También integrante de la mesa técnica para la Modernización Laboral, el exsubsecretario del Trabajo Marcelo Soto, coincide en que el proyecto va en la dirección correcta y que se deben resguardar dos ejes: que no se disminuyan las horas laborales, y segundo, que el trabajador puede elegir.

¿Está de acuerdo con los lineamientos planteados?

-Va en la dirección correcta y al haberse trabajado ampliamente pareciera tener desde ya algo de consenso. Obviamente el tema jornada de trabajo en lo microeconómico influye para la calidad de vida de los trabajadores y en el crecimiento económico. Lo importante es que el mensaje sea claro: se trata de trabajar mejor y no trabajar menos.

¿Sin riesgo de precarizar el empleo?

-Estas normas no precarizan para nada, sino que fortalecen la libertad de cada trabajador de adaptar su jornada a su realidad. Insisto: que no se confunda con trabajar menos. Es decir, podemos trabajar 4 días, pero sumando las horas a otros días de la semana, de manera que se trabaje el mismo número de horas que se trabajaría de lunes a sábado. También es positivo abordar los empleos de plataforma apuntando a la seguridad social como norma legal, no como relación laboral, y las normas de acoso donde era necesario hacer el aggiornamiento.

¿Qué debería cautelar el gobierno para que no se desdibuje el proyecto?

-Es importante que no se confunda con el proyecto de la diputada (Camila) Vallejo (PC) de bajar a 40 horas el máximo semanal. En el debate legislativo se podría pedir esa transacción: apoyo a la adaptabilidad y bajar el número de horas. Eso sería un error, trabajar menos no nos hace más productivos, la idea es ser productivos y desde ahí poder bajar el número de horas.

¿Y desde la perspectiva de los trabajadores?

-Lo primero es que no se obliga a nadie; segundo, tampoco se plantea un aumento de la jornada laboral por una letra chica. La clave es la distribución de las horas de trabajo de mejor manera.

¿Ve aumento en productividad y empleo?

-Veo un impacto positivo en la teoría, aunque hay que ser prudentes porque esto lo vamos a saber expost. Uno pensaría que hay una serie de sectores que hoy están fuera del mercado laboral que podrían entrar -jóvenes, mujeres, adultos mayores- o trabajadores que pueden mejorar su calidad de vida. Falta eso sí el proyecto colectivo que tiene que ir. Con esa ecuación completa sí creo que se mueve la aguja de la inversión, la productividad y del empleo en Chile.