El Ministro de Hacienda, Mario Marcel, tuvo su primera actividad pública este miércoles en las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, en un seminario sobre gasto fiscal.
En el evento “Gastar bien. Gastar con responsabilidad”, desarrollado en el edificio principal del FMI en Washington DC, el titular de Hacienda compartió escenario con la subdirectora Gerente del FMI, Antoinette Monsio Sayeh; la Contralora General de la República de Kenya, Nancy Gathungu; y la ministra de Finanzas y Economía de Albania, Delina Ibrahimaj.
En la oportunidad, Marcel señaló que “hay que hacer una distinción muy importante entre gastar bien y gastar suficiente”, indicando que una cosa no es necesariamente lo mismo que la otra.
Así, el ministro explicó que, a su juicio, “cuando gastas bien, eso no necesariamente responde a todas las demandas y necesidades de la sociedad. A veces se enfrentan limitaciones y distorsiones que emergen en estados pequeños. Cuando tienes recursos muy limitados y tienes responsabilidades que recaen sobre el Estado y tienes los mismos recursos, claro, puedes mejorar la eficiencia, lo que es necesario, pero lo que suelen hacer los gobiernos es empezar a reasignar los recursos”. En ese contexto, Marcel dijo que cuando se produce una emergencia se mueven recursos ahí, “pero tal vez más tarde tendrás una crisis sanitaria o tendrás una crisis de seguridad y te verás obligado a volver a mover los recursos. Así que se pasa de algo que era importante antes a algo que es importante ahora, pero estas cosas no se cancelan mutuamente, se van acumulando en el tiempo y cuando eso pasa y el gobierno no tiene suficientes recursos para responder a eso, entonces se empiezan a tratar soluciones privadas, pero con soluciones privadas vienen algunos otros problemas sociales”.
El secretario de Estado comentó que entre los reclamos durante el estallido social de 2019 en Chile, estaba que la gente “tiene que pagar sus estudios con préstamos”, también mencionó los pagos en salud y que afectaban principalmente a la clase media. “Cuando te das cuenta de eso, entonces llegas a la conclusión de que tienes que tener controladas la evolución de las necesidades de la sociedad y la evolución de los recursos para responder, porque de otra forma se crea un círculo vicioso de críticas a los gobiernos porque no se hace lo suficiente, o porque se actúa arbitrariamente, o porque hay corrupción porque hay mucha discrecionalidad en lo que la gente tiene que hacer. Y eso erosiona la confianza en el gobierno y la generación de recursos para hacer frente a estos problemas”, puntualizó.
Por esto, destacó la experiencia de Chile y la comunicación que se hace de estos temas desde la implementación de la regla de balance estructural, afirmando que “desde principios de la década de 2000, desde que adoptamos este Presupuesto estructural, tenemos este argumento que en orden de financiar gasto permanente necesitas financiamiento permanente y el financiamiento permanente tiene que venir de impuestos. Así que creo que hay algo que la gente tiene que entender, que es de sentido común. Y si eso lo haces coincidir con el esfuerzo de intentar hacer lo mejor con los recursos que tienes, creo que eso crea un ambiente de confianza, en el que puedes proponer y promover reformas tributarias para movilizar más recursos para que el gobierno responda a las necesidades de la gente”.
Más adelante, el ministro también destacó que es muy relevante tener prioridades y objetivos claros, lo que permite evaluar de mejor forma cómo se está gastando. Ahí puso como un ejemplo de lo que no hay que hacer el Transantiago, el cual señaló que fue una “experiencia traumática”, indicando que no se explicaron los objetivos de esa reforma.