A las 14.00 de este viernes, y tras permanecer 10 meses cerrado -con un breve paréntesis en noviembre-, el Casino de Viña del Mar volvió a funcionar parcialmente. Un oficio de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), publicado este viernes, autorizó la reapertura de los “espacios abiertos” de estos recintos de lunes a viernes, en las comunas que se encuentren en la Fase 2 del plan Paso a Paso.
“Tomando en consideración los buenos resultados de protección a la salud obtenidos por la industria en el reinicio de sus operaciones, resulta procedente que las operadoras y concesionarias municipales de casinos de juego puedan abrir en el citado Paso 2”, informó la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ).
De este modo, el Casino de Viña, operado por Enjoy y que permaneció cerrado 10 meses por la pandemia (excepto en noviembre y diciembre, cuando la comuna estuvo en Fase 3), abrió la terraza “Fumadores”, que tiene 336 máquinas tragamonedas. La “Americano” y la “VIP”, con 108 y 56 máquinas, respectivamente, estarán disponibles cuanto antes, informó la empresa.
Para su apertura, la concesionaria tuvo que implementar los protocolos de higiene dispuestos por el Minsal. Por ejemplo, en el ingreso los clientes deben informar sus datos personales, como nombre, correo electrónico y número de teléfono, con el fin de facilitar la trazabilidad en caso de producirse algún contagio.
Asimismo, el personal solicita a los usuarios que se tomen la temperatura, en un tótem ubicado en el hall de entrada. Al menos este viernes no había un trabajador con una pistola láser en el acceso, como ocurre habitualmente en los supermercados.
Para llegar a la terraza “Fumadores”, las personas deben cruzar la “Poker Room”, un salón cerrado -y no habilitado por el momento- con mesas para juegos de cartas y ruletas. En ella un pendón anuncia recomendaciones generales para prevenir el Covid-19, como el uso de la mascarilla o evitar tocarse los ojos, nariz y boca.
Ya en la terraza, se observan cristales acrílicos que separan las máquinas tragamonedas. Asimismo, hay algunos aparatos que no están funcionando. “Esta máquina demarca la distancia social. Enjoy te cuida”, se lee en la superficie.
Caminando por la terraza, en busca de una máquina para jugar, Miguel, que es de Santiago y pasa sus vacaciones en Viña, valoró positivamente la reapertura del Casino.
“Esto es una vía de escape para tanta presión que hemos tenido. Ha sido un año muy asqueroso, el que se nos fue y parte de este. Así que considero que es necesario. Si bien es cierto que nunca es bien mirada una persona que le gusta el juego, aun así, es un modo de evasión de muchas cosas”, explicó.
Lo mismo opinó la alcaldesa Virginia Reginato: “Es una entretención para muchas personas, que hoy día tienen que estar encerradas en sus casas, no pueden salir a comprar o al comercio, que también está complicado”.
La edil también apuntó a que la reapertura del casino “va a ser un gran beneficio para Viña del Mar” y agradeció a la SCJ “haber pensado en esta ciudad y en las ciudades que tienen casinos municipales. Indudablemente esto sirve para la reactivación”.
En efecto, y según informó Enjoy, desde este viernes 180 empleados volvieron a trabajar en el casino de la Ciudad Jardín.
Por el contrario, Ignacio de la Torre, presidente del Colegio Médico (Colmed) de Valparaíso, dijo sobre la apertura parcial que “como Colegio Médico hemos reiterado que todas aquellas actividades que no son esenciales y donde se producen aglomeraciones de personas, y por un período de tiempo prolongado, deberían ser evitadas”.
Afirmó que “teniendo la comuna en Fase 2, donde están prohibidas las reuniones de más de 5 personas en los domicilios, resulta bastante ilógico que se autorice al Casino de Viña para la entrada en funcionamiento de salas de juego. Realmente es una actividad totalmente postergable”.
En tanto, el concejal de Viña del Mar, Sandro Puebla, manifestó que mientras el casino estuvo cerrado “el municipio dejó de percibir $2 mil millones mensuales” y que “hoy la municipalidad está al borde de la ruina, ya que terminó el 2020 con un déficit de $15 mil millones y fracasó la operación de leaseback que buscaba obtener $9.500 millones frescos para pagarles a proveedores deudas del año pasado”.