María Eugenia Sosa de Itaú Unibanco: "El desafío es cómo el core de un banco puede impactar a la sustentabilidad"

Si bien María Eugenia Sosa lleva una década en el área de sustentabilidad de -el hoy- Banco Itaú Unibanco a nivel global, antes estuvo en uno de los símbolos corporativos de los negocios sostenibles: Unilever. Según Sosa, quien vino a Chile en el marco del Encuentro de Fundaciones y Sustentabilidad organizado por las oficinas de esta entidad en Chile, el cambio fue muy desafiante. "Llegué para armar el área de sustentabilidad. Fue algo muy diferente, pero creo que la gran ventaja de trabajar en un banco, es que si todo el dinero pasa por el sistema financiero, tienes la oportunidad de influenciar diferentes sectores de la economía", confiesa la gerente de Sustentabilidad y Negocios Inclusivos de Itaú Unibanco.

¿Cómo definen la sustentabilidad en una entidad financiera?

-Es diferente a empresas más industriales, donde se habla mucho de los recursos naturales, el agua o los residuos. Nosotros no estamos en ese tipo de sector, por lo tanto, nuestro desafío es cómo el core de un banco puede impactar a la sustentabilidad. O sea, cuál es el papel de un banco en una visión sustentable del mundo.

¿Cuál es el papel?

- Ha habido un aprendizaje. Como empresa tenemos la posibilidad de ver dónde se está invirtiendo el capital. Por eso es tan importante tener programas y políticas que, por un lado mitiguen los impactos medioambientales, pero que por otro, presenten oportunidades. En otras palabras, tratamos de mejorar el medioambiente y a la vez, el negocio. Los desastres naturales y el cambio climático impactan nuestro negocio, por lo que las formas con que hacemos la evaluación de riesgos tiene que considerar esos elementos.

¿Y con respecto a las personas?

-Hace años atrás, en Brasil salimos de la hiperinflación y luego tuvimos una situación económica más equilibrada. Pero culturalmente tenemos una mentalidad que no sabía lidiar con el dinero de la mejor forma. Junto con eso, no había tanta disponibilidad del crédito. La buena noticia que viene es que la gente ahora puede tomar más créditos para comprar sus casas, autos o mejorar el equipamiento de su empresa. Y ahí tenemos un rol social para poder ayudar a las personas a cuidar sus finanzas.

¿Pero cómo mira un banco de una forma sustentable los instrumentos o productos financieros?

-Tenemos muchas acciones de educación financiera, pero en general, uno de los focos es para nuestros propios empleados, ya que si el propio funcionario no sabe cuidar sus finanzas, ¿cómo va a traspasar eso al cliente? Nosotros invertimos mucho en cursos, voluntariado, asesorías, etc. El segundo punto es cómo llevamos eso al cliente y ahí tenemos varias formas de actuar.

¿Cómo se involucran en las inversiones verdes y sociales?

-Antes, nosotros teníamos líneas específicas para proyectos medioambientales, pero nos dimos cuenta que eso no era suficiente, por eso que hoy, nuestras políticas de riesgo socioambientales están en todas nuestras líneas de productos, tanto para las pymes como para las grandes empresas. Hay un equipo de más de 30 personas sólo para mirar los temas medioambientales en los financiamientos.

¿Esa política es para cualquier tipo de proyectos? Es diferente financiar una planta de carbón que una eólica.

-Tenemos una política general y para cada segmento incluimos ajustes. Por ejemplo, en las empresas medianas, vemos temas de licencias medioambientales, de agua, etc. Cosas más específicas. Pero en las grandes, miramos mucho los proyectos en general, y aquí hay varias metodologías internacionales para hacer un mapeo social y medioambiental de los proyectos, además de los planes de mitigación. Incluso, hicimos una metodología para evaluar en tres y en diez años cómo las cuestiones socio ambiéntale impactan nuestra gestión del portafolio.

¿Y cómo se utilizan esos resultados?

-Definen si disminuimos o aumentamos la inversión en ciertos sectores o industrias.