Una agria discusión, por teleconferencia, generó la respuesta del presidente del Banco Central (BC), Mario Marcel a una pregunta de los senadores de la Comisión de Hacienda, sobre un asunto ni siquiera relacionado con el contenido del Informe de Política Monetaria (Ipom) que estaba presentando.
Todo surgió a raíz de la presentación de un proyecto de ley del senador socialista Carlos Montes para eliminar las restricciones que contempla la ley e impiden que el BC conceda préstamos al Fisco y que compre deuda de sus empresas. La propuesta es permitir que el instituto emisor realice estas operaciones previo consentimiento del Presidente de la República. A propósito de ello el senador Juan Antonio Coloma (UDI) preguntó a la autoridad monetaria cuál sería la diferencia entre prestar dinero al fisco y comprar bonos del Tesoro o de las empresas estatales en el mercado secundario, y su parecer ante estas herramientas.
Marcel dio una larga explicación. Partió recordando que en la Constitución el artículo 109 establece la prohibición expresa y taxativa a que el BC le preste recursos al fisco o a instituciones públicas de manera directa o indirecta. “En su momento quienes redactaron la norma quisieron evitar que se generara por vía indirecta un resquicio para financiar al Estado, porque la experiencia de financiamiento de los déficits fue extremadamente negativa y fue la responsable de tasas de inflación de dos dígitos durante cuatro décadas”, manifestó al ejemplificar con la situación de Argentina, donde el BC cuenta con esta facultad.
Otra cosa, explicó Marcel, es que el instituto emisor no pueda comprar bonos de Tesorería o de las empresas públicas, aunque se los venda un tercero, como una compañía de seguros o fondos mutuos, herramienta que sí tienen otras BC de países desarrollados como el Banco Central Europeo para efectos de la política monetaria o contribuir a la estabilidad financiera. “Esa es una anomalía respecto de otros bancos centrales” acotó.
Luego comentó que el mayor riesgo en estas circunstancias de pandemia es que tras la hibernación las empresas no cuenten con recursos para financiar sus flujos de caja, quiebren y generen un efecto en cadena sobre el sistema productivo que inevitablemente llegará al sistema financiero.
“En ese escenario es útil tener el máximo posible de instrumentos de política, así como otros BC que cuentan con la posibilidad de comprar bonos del Tesoro. Si el problema es prevenir un impacto mayor sobre el sistema financiero, (esta herramienta) sí es útil porque las crisis financieras son las más profundas, duraderas y costosas socialmente”, señaló.
Y con este argumento instó a los parlamentarios a explorar esa puerta: “Si se quisiera dar al BC instrumentos adicionales que no estén en su dominio, para fortalecer su objetivo de estabilización financiera esta es una alternativa, no el financiamiento (del Estado)”, apuntó.
Finalmente sostuvo que la Constitución abre la posibilidad de conceder préstamos al fisco en estados de guerra, porque en esos casos se cierran las líneas de financiamiento. Y enfatizó que hoy en día Chile tiene una buena llegada a los circuitos internacionales, lo que fue reafirmado más tarde en la conferencia de prensa por el gerente de Operaciones Financieras del BC, Beltrán de Ramón: “La deuda del fisco en moneda extranjera hace un año estaba a nivel de 3% en dólares; en el segundo semestre fluctuó entre 2% y 2,5%, y en algún momento subió a 4,5%, pero ha vuelto a niveles entre 2,60% y 2,70%, que es una tasa muy baja. Pensamos que Chile no tendría ningún problema para endeudarse tanto en moneda local como extranjera”.
En tanto en la comisión, la extendida respuesta de Marcel molestó al senador Montes: “Su opinión es válida, pero es una. Habría que escuchar a otros expresidentes del BC. Nunca habíamos visto que dedicáramos todo un Ipom a criticar un proyecto”, dijo. El senador Coloma replicó en tono duro: “Es poco aceptable lo que dice el senador Montes cuando el presidente del BC está respondiendo una pregunta que le hicimos. No me parece justo que se plantee así”.