El Mecanismo de Estabilización del Precios de los Combustibles (Mepco) empezó a funcionar en agosto de 2014. Su objetivo para el cual fue creado era como su nombre lo indica: amortiguar los precios y tener poco impacto en las cuentas fiscales.
A cinco años de funcionamiento, el Mepco ha cumplido con la función para la que fue creada, ya que ha permitido estabilizar el alza de los precios, pero a la vez tener un leve impacto en las cuentas fiscales.
De acuerdo al Estado de la Hacienda Pública, entre agosto de 2014 y agosto de 2019, el efecto fiscal de este mecanismo ha sido prácticamente nulo, acumulando una recaudación de US$ 13,3 millones. "Debido al incremento de los precios internacionales de los combustibles el año pasado, durante la mayor parte del tiempo el mecanismo entregó subsidios a los precios locales, lo cual comenzó a revertirse rápidamente a partir de noviembre de 2018, luego de la fuerte caída en el precio del petróleo y de sus derivados", afirma Hacienda.
Asimismo, entre marzo de 2018 y agosto de 2019, el Mepco ha operado con subsidios directos la mayor parte del tiempo, superando el 50% de las veces para las gasolinas y del orden del 40% para el petróleo diésel, acotando los incrementos en los precios domésticos de dichos combustibles durante la mayoría de las semanas en las cuales el mecanismo ha entrado en operación. En el mismo período, el Mepco ha logrado reducir a menos de la mitad la volatilidad en el precio de las gasolinas y del petróleo diésel, y en más de un 40% la volatilidad del precio del gas licuado de petróleo.
El objetivo de este sistema es suavizar alzas y bajas abruptas que puedan registrar los precios para la gasolina y el diésel y, por ello, a través de un impuesto variable, el fisco hace que las fluctuaciones no sean superiores a $5,8 por litro por semana. Así, cuando el precio va al alza el mecanismo establece subsidios (impuestos) directos, mientras que cuando va a la baja se sube el impuesto variable para estabilizar el movimiento.
La determinación del componente variable del impuesto específico a los combustibles es responsabilidad del Ministerio de Hacienda, en base a información proveniente de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) y de la Comisión Nacional de Energía (CNE).
Para abastecer el mercado local, las empresas distribuidoras chilenas importan el 98% del petróleo crudo refinado que se consume dentro del país; por ello, los principales determinantes de los precios internos vienen dados por los mercados internacionales. Entre estas variables destaca el tipo de cambio nominal y el precio del petróleo crudo WTI, el cual es la principal referencia para el mercado local.