La firma de pagos alemana Wirecard AG dijo el lunes que es posible que los 1.900 millones de euros (US$ 2.130 millones) que el auditor EY no ha podido localizar y que suponen una cuarta parte de sus activos probablemente no existieran nunca.
La compañía, cuyas acciones han caído un 75% desde que EY se negó a firmar sus cuentas de 2019 la semana pasada, también dijo que ha retirado sus resultados financieros preliminares de 2019 y los del primer trimestre de 2020, así como las previsiones.
“El consejo de administración de Wirecard calcula, basándose en un examen más detallado, que existe la probabilidad de que los saldos de la cuenta fiduciaria del banco por valor de 1.900 millones de euros no existan”, dijo la empresa en un comunicado.
Estos comentarios se publican después de que el máximo ejecutivo Markus Braun dimitiera el viernes y la empresa se apresurara a buscar un salvavidas financiero con la banca, mientras su búsqueda del dinero desembocaba en un callejón sin salida en Filipinas.
El banco central filipino dijo que no tenía constancia de que ninguna parte de los fondos perdidos hubiera entrado en el país, después de que el Bank of the Philippine Islands (BPI) y BDO Unibank Inc dijeran que los documentos que pretendían demostrar que Wirecard había depositado fondos en ellos eran falsos. Ambas entidades señalaron que Wirecard no era cliente suyo.
BPI, sin embargo, dijo a Reuters que había suspendido a un subdirector cuya firma aparecía en uno de los documentos fraudulentos. BDO le dijo al banco central que al parecer uno de sus directores de márketing habría falsificado un certificado bancario.
“El banco central está haciendo su propia investigación”, dijo el lunes el gobernador de Bangko Sentral ng Pilipinas, Benjamin Diokno, al canal ANC. “En la medida en que somos muy estrictos en el conocimiento de nuestros clientes, creo que también debemos ser estrictos en el conocimiento de los directivos del banco.”