Una batería de propuestas anunció ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, junto al titular de la Segpres, Gonzalo Blumel, para destrabar la discusión de la reforma tributaria con el fin de convencer a la oposición de aprobar la idea de legislar el proyecto emblemático del gobierno de Sebastián Piñera.

En el ex Congreso, los secretarios de Estado indicaron que estas "medidas compensatorias progresivas" permitirán recaudar más de US$470 millones de los sectores de mayores ingresos. Dentro de ellas, señalaron una que venía captando la atención del mercado bursátil desde que se anunció a modo general hace algunas semanas.

Se trata de la idea de limitar el uso de la figura del generador de mercado o market maker, a través de lo que esperan recaudar unos US$56 millones.

Pero, ¿en qué consiste dicho mecanismo bursátil? En lo siguiente: cuando la acción de una compañía tiene baja presencia bursátil y la empresa quiere elevarla, contrata a un corredor de bolsa. Así, esta entidad comienza a emitir ofertas de compra y venta al mismo tiempo, generando mayor transaccionalidad y, por ende, más liquidez de esos títulos. Esto, a su vez, permite que puedan acceder a la exención al impuesto a la ganancia de capital.

Lo anterior, porque la legislación tributaria vigente establece que el requisito para que las acciones queden eximidas de ese tributo es que tengan un monto de transacciones superior a UF 1.000 (unos $27,6 millones) en 45 días en un periodo de 180 días.

Considerando los cuestionamientos queexisten sobre su potencial mal uso, donde se acusa que en algunos casos se ha utilizado con el único fin de acceder a ese beneficio y sin una finalidad comercial o de negocio, Larraín explicó que la propuesta de regulación apunta a establecer que solo se podrá acceder a la exención cuando el contrato con el market maker tenga, al menos, un año de vigencia.

El factor SQM

El debate sobre la utilización de este mecanismo se instaló en la opinión pública cuando en abril del año pasado SQM contrató a Banchile para que actuara como market maker. Según fuentes que saben de las tratativas, se hizo principalmente para que la acción tuviese un precio que reflejara su realidad, donde secundariamente se generaría un beneficio tributario para los compradores de dichas acciones, quienes posteriormente podrían vender sin impuesto a las ganancias de capital.

Esto despertó las sospechas en el mercado y entre los entendidos de que se estaba haciendo con el fin primordial de acceder al mencionado beneficio tributario.

En paralelo, durante el mismo mes los papeles de la serie A lograron la anheladapresencia bursátil tras el remate realizado en la Bolsa de Comercio de Santiago, en la que canadiense Nutrien se desprendió de 1,5 millón de títulos de la serie en cuestión (equivalente al 1% de SQM),con lo que recaudó US$75 millones. Y el agente colocador de la operación fue, justamente, Banchile.

Y si bien después, en diciembre del año pasado, Nutrien vendió cerca del 24% de la propiedad que tenía de SQM a la china Tianqi en más de US$4.000 millones, tras lo cual pagó un histórico monto de impuestos adelantados por sobre US$1.000 millones, nunca se despejó totalmente la duda de si parte de las acciones accedieron a la exención al impuesto a la ganancia de capital por haber contratado el market maker.

De todos modos, fuentes del mercado explican que parte importante de las acciones vendidas por

Nutrien

habían sido adquiridas fuera de Bolsa, por lo que aunque el

market maker

les diera mayor presencia bursátil, no podrían haber accedido a la exención. Esto, pues la legislación establece que uno de los requisitos es que las acciones hayan sido previamente adquiridas en una transacción en Bolsa.

Como sea, la medida anunciada por Hacienda busca evitar que se generen este tipo de situaciones.