El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, prohibió con efecto inmediato cualquier subida de precios de todo tipo de productos o servicios, argumentando que la inflación ha llegado a niveles “desorbitados” y que es necesario atajarla por decreto.
“Desde el 6 de octubre, cualquier subida de precios está prohibida”, sentenció Lukashenko, que tras una reunión del Gobierno ha advertido del riesgo al que se enfrentan quienes desoigan la orden o apliquen algún tipo de aumento de forma “retroactiva”, según informó la agencia BelTA.
El mandatario advirtió que se podrán contemplar “excepciones”, aunque cualquier potencial subida debe ser autorizada previamente por el Gobierno, por los gobernadores regionales o por el Ayuntamiento de Minsk.
Quienes incumplan las nuevas medidas, se arriesgan a “la detención inmediata y procedimientos penales”. Lukashenko exhortó a la Fiscalía y al Comité de Control, que vigila el cumplimiento de las órdenes presidenciales, a controlar cualquier posible irregularidad.
Las estadísticas oficiales de Bielorrusia situaron en agosto en el 17,9 por ciento la inflación interanual, con subidas especialmente altas en el caso de los alimentos. Según la agencia DPA, algunos expertos vaticinan que la inflación podría alcanzar el 19 por ciento este año.