Mario Marcel: Los 50 días en que el ministro de Hacienda preparó el desafío más duro de su carrera

Encuentro Mujeres y trabajo en el Chile del Futuro
08 Marzo 2022 Encuentro Mujeres y trabajo en el Chile del Futuro, organizado por Radio Activa y Pulso, que conto con la participacion de la futura ministra de la Mujer Antonia Orellana, el Futuro Ministro de Hacienda Mario Marcel, la Presidenta de la Fundacion ChileMujeres Francisca junemann, y la Periodista de Pulso Maria Jose Tapia. Foto: Andres Perez08 Marzo 2022

Desde que fue nombrado en enero pasado, Marcel no ha parado. En su centro de operaciones de su casa en Providencia, ya definió separar y enviar la reforma en “paquetes tributarios” distintos, durante el primer semestre, y abrir prontamente el diálogo social para avanzar en el pacto fiscal de largo plazo. No solo intensificó su relación con el Presidente Boric y el ministro Jackson, sino además estrechó vínculos con el mundo político, empresarios y organismos internacionales.


En los 50 días que corrieron desde que fue nombrado como nuevo ministro de Hacienda y hasta su instalación en el piso 12 de Teatinos 120 este viernes, Mario Marcel Cullell (62 años) convirtió su casa en la comuna de Providencia, el mismo lugar donde se reunió en enero con Gabriel Boric para sellar su llegada al gobierno de Apruebo Dignidad, en un verdadero centro de operaciones. El economista de sensibilidad socialista, fiel a su estilo reservado, meticuloso y perfeccionista, no paró de trabajar incluso en sus dos semanas de vacaciones que tomó en las cercanías del Lago Puyehue, en febrero.

Marcel sabe que su llegada al Ministerio de Hacienda será el desafío más duro en su larga carrera en el aparato público, debido al momento social y político más crítico de los últimos 30 años y una economía con alta inflación que irá debilitándose con el correr de los meses. En un momento en que los coletazos del estallido social y de la época más dura de la pandemia seguirán presentes en la economía, la crisis derivada de la invasión de Rusia a Ucrania le pone, además, una nuevo foco de incertidumbre a la promesa de llevar adelante la agenda de reformas más ambiciosa de las últimas décadas.

La intensas reuniones tributarias

Mario Marcel no improvisa. Desde que fue nominado como titular de Hacienda a fines de enero, el expresidente del BC comenzó a trabajar inmediatamente la reforma tributaria, su primer proyecto y prioridad de gobierno, que venía diseñando un amplio equipo de abogados y economistas desde la campaña, como Sergio Henríquez, actual jefe de gabinete de la subsecretaria Claudia Sanhueza, y Diego Riquelme, quien asumió como coordinador tributario de la cartera.

Hasta ahora el titular de Hacienda ha dirigido al menos cuatro reuniones con el equipo tributario en su propia casa, donde se han ordenado las prioridades y afinado la estrategia legislativa de la reforma que busca recaudar cinco puntos del PIB en cuatro años, lo que es superior a las reformas tributarias de 1990 y 2014 juntas.

Durante las reuniones con su equipo ha transmitido que lo primero y más relevante es tener claridad sobre las necesidades a financiar y luego apuntar a los instrumentos tributarios a la mano. “Queremos entregarle un destino a esos impuestos”, ha comentado el ministro a sus cercanos en diferentes instancias.

Además, ha hecho hincapié en aprender sobre los errores y aciertos que se cometieron en la reforma tributaria de 2014, durante la segunda admnistración de Michelle Bachelet. En el círculo íntimo de Marcel recuerdan el “tortuoso” camino recorrido por esa reforma, que incluso sorprendió con su contenido a varios miembros del oficialismo de entonces (Nueva Mayoría) y que enfrentó la implacable crítica de la oposición. La puja y tensión política llegó a uno de sus momentos más álgidos cuando La Moneda emitió un video que aseguraba que “quienes atacan la reforma tributaria son los poderosos de siempre”, lo que configuró un escenario de enfrentamiento irreversible. La reforma se aprobó en septiembre de 2014, pero su crispado proceso debilitó al ministro de Hacienda de entonces, Alberto Arenas, quien dejó su cargo en mayo de 2015, tras los coletazos del caso SQM. Su sucesor, Rodrigo Valdés, tramitó luego una reforma que simplificó la reforma gestionada por Arenas.

En círculos de gobierno aclaran que este primer trabajo se ha concentrado en definir ideas fuerzas y principios que deberán defender y que harán legible la reforma. Una de ellas es marcar una clara diferencia con la de 2014; mientras aquella se concentró en impuestos corporativos, la futura reforma se enfocará en las rentas personales. Así lo deslizó Marcel en una entrevista en TVN en enero. “Es un reforma tributaria que tiene componentes distintos, donde lo que se refiere, por ejemplo, al impuesto a la renta, está mucho más focalizado en relación a los ingresos personales más que en los de las empresas, incluyendo fundamentalmente el patrimonial. Ya que para que una reforma tributaria sea progresiva en términos distributivos, tiene que tocar el impuesto a la renta personal”.

Sintonía fina

Un conocedor del proceso asegura que ya existe un diseño estratégico zanjado al interior del equipo de Marcel en estos meses y que apunta a separar en paquetes o distintos proyectos la reforma tributaria, ya que existen impuestos con distintas lógicas, fines y complejidades. “No es coherente que algunas materias más posibles de consensuar se entrampen con otras materias más complejas”, afirma una fuente cercana al equipo económico. Además, se espera realizar un diálogo social profundo que siente las bases de un pacto fiscal de más largo plazo, La reforma que se envíe incorporará principios de ese pacto fiscal, dicen los nuevos inquilinos de Teatinos 120.

“Esto con la idea de que con la base de eso poder construir un proyecto de reforma tributaria que de todas maneras vamos a enviar al Congreso dentro del primer semestre”, aseguró Marcel a Reuters luego de asumir el cargo. En cuanto a la aplicación de un nuevo royalty minero, Marcel dijo en la misma entrevista que presentará indicaciones al proyecto que ya se discute en el Congreso, ya que no es práctico empezar desde cero.

Marcel habló el viernes de un pacto tributario, algo que el propio Gabriel Boric y el ministro secretario general de la Presidencia, Giorgio Jackson, habían anticipado en los últimos dos meses como el sello que tendrá la reforma. “Un nuevo pacto fiscal que sea producto de un diálogo social amplio, no dilatorio, con cambios duraderos y estables en el tiempo”, dijo Boric ante los empresarios de Enade en enero. Una reforma tributaria “conversada” que genere mayor equidad, que no se vea “como una confrontación entre buenos y malos” o “un enfrentamiento entre clases sociales”, añadió entonces, marcando distancia respecto del proceso que de Bachelet de 2014.

En declaraciones al diario uruguayo La Diaria, en febrero, el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, reafirmó la huella a seguir: “En la primera etapa del gobierno vamos a implementar una reforma tributaria progresiva, en la que aspiramos a alcanzar un pacto tributario para que los sectores con mayores recursos paguen más”.

Quienes conocen la mecánica política del palacio de gobierno precisan que la relación previa entre Boric, Marcel y Jackson se ha estrechado en los ultimos 50 días en medio de las reuniones para definir las estrategias a implementar desde Hacienda. La afinidad de lo que algunos denominan el verdadero “tándem” político que moverá los hilos del nuevo gobierno datan de las movilizaciones estudiantiles del 2011, cuando el Presidente era uno de los voceros de la Confech y lideraba junto a Camila Vallejo (ministra vocera de Gobierno) y Giorgio Jackson las manifestaciones estudiantiles por una educación gratuita y de calidad. Con Boric logró afianzar esa cercanía en los últimos cuatro años.

“Con el Presidente electo Boric, siendo diputado, nos encontramos en varias oportunidades, ya desde hace unos cuatro o cinco años en distintas comisiones (...) Hemos conversado en distintos momentos. Me parece que uno ya puede dar más o menos por conocido, es que el Presidente Boric es una persona que tiene una gran inquietud intelectual”, dijo a TVN.

Habilidad política

Quienes conocen de cerca al nuevo jefe de las finanzas públicas le adjudican una gran y silenciosa habilidad política, que ha tenido que intensificar durante el camino previo a la llegada a Hacienda. “Marcel es un pragmático. Aunque no lo parezca, dada su aura técnica, tiene grandes habilidades políticas y se mueve bien en el mundo de los partidos”, dice una exautoridad de gobierno de gran cercanía al economista de Cambridge.

Fiel a ese estilo, Marcel no ha perdido el tiempo. Un cercano confidencia que ha mantenido conversaciones informales con diversos senadores del nuevo Congreso y que está muy atento a la nueva conformación de la clave Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, donde se centrará la discusión de la agenda económica de gobierno. Marcel pretende reactivar lo más pronto posible el tradicional almuerzo parlamentario de los lunes en el Ministerio de Hacienda, donde se congregan todos los legisladores oficialistas de las comisiones de Hacienda de la Cámara y el Senado. Es, creen, una práctica que ha dado buenos resultados en el pasado y que esperan revivir.

Mientras a principios de febrero se reunió con dirigentes de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS),en los próximos días lo hará con el presidente del Partido Comunista (ver recuadro). Hace un par de semanas, además, se reunió con la máxima dirigencia de la CUT donde se adquirió el compromiso de “avanzar en el trabajo decente y de la importancia del movimiento sindical como actor del desarrollo del país”, escribió entonces Marcel en su cuenta personal de Twitter.

El flanco de los privados y la inversión

Más allá de las reformas, Marcel sabe que su gran desafío será estabilizar la economía, la salud fiscal y dar certezas a los inversionistas. Durante las últimas semanas ha tenido una nutrida agenda de reuniones: con la clasificadora de riesgo Standard and Poor’s y un contacto por videoconferencia con altos ejecutivos del banco de inversión más importante del mundo, JP Morgan, donde el eje de la conversación han sido las reformas y la convergencia fiscal.

“Boric lidera un proceso de cambio profundo, pero quiere que este sea ordenado y sostenible en el tiempo. Para eso es importante tener un buen manejo de las finanzas públicas y la economía. En Chile y otros países de la región hemos tenido muchos gobiernos que quisieron hacer reformas importantes, pero tuvieron que abandonarlas, porque la economía falló. Tenemos experiencia abundante desde la cual valorar la importancia de la prudencia fiscal, no para dejar las cosas como están sino para permitir que los cambios sean duraderos”, explicó Marcel en una reciente entrevista al diario El País de España.

Aprovechando los contactos que desarrolló como presidente del Banco Central y su experiencia internacional, también se reunió con autoridades del FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde).

Sin embargo, la atención del ministro también estuvo centrada con estrechar lazos con el clave sector empresarial: mantuvo contactos telefónicos con el presidente de la CPC, Juan Sutil, y el líder de la Sofofa, Richard von Appen, con quien acordó su asistencia al consejo general del gremio a fines de marzo. El 17 de marzo se reunirá con el presidente de la Asociación de Bancos, José Manuel Mena.

Marcel ha confidenciado a sus cercanos que ha estado monitoreando con cercanía los efectos de la crisis de Ucrania en la economía chilena, la que, según varios economistas, podría caer en un escenario de estanflación (bajo crecimiento y alta inflación) este año. Uno de los escenarios que preocupa al nuevo ministro es la posibilidad de que Rusia caiga en default y aquello pueda tener efectos en mercados emergentes como el chileno. Además, sigue atento a lo que hará la Reserva Federal de Estados Unidos en su próxima reunión.

El estilo Marcel

En lo inmediato, el nuevo ministro de Hacienda ha estado trabajando junto al resto del gabinete en el primer hito del gobierno, lo que han denominado un “plan de recuperación inclusiva” que incluirá varios ejes: subsidios laborales para el empleo femenino y juvenil, estímulos especiales a industrias rezagadas por la pandemia (como el sector servicios) y un set de medidas destinada a regiones específicas.

El lanzamiento reunirá a varios ministerios e intentará hacer hincapié en lo colectivo. Es que a Marcel le incomoda la denominación “jefe del equipo económico”, tradicionalmente asignada al titular de Hacienda, y ha recalcado que trabajará coordinadamente con sus pares de Economía, Nicolás Grau, y de Trabajo, Jeannette Jara. La tradicional autonomía de Teatinos 120 no es algo que a él le interese instalar: en privado ha sostenido que “no se manda solo y que responde al Presidente”. La coordinación clave, hasta ahora, han sido las reuniones del nuevo comité político, que, además de Jackson y Vallejo, integran las titulares de Interior, Izkia Siches, y de la Mujer, Antonia Orellana.

Sí conservará un estilo que lo ha hecho característico en todos sus cargos -Dipres, Comisión Marcel o presidente del BC- y que ha sido, estiman cercanos, una clave de su éxito: escuchar a sus contrapartes e invertir tiempo en explicar las cosas de la manera más clara posible.

Con esas definiciones, y con el equipo de asesores completo que lo acompañará en los pasillos del piso 12 de Teatinos 120 que conoce al dedillo, Marcel comenzó este viernes a debutar en lo que será la tarea profesional más dura de su carrera.

La reunión con Tellier y el PC

Próximos días. Si bien aun no hay fecha ni hora fijada para la reunión, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se reunirá en los próximos días con el presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Tellier, y dirigentes de ese partido, una cita que fue acordada hace días.

La polémica de enero. La reunión adquiere una especial importancia no solo por la representatividad de PC en el gabinete de Boric (incluida la ministra del Trabajo, Jeannette Jara), sino también por la sorpresiva declaración de Tellier sobre el nuevo ministro de Hacienda. “Sí, es el presidente del Banco Central, pero no lo conozco”, dijo el lider del PC en la previa de la ceremonia de nombramientos de ministros en enero. Días después, ambos se encontraron -entre sonrisas, dicen- en la primera reunión de gabinete a la que asistieron, además, los partidos de gobierno.

Los otros contactos políticos. El titular de Hacienda se reunió telemáticamente en febrero con dirigentes de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), donde expuso sobre el complejo escenario económico que enfrentará el nuevo gobierno. La cita fue pedida por la comisión económica del partido que logró instalar en la última elección a Esteban Velásquez y Alejandra Sepúlveda como nuevos senadores.

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