Con un planeta en dificultades para controlar el ascenso de la temperatura, algunos estudios ya evidencian que la crisis climática golpea de forma desigual dependiendo del género. Según la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su último informe publicado en marzo, los hogares encabezados por una sola mujer pierden cerca de un 8% más de sus ingresos por el calor extremo, sobre todo si se localizan en zonas rurales.
Para la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, las causas más estructurales de este resultado están relacionadas con desigualdades históricas de género, asociadas a la desigualdad socioeconómica y la pobreza, y a la falta de valoración social de las labores de cuidado que tradicionalmente han sido ejercidas por las mujeres. “Además, hay que considerar que los datos desagregados en torno al género son una evidencia que se ha estado desarrollando recién hace unos años. Antes de eso, las diferencias eran una experiencia de las mujeres, pero los datos ni siquiera lo reconocían”, asegura a Pulso La Tercera.
Chile no escapa a los estragos climáticos, cuya mayor expresión se manifiesta en una prolongada sequía. “La triple crisis que hoy enfrentamos -de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación ambiental- es una amenaza para toda la humanidad, pero que impacta de manera desigual a las personas dependiendo de su grado de vulnerabilidad, siendo en muchos países las mujeres el grupo de mayor riesgo”, dice la secretaria de Estado.
Basándose en otro estudio, “Análisis de vulnerabilidad al cambio climático con enfoque de género para los sectores biodiversidad, agricultura, pesca y acuicultura y ciudades”, finalizado en 2023 -realizado con apoyo de ONU Mujeres, PNUD y el financiamiento del Gran Ducado de Luxemburgo-, Rojas explica que al integrarse los datos desagregados por sexo existe una conclusión clara: “Los niveles de ingreso, pobreza, educación, jefaturas de hogar femenina y participación política, inciden en que las mujeres sean más sensibles a los impactos del cambio climático”.
Aunque las diferencias varían de una región a otra, la ministra recalca que en casi todos los casos las mujeres tienen un acceso y control desigual a los recursos naturales, incluyendo tenencia de la tierra, acceso desigual a financiamiento y un menor poder de decisión en general, que se hace más evidente en los grupos más vulnerables.
De acuerdo con ONU Mujeres, en función de los roles sociales, las mujeres en el sector rural suelen ser responsables de la gestión de los recursos naturales, dejándolas a cargo del agua, los alimentos, el territorio agrícola y la leña. Dichos recursos naturales, que a su vez son vitales para la supervivencia personal y comunitaria, las llevaría a percibir las amenazas de manera diversa y distinta a la de los hombres.
Este estudio encontró que, en Chile, respecto a biodiversidad, las mujeres tienen un mayor riesgo climático casi en todo el país, lo que se debe al número de jefas de hogar recolectoras, la participación en el trabajo doméstico no remunerado, porcentaje de ocupadas que reciben ingreso igual o menor al salario mínimo, a una alta dependencia del empleo comunal con la industria del turismo, y la predominancia de mujeres que realizan esta actividad. Respecto de las ciudades, se analizaron los impactos por inundaciones, olas de calor y seguridad hídrica, y no se hallaron grandes diferencias en los niveles de riesgo entre hombres y mujeres. Sin embargo, para el caso de las mujeres hay una mayor cantidad de comunas en que registraron una “capacidad adaptativa muy baja”, en comparación con los hombres, relacionada con niveles educacionales y participación política en la toma de decisiones. “Esto es una mirada a nivel nacional, pero de todas maneras se requiere profundizar estos análisis a escalas territoriales, donde es imprescindible contar con estadísticas, registros administrativos e información cuantitativa y cualitativa que den cuenta de la situación de género en los diferentes sectores y niveles de intervención”, explica Rojas.
Liderazgos femeninos
Rojas no sólo destaca la mayor vulnerabilidad de las mujeres ante amenazas asociadas al cambio climático, sino también el rol femenino ante el calentamiento global: “(Hay que resaltar) el poder transformador para enfrentar el cambio climático que tienen los liderazgos femeninos: enfrentar la triple crisis requiere soluciones colaborativas, en red, con inclusión y diversidad para el cuidado de la naturaleza”.
En Chile, hay mujeres que lideran el proceso de búsqueda de soluciones de mitigación y adaptación desde diversos ámbitos. Sin embargo, la ministra realza que, posiblemente, la mayor brecha pudiera observarse en el sector privado y financiero. “En ese sentido, la brecha sigue estando en cómo se realizan las inversiones para implementar dichas soluciones que permitan a los territorios estar preparados ante los impactos del cambio climático”, señala.
El mismo panorama detecta en Latinoamérica, ya que cuando se ha reunido con sus pares de los ministerios de Medio Ambiente regionales, observa una participación equilibrada de mujeres y hombres dirigiendo estas carteras, pero cuando se trata de las económicas, “las decisiones siguen siendo lideradas mayoritariamente por hombres”. En esa línea, menciona que la Ley de Cambio Climático en Chile ha empujado a dar un paso en la participación paritaria en la institucionalidad relacionada con el combate del calentamiento global.P