Un fertilizante generado a partir de biosólidos del tratamiento de aguas residuales, fue el que llevó a Aguas Andinas a obtener el reconocimiento como “Empresa Consolidada” en la décima versión de los Premios PwC Innovación. Denominado como Hechun, el producto permite “cerrar el ciclo del modelo de economía circular implementado en las biofactorías y logra eliminar por completo la gestión residual de los biosólidos”, según indican desde la sanitaria.

Pero detrás del premio hay un trabajo que lleva bastante tiempo en el funcionamiento de la compañía. Establecimos una cultura de innovación fomentando un ambiente en el que instamos a los trabajadores a proponer nuevas ideas y pensar ‘fuera de la caja’, comenta Marta Colet, gerenta general de Aguas Andinas, quien agrega además: “También estamos enfocados en resolver desafíos concretos que surgen de las distintas áreas de la compañía, principalmente de las áreas operacionales y que se encuentren dentro de nuestros focos estratégicos como la escasez hídrica, la resiliencia y la economía circular”.

¿Cómo los trabajadores participan directamente en la innovación?

Proporcionamos los recursos y tiempo a la investigación y el desarrollo de las ideas para que las personas dispongan de las herramientas necesarias para innovar. En esta línea, algo muy importante es aceptar también el fracaso, tenemos que permitir que las personas experimenten y fracasen sin temor para que estén dispuestos a arriesgarse y proponer más ideas innovadoras. Intentamos también tener un portafolio de proyectos balanceados tanto en lo que se refiere al plazo de ejecución como a los objetivos perseguidos.

¿De qué forma cree Ud. que debe fomentarse más aún la innovación en Chile?

Existen varias estrategias. Por ejemplo, lo primero es invertir en investigación y desarrollo. Es esencial contar con recursos financieros para investigar y desarrollar nuevas tecnologías y productos, así como fomentar la colaboración entre empresas, universidades y el sector público, la colaboración entre estos actores puede ayudar a crear un ecosistema propicio para la innovación. También agregaría que es clave mejorar la educación.

¿A qué se refiere con mejorar la educación?

Necesitamos una población capacitada para aprovechar las oportunidades que nos brinda la innovación y debemos ser capaces también de impulsar una cultura emprendedora. Adicionalmente, es necesario un espíritu emprendedor y la creatividad para que las personas se animen a crear sus propios negocios y proyectos innovadores.

¿Y con respecto a fomentar el aumento de inversionistas de riesgo?

Debemos asegurar el acceso a capital de riesgo. Sin fuente de financiamiento, no podremos tener proyectos innovadores y emprendimientos. Asimismo, hay que crear programas de incubación y aceleración, ya que estas iniciativas pueden ayudar a las startups a desarrollar sus ideas y llevarlas al mercado. Y otra arista importante es que la regulación y las políticas públicas deben estar enfocadas en promover la innovación.

En esa misma línea, para Aguas Andinas es esencial una estrategia de innovación abierta, donde colaboramos con otras empresas, universidades y startup para aprovechar las ideas y el conocimiento que está fuera de la compañía y que puede ser de gran aporte para nosotros.

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En el caso de este premio de innovación, el proyecto ganador tiene relación con la sustentabilidad. Al respecto, ¿cuál es el rol que tienen grandes compañías como ustedes -y además de servicios sanitarios- para aumentar la sustentabilidad en Chile?

Tenemos un papel importante en aumentar la sustentabilidad en Chile. Algunas formas en las que podemos contribuir están en implementar prácticas de producción y operación sostenibles: las compañías pueden reducir su huella de carbono y su impacto ambiental a través de prácticas como el reciclaje, el uso de energías renovables, la reducción de emisiones y la economía circular.

Los servicios sanitarios y medioambientales pueden invertir en tecnologías limpias para mejorar la seguridad y la calidad de los tratamientos en sus distintos procesos, pero también para aportar -por ejemplo- a una mayor resiliencia a las ciudades. En Aguas Andinas tenemos nuestras biofactorías, donde depuramos las aguas residuales de toda la ciudad y la devolvemos limpia al río, pero además los desechos los convertimos en fertilizante y energía. Como decimos: nada se pierde, todo se transforma. Es ahí donde nace nuestro proyecto Huechún, que recientemente obtuvo el premio de PwC.

¿Qué proyectos nuevos con respecto a temas de sustentabilidad vienen en el futuro?

Como compañía tenemos un rol fundamental en medio de la crisis climática y sus impactos evidentes como la sequía y los fenómenos climáticos extremos en época estival. En esa línea, nuestro compromiso es sumar mayor resiliencia hídrica para la ciudad de Santiago y sus habitantes. Buscaremos todas las alternativas y desplegaremos las inversiones necesarias para dar cumplimiento a este objetivo, pero también creemos que fundamental avanzar en la concientización de que es necesaria una nueva forma de relacionarnos con el agua. Por otro lado, estamos desarrollando un plan de carbono neutralidad que se ajusta a los compromisos tomados por nuestro país y que cumpla los estándares del Race to Zero y Science Based Target Initiative (SBTI). Es fundamental el llamado a la acción ahora.