle de cómo se hará, porque finalmente los proyectos de inversión tienen que bajar a una planilla de cálculo e incorporar mayores costos o menores incentivos para tomar sus decisiones de manera informada.
¿Espera que se disipen pronto esas dudas programáticas?
-Hago un llamado a ambas candidaturas para que sean claras y específicas de cómo piensan plantarse de cara al futuro, porque es una fantasía pensar que los países puedan desarrollarse con una visión estatista sin incorporar al sector privado. Los inversionistas están a la espera de una mayor claridad y mesura de los planteamientos que permitan el desarrollo de la inversión privada.
Reactivación del turismo y agenda legislativa
¿Cómo se está siguiendo la variable ómicron y su eventual impacto en el sector turismo?
-El turismo receptivo, que son los turistas extranjeros, lleva dos temporadas altas muy malas. La primera fue entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 con caídas del orden de 60%, y después la temporada diciembre 2020 y marzo 2021, la situación fue aún peor: la caída llegó al 95%. El turismo receptivo genera unos 75 mil puestos de trabajo y está todavía muy rezagado y no se puede perder una tercera temporada. Estamos buscando medidas de flexibilización para permitir con todas las medidas sanitarias el ingreso de turistas.
¿Como cuáles?
-Dependemos de alguna forma de cómo se desarrolla la nueva variante. Cuál es su amenaza para Chile considerando el nivel de vacunación que tenemos. Estamos trabajando en conjunto con los gremios del turismo, con los operadores internacionales. Estamos haciendo contactos con ellos para poder mostrarle que las fronteras de Chile están abiertas para aquellos extranjeros que puedan homologar su vacuna. Ahora la homologación de vacunas se está demorando ocho días, lo que es un plazo bastante acotado a lo que había antes, estamos siempre con el Ministerio de Salud viendo las materias para agilizar la toma de PCR y mejorar las condiciones y simplificar los procesos para que los extranjeros puedan hacer turismo en Chile.