“El sentido común triunfa y los chilenos rechazan una nueva Constitución”. Así tituló The Economist el holgado triunfo del rechazo a la propuesta que fue plebiscitada este domingo en Chile. En tanto, el Financial Times destacó que “la decisión de rechazar el documento destaca como un notable ejemplo de madurez cívica”. Y Bloomberg concentró su análisis en el “duro golpe” que significó el resultado para el Presidente Gabriel Boric.
Estas fueron las reacciones de la prensa económica más relevante a nivel mundial.
The Economist: “es posible que la suerte de Chile renazca pronto”
En su artículo, la revista inglesa afirmó que los últimos tres años “parecía que Chile, una de las economías más exitosas de América Latina, daba un bandazo decisivo hacia la izquierda”, y que ahora, sin embargo, los chilenos “parece que están hartos”.
El artículo sostiene que los 24 puntos de diferencia significan “un golpe para el Sr. Boric, que apoyó el proceso de redacción de la Constitución”, pero apunta directamente al órgano redactor.
“Gran parte de la culpa de la derrota la tiene la propia convención. (...) Más de dos tercios de los elegidos eran independientes, muchos de ellos novatos en política y activistas de la izquierda dura”, señala.
Tras recordar los dichos del convencional Stingo, sobre que los acuerdos los pondrían ellos y no la derecha, el medio británico afirmó que “el mantra despectivo perjudicó las posibilidades de la convención de ser considerada representativa”.
También repasó los escándalos que sacudieron el trabajo de la Convención, que “salpicaron” el proceso; episodios a los cuales sumó la performance de “Las Indetectables” en Valparaíso. “El vídeo horrorizó a muchos chilenos’', dijo sobre el acto que fue repudiado transversalmente.
Sin embargo, fue igualmente duro con la propuesta misma. “El contenido del documento fue igualmente escandaloso. Con 388 artículos y 170 páginas, habría sido una de las constituciones más largas del mundo. Consagraba más de 100 derechos fundamentales, más que cualquier carta del mundo. Los chilenos habrían disfrutado de derechos que van desde lo extraño -como la alimentación “nutricionalmente completa” y la “neurodiversidad”- hasta lo preocupante, incluyendo un derecho de huelga sin restricciones para los sindicatos”, resumió The Economist.
A ello agregó reparos con la configuración del derecho de propiedad, la eliminación del Senado, las autonomías territoriales, y la paridad obligatoria en órganos del Estado, entre otros aspectos. Con todo, proyectó que tras el resultado, los desafíos para el Ejecutivo serán enfrentar la alta inflación que vive Chile “al igual que el resto del mundo”, en medio de la crisis de seguridad.
“La coalición, compuesta por jóvenes izquierdistas que se iniciaron en la política como manifestantes estudiantiles, también se ha mostrado torpe”, reseñó.
Con todo, el medio inglés reafirmó que “se espera una remodelación del gabinete” donde “los rostros más jóvenes y cercanos al Sr. Boric y a su partido, incluida la desafortunado ministra del Interior, quedarán fuera”, y que serían sustituídos “por miembros de los partidos de centro-izquierda que han gobernado Chile durante la mayor parte de las últimas tres décadas, y que han conducido al país hacia la prosperidad”.
“Tras un año de incertidumbre, es posible que la suerte de Chile renazca pronto”, cerró.
FT: nueva propuesta “será una evolución más que una revolución”
El periódico londinense remarcó el “notable ejemplo de madurez cívica” tras el resultado del plebiscito, asegurando que llega en medio de una “sombra particularmente larga” del populismo en Latinoamérica.
“La decisión de Chile en el referéndum del domingo de rechazar de forma contundente una constitución increíblemente utópica destaca como un notable ejemplo de madurez cívica”, dijo el diario británico, junto con destacar “el revés” que significa para el Presidente Gabriel Boric, “que había apostado mucho capital político por el proyecto radical ahora rechazado”.
La publicación también apunta contra el contenido de la propuesta, señalando que a los electores “se les prometió, casi literalmente, la tierra” por los derechos de la naturaleza que se proponían, por lo que afirmó que en el texto “abundaban las zanahorias de aspecto atractivo”.
“El proyecto de constitución obligaba al Estado no sólo a proporcionar salud, educación y vivienda, sino también a garantizar la producción de alimentos saludables y la promoción de la cocina nacional chilena. Curiosamente, en un país en el que millones de personas aún carecen de servicios de Internet de banda ancha, habría garantizado el derecho a la ‘desconexión digital’”, reza la publicación.
Financial Times rescató que “los chilenos vieron la utopía en medio de una realidad más prosaica”, remarcando que “semejante madurez electoral es muy poco habitual en cualquier lugar, y menos aún en un país de ingresos medios”.
Con todo, enfatizó que “los chilenos no abandonaron el deseo de desprenderse del pecado de origen de la actual constitución, redactada bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet”, proyectando que vendrá una nueva propuesta que " corregirá los errores del pasado asegurando que los delegados de una nueva asamblea constituyente sean más representativos de un país que está ampliamente dividido entre la izquierda y la derecha”.
“De ese proceso surgirá probablemente una nueva carta que otorgue mayores derechos individuales a los chilenos y un papel más importante al Estado para garantizar los servicios públicos esenciales. En resumen, algo más parecido a un estado de bienestar al estilo europeo y menos al libre mercado friedmaniano. Será una evolución más que una revolución”, afirma la publicación.
Bloomberg: Es un duro golpe al proceso tras el estallido
En tanto, el medio estadounidense de negocios, Bloomberg destacó que “los chilenos rechazaron categóricamente” la propuesta constitucional, “dando un fuerte golpe a una campaña de tres años para reformar el sistema político y moderar las reglas de libre mercado que convirtieron al país en un favorito de los inversionistas”.
“La votación estaba destinada a ser la culminación de un movimiento que comenzó con protestas masivas contra la desigualdad a fines de 2019. En cambio, es la primera gran derrota de ese proceso y un golpe para el presidente Gabriel Boric, de 36 años, quien confiaba en la nueva carta para ayudar a reformar el sistema tributario, de pensiones y laboral, impulsar los servicios sociales y reducir la desigualdad”, planteó la publicación.
Junto con destacar que el Presidente Gabriel Boric “reiteró su compromiso a cambiar la Constitución”, Bloomberg afirmó que “no todo está perdido para el Gobierno”. Esto porque “el movimiento social detrás de la nueva Constitución ha convencido a partidos de todo el espectro político de la necesidad de un cambio, pese que no sea el que se propone en esta carta”.
El medio norteamericano también recordó que la propuesta despertó intensas reacciones en cada campaña. “Los críticos dijeron que la nueva Constitución frenaría la inversión y el crecimiento, disminuiría los equilibrios de poder y llevaría a un aumento en el gasto fiscal. Los adherentes aplaudieron la inclusión de una serie de derechos sociales, una mayor protección ambiental y representación de mujeres y grupos indígenas”.