La semana pasada el gobierno ingresó las indicaciones al proyecto que modifica el royalty minero que actualmente se encuentra en la Comisión de Hacienda del Senado. Esto en el marco de la reforma tributaria.
Según lo que ha señalado el gobierno, se establece un nuevo royalty a la gran minería que permitirá una distribución más equilibrada de las rentas de recursos no renovables, cuidando que se mantengan los incentivos a invertir y desarrollar el sector, manteniendo a Chile como un líder minero a nivel mundial.
La propuesta del Ejecutivo tiene dos componentes. Un impuesto ad valorem que se aplica sobre las ventas anuales de cobre fino en forma progresiva, con tasas efectivas del 1% al 2% para las mineras que vendan al año más de 50.000 toneladas métricas de cobre fino (TMCF) y menos de 200.000 toneladas, y una tasa marginal del 1% al 7% para quienes vendan más de 200.000 toneladas, en función del precio promedio anual del cobre: la parte que se sitúe entre US$ 2 y US$ 3 la libra, pagará un 4%. Sobre US$ 3, se paga un 7%.
Los productores de más de 50 mil toneladas quedarán sujetos además al segundo componente sobre el margen minero, aplicado sobre la renta imponible operacional minera ajustada, con tasas de entre un 2% y un 36%. Con un precio de entre US$ 3,25 y US$ 4,25, la tasa efectiva no podrá superar el 20%, dice el proyecto. En 2021 promedió US$ 4,22.
Si bien todavía no se comienza a discutir el proyecto, los gremios mineros ya han levantado algunas alertas sobre el impacto que el nuevo royalty puede provocar en la inversión del sector. Fue un tema que se comentó en el primer día de actividades del ministro de Hacienda, Mario Marcel, en Chile Day y este martes lo abordó en una charla que dio en la Universidad de Columbia. En esa exposición planteó que la discusión todavía no está cerrada.
“Los márgenes es algo que está abierto a discusión, no pretendemos tener la última palabra al respecto (...). Lo importante para nosotros sobre el royalty es equilibrar esa distribución de la renta económica y usar los ingresos provenientes del royalty minero para buscar desarrollo regional, mayor investigación y contribuir a que la economía sea más competitiva y productiva. Ese es nuestro propósito y si encontramos un diseño alternativo que nos lleve al mismo resultado, estaríamos felices de tomarlo”, comentó el secretario de Estado ante la consulta sobre el impacto que tiene esta medida en la inversión.
Estas declaraciones de inmediato generaron comentarios en Chile. En particular los gremios relacionados con la minería: La Sociedad Nacional de Minería (Sonami) y el Consejo Minero valoraron la apertura que tuvo el secretario de Estado.
“Es positivo que el ministro de Hacienda se allane a revisar el proyecto, especialmente considerando que este no cumple con la arquitectura tributaria que anunció el propio gobierno, ya que no es progresivo ni ecuánime. Tampoco facilita el proceso y entendimiento de las obligaciones tributarias y, lo más importante, no genera estabilidad ni certeza”, afirmó el presidente de la SonamI, Diego Hernández. El ejecutivo añadió que “claramente el ministro Marcel se está dando cuenta que las indicaciones que envió respecto al proyecto de royalty no son buenas para el sector y el país, por el contrario, tendrán un impacto severo en la inversión minera”.
En ese sentido, Hernández sostuvo que “algunas importantes empresas del sector han manifestado que, si se llegasen a aprobar esas indicaciones, habría una revisión de sus inversiones en Chile. Este proyecto es nocivo para la industria porque considera un royalty ad valorem que es regresivo ya que afecta, en mayor medida, a las mineras de costo más alto disminuyendo la competitividad del sector, lo que es dañino para el país”.
Joaquín Villarino, Presidente Ejecutivo del Consejo Minero, subrayó que interpretan “las declaraciones como una señal de reconocimiento que una buena estructura tributaria debe considerar, más allá de las variables de tamaño y precio, una mirada a largo plazo, reconocer que las empresas tienen distintos costos de producción, y establecer un mecanismo de estabilidad que resguarde los proyectos e inversiones de aquellas operaciones que tienen menores márgenes”.
Las fórmulas a explorar
Con las declaraciones o nuevo rayado de cancha del ministro, los privados entregaron su visión sobre cuáles podrían ser los cambios a analizar para el royalty.
Para Hernández, el camino a seguir es subiendo el impuesto específico a la minería. “Creemos que resultaría más conveniente modificar la escala del impuesto específico a la minería para aumentar la recaudación a un límite que no comprometa la inversión en nuevos proyectos”. Asimismo, acotó que “en un escenario con una inflación en Estados Unidos de 9%, no tiene mucho sentido fijar la tasa de impuesto en función del precio del cobre, ya que esas escalas quedarán obsoletas en un par de años”.
Por su parte, Villarino puntualiza que “la industria minera es consiente que su aporte tributario se verá incrementado para contribuir al bienestar de millones de habitantes de nuestro país. Hay que cuidar a esta industria para que su mayor aporte sea sostenible en el tiempo, y satisfaga necesidades de hoy sin sacrificar la posibilidad de satisfacer la de futuras generaciones”.