La competencia detrás del cable submarino de fibra óptica que unirá al país con Asia Pacífico comienza a tomar vuelo. Luego que se definiera y anunciara que la mejor ruta para el proyecto es Chile-Nueva Zelandia-Australia, y mientras se trabaja en la ingeniería que estaría lista a fin de año; se inició la búsqueda de recursos para solventar la construcción del cable de más de 13 mil kilómetros.

Más de 40 instituciones financieras entre bancos privados, bancos multilaterales y fondos de inversión de múltiples países manifestaron algún interés formal y han firmado acuerdos para obtener información detallada del proyecto, de modo de evaluar su participación como inversionistas o financistas del cable transoceánico.

Entre las firmas internacionales y nacionales que aparecen en el listado, al que accedió PULSO, se encuentran Asian Infraestructure Investment Bank (AIIB), Bank Of America, Bank of China, Blackrock Asset Management, BNP Paribas, Brookfield, CAF, China Development Bank, DNB Bank, Goldman Sachs, Japan Bank for International Cooperation (JBIC), Korea Bank Asset Management (KBAM), Mitsui Corporation, Sequoia Investment Management Co, The Carlyle Group, Sumimoto Corporation, Macquarie, Banco de Chile, BBVA, Bci, Santander y Scotiabank, entre otros.

A dichas instituciones, que se encuentran revisando la documentación y evaluando las posibilidades de financiamiento, se les ha compartido el modelo de negocio del cable submarino, que muestra una proyección y sustentabilidad financiera por toda su vida útil, es decir, 25 años.

De acuerdo con el interés mostrado, las proyecciones de la Subtel sobre el financiamiento son optimistas. De hecho, se espera completar el financiamiento durante el 2021.

La subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi, destaca que “este gran interés, reafirma los enormes beneficios que traerá este proyecto pues confirma el potencial y alcance de este megaproyecto de infraestructura digital y que abrirá un sinfín de oportunidades para la investigación científica, el emprendimiento y la innovación entre tres continentes, Asia, Oceanía y Sudamérica”.

Las próximas etapas. Seis fueron las rutas que el gobierno evaluó considerando su costo, proyección de tráfico e ingresos. El estudio entregó como resultado que la mejor ruta es Chile-Nueva Zelandia-Australia, debido a que el proyecto contemplaba los menores gastos y costos operacionales. En total, su construcción requerirá de una inversión de US$388 millones, mientras que los costos operaciones serán de US$18,4 millones.

Luego que se complete la etapa de financiamiento del proyecto, viene la creación del consorcio que será propietario del cable. Ya se ha decidido que Chile estará representado por Desarrollo País. Adicionalmente, se está trabajando con los países de la región que han mostrado interés, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, para evaluar la forma en que participarán del proyecto. La Subtel espera constituir el consorcio durante 2021.P