-En febrero se cumple un año desde que Empresa Portuaria de San Antonio (Epsa) ingresara al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), la solicitud de un informe destinado a recoger las condiciones para el proceso de licitación del denominado Puerto de Gran Escala (PGE). A la espera de la audiencia para exponer las distintas posturas sobre el caso, fijada para el 17 de abril, sirgen surgiendo nuevos antecedentes.
Un informe económico solicitado por la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) -quienes han presentados sus inquietudes respecto al megaproyecto-, realizado por Patricio Rojas y Asociados, propone que se que considere la posibilidad de que el nuevo Terminal Mar tenga dos operadores. Esto permitiría eliminar el efecto de tamaño y equilibraría el interés por las futuras licitaciones de los terminales actuales y futuros que se proyectan para la región.
El informe también plantea que la restricción horizontal absoluta en el caso del Terminal Mar resulta muy restrictiva en el actual escenario. En ese punto alerta que dado la diferencia en los tamaños de los terminales actualmente existentes y el del Terminal Mar es significativa, dicha situación afectará no sólo el interés por participar de las futuras licitaciones que se efectúen en el Puerto de Valparaíso y de los otros terminales de San Antonio, sino que además, las ofertas económicas por dichos terminales deberían ser inferiores, exhibiendo un castigo por el menor tamaño respecto a los Terminales Mar y Tierra, futuros terminales del PGE.
"Dado el tamaño del nuevo terminal que se licita, no cabe duda que habrá interés de los incumbentes de participar en la licitación y, de ganarla, deberán vender su actual concesión, situación que dada las condiciones de desventaja que podrían tener estos terminales de menor tamaño respecto de los terminales Mar y Tierra llevará a que no sólo podrían existir pocos interesados en comprar dicha concesión, sino que además estos interesados debiesen tender a ofrecer un precio por esos activos menor al de mercado", explica.
Y agrega que "ciertamente, la restricción absoluta a la integración horizontal afecta aún más este escenario, por cuanto requerirá buscar un operador distinto a los existentes en el mercado relevante de la V Región, lo que amplifica el castigo que podrían tener estos activos a ser vendidos en el evento que un incumbente se hubiese adjudicado el Terminal Mar".
Por otra parte, plantea el informe, los actuales terminales para elevar su eficiencia y competir con un terminal de mayor tamaño deberán hacer inversiones por encima de las contempladas inicialmente. Sostiene que en este contexto, y frente a la restricción de integración horizontal, el interés de los incumbentes de ganar la licitación por el Terminal Mar debiese aumentar, para así invertir en una concesión de mayor tamaño y plazo. "Esta situación jugará en contra del valor de los activos", indica.
Pero además, afirma que el impacto que provocará el mayor tamaño del Terminal Mar en el comportamiento competitivo del mercado portuario de la V Región podría verse exacerbado por la existencia de la restricción a la integración horizontal, por cuanto el interés por las actuales concesiones disminuirá no sólo para los incumbentes sino que también para los futuros operadores una vez que estas concesiones deban ser relicitadas.