Aunque el mercado anticipaba una desaceleración de la manufactura de China, esta sorprendió anotando su mayor incremento desde enero de 2011. En consonancia con lo que mostraban los números gubernamentales, el PMI del sector en cuestión elaborado por Caixin marcó 53,1 puntos, frente a los 52,8 del mes anterior.
Con una economía china en marcha desde hace algunos meses, el salto esta vez estuvo impulsado desde afuera. En agosto, los nuevos pedidos de exportación regresaron a territorio expansivo por primera vez en lo que va del año.
Este resultado “augura una buena actividad futura”, según Erin Xin, economista de la Gran China en HSBC. “Esto respalda nuestra opinión de que a medida que la economía mundial comience su proceso de recuperación, la demanda externa continuará mejorando durante el resto del año. Esperamos que el crecimiento de las exportaciones alcance el 6,6% interanual en el tercer trimestre y el 5,1% interanual en el cuarto trimestre”, agrega la experta.
Justamente este martes el Instituto Kiel consignó en un informe que los volúmenes de exportaciones ya se han recuperado a niveles que tardaron más de un año en alcanzarse tras el colapso de Lehman Brothers, lo que sin lugar a dudas reforzara la ruta de recuperación de China, la más adelantada entre las mayores economías del globo.
De hecho, la manufactura también se vio beneficiada por la situación las condiciones de la demanda, con una nueva mejora en el subíndice de empleo. No obstante, Erin sostiene que “las presiones del mercado laboral persisten ya que el índice se mantuvo en territorio contractivo”, marco en el cual HSBC anticipa que “la política se mantenga flexible para ayudar a respaldar aún más la recuperación y recuperar empleos al impulsar la demanda interna”.
Una opinión similar expresa Wang Zhe, economista senior de Caixin, quien si bien celebra la continua mejora de la manufactura de la que da cuenta el informe que lideró, asegura que el mercado labora sigue desfasado. “Una expansión del empleo depende de la mejora a largo plazo de la economía”, contexto en el que “los apoyos de la política macroeconómica son esenciales, especialmente cuando todavía existen muchas incertidumbres en las economías nacionales y extranjeras. Las políticas pertinentes no deben endurecerse significativamente”, aseguró.